El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, afirmó ayer que “el escenario que tenemos hoy día es peor que el que teníamos hace seis meses”, ya que a su juicio los riesgos que eran previsibles hace algún tiempo en parte ya se materializaron. “A mí me toco jurar como ministro con el precio del cobre en US$2,90 y hoy está en US$2,10”, explicó a modo de ejemplo, indicando que el escenario económico “requiere cuidado”, tanto respecto de la política fiscal como del proceso de reacomodo sectorial para adaptarse a la nueva realidad de precios relativos.
Valdés se refirió al tema al participar en un panel de análisis económico junto a los economistas del MIT Vittorio Corbo, José De Gregorio y Eduardo Engel. En la ocasión, estimó que el desafío que enfrentamos en términos de reacomodo de la economía y de depreciación “es más perdurable que un shock financiero”, ya que se trata de un “shock real de términos de intercambio, del precio del cobre, que posiblemente es más persistente”. Agregó que “va a tomar más esfuerzo para cambiar y adaptarse”.
La autoridad sostuvo que en este contexto “la regla número uno es que la política económica no exacerbe el ciclo, no amplifique los problemas, y creo que tenemos en Chile la suerte de tener un marco macroeconómico que logra eso”.
En cuanto a los desafíos hacia adelante, sostuvo que el mejoramiento del capital humano y un acceso más fluido y barato a la energía son asuntos clave. Y enfatizó que una de las ventajas de potenciar una agenda de fortalecimiento del capital humano es que como en la educación “se alinea equidad y eficiencia, permite matar dos pájaros de un tiro”. Añadió que la agenda que propuso en gobierno en este ámbito “es costosa a corto plazo y está llena de discusiones, pero creo que nos encontramos (que logramos acuerdos) mucho más de lo que la gente cree”.
Ante una consulta, el titular de Hacienda comentó que impulsar reformas estructurales implica enfrentar problemas que están descritos teóricamente, como es que las reformas “toman tiempo en modelarse y los beneficios que producen están lejos en el tiempo y los costos más cerca. Por tanto, en todas las sociedades para crecer deben pagar costos hoy por beneficios mañana. Eso siempre es difícil”. También mencionó que hay sectores que se perciben ganadores y perdedores con los cambios, lo que también se debe abordar.
Valdés agregó que en su experiencia práctica ha detectado otros tres asuntos que forman parte del proceso de impulsar reformas que también se deben considerar. Estos son la captura que intentan realizar los diversos grupos de interés, la oportunidad en que se impulsan los cambios como un factor importante para lograr resultados y la existencia de información imperfecta, ya sea porque faltan datos, hay que procesar la información en poco tiempo o a que “la ideología muchas veces sustituye al análisis”. Por ello, dijo, “creo que la economía política de las reformas tiene todas estas cosas. Y se requiere más inversión, necesitamos mirar más el mundo, ver qué resulta, tener mejores gentes para poder procesar estas reformas”.