ZHANG XIANGYIN AÚN recuerda el día en que su nuera dejó la casa hace tres años para abandonar a su hijo de 33 años de edad. La mujer ya no pudo soportar la vida de pobreza en su aldea montañosa.
Zhang, un agricultor de 58 años de edad de la ciudad de Bijie en la provincia suroeste china de Guizhou, sabe con exactitud lo que significa la pobreza. Con dos hijas, las cuales se casaron y se fueron de la aldea, y su hijo, que vive en la ciudad costera de Shenzhen como trabajador migrante, el nieto se quedó al cuidado de la pareja de abuelos.
Sin embargo, espera que las dos vacas Simmental de 11 meses, que compró en septiembre por 24.000 yuanes (3.762 dólares) con un préstamo del gobierno, cambien su destino.
“Las vacas tendrán crías pronto y podrían tener cuatro becerros en tres años, lo cual producirá 40.000 yuanes de ingresos”, dijo Zhang.
Después de cuatro años, Zhang espera entre 20.000 y 30.000 yuanes en ganancias netas con los nuevos becerros, lo cual lo sacará de la pobreza.
En el pasado, Zhang era demasiado pobre para pensar en criar vacas. Una vaca cuesta 12.000 yuanes en el mercado local, mientras que el ingreso anual de Zhang era de apenas una décima parte de eso, dependiendo de un pequeño campo donde cultiva maíz y papas.
El préstamo sin intereses a tres años es una nueva táctica en el distrito Qixingguan, hogar de unas 230.000 personas que viven por debajo de la línea de 2.300 yuanes de ingresos anuales a los precios estándar de 2010. Es decir, que 15 por ciento de la población total vive en esas condiciones.
El desarrollo industrial es clave para que la gente pobre salga de la pobreza y el financiamiento es el cuello de botella, dijo Gong Xiaonong, secretario del partido en el distrito.
“Aún con los préstamos del gobierno, algunos agricultores temen no poder pagarlos en caso de desastres naturales”, dijo Gong.
Gong visitó varias aldeas con investigadores el año pasado y concluyó que el índice de mortalidad de ganado por desastres naturales, incluidos nevadas y accidentes inevitables, es de 4,7 por ciento.
El gobierno de distrito decidió entonces comprar un producto financiero de 30 millones de yuanes del banco comercial rural local con un interés de 8 por ciento en tres años, capaz de compensar a los agricultores por la pérdida de su ganado en caso de desastres naturales.
“Con la garantía del gobierno y el apoyo de veterinarios, confío en que diremos adiós a la pobreza en tres años”, declaró Zhang, cuyo mayor sueño es apoyar la educación de su nieto que en el 2018 cumplirá seis años.
Hasta ahora, 8.800 hogares han solicitado préstamos para la cría de ganado y se han otorgado más de 100 millones de yuanes en préstamos para los agricultores afectados por la pobreza desde que inició el proyecto en agosto.
Los préstamos, que van de 5.000 a 24.000 yuanes, también se expandirán a otros negocios, entre ellos el cultivo de papas y vegetales, así como la cría de aves de corral.
El proyecto a prueba en Bijie refleja a la perfección la gran campaña para la erradicación de la pobreza que lleva a cabo China.
China ha prometido sacar su población de la pobreza para el año 2020, cuando esté concluido su próximo Plan Quinquenal. A finales del año pasado, China aún tenía 70,17 millones de personas en zonas rurales que vivían por debajo de la línea de la pobreza.
Para el año 2020, China sacará a 50 millones de personas de la pobreza a través del apoyo a la industria, la educación, el empleo y el cuidado de la salud, dice un comunicado emitido hoy luego de una reunión del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) .
Dibao, un programa que garantiza la subsistencia, cubrirá a los restantes 20 millones de pobres que no están en capacidad de trabajar, quienes recibirán ayuda financiera para garantizar que vivan por encima de la línea de pobreza.
Las enfermedades graves pueden ser atribuidas a 40 por ciento de esos pobres, indican cifras del gobierno.
En el distrito Qixingguan, el gobierno asignó otros 30 millones de yuanes a las personas con enfermedades graves para pagos por anticipado y pagables luego de cobrar la prima de la compañía aseguradora.
“Ayudar a las familias a progresar económicamente en tiempos difíciles requiere de nuevas ideas. La innovación no está limitada a tecnología sino que debe expandirse a la innovación en políticas rurales que respondan a las demandas de la gente”, dijo Gong.
EXPERIMENTO DE FINANCIAMIENTO MASIVO
El financiamiento masivo, una nueva práctica para la creación de nuevas empresas con el fin de recabar dinero entre una gran cantidad de personas, se ha utilizado como una nueva estrategia para enfrentar la pobreza en China.
Como muchos otros de sus semejantes, Ma Gang, un anciano agricultor de la aldea Yuangudui, en el distrito Weiyuan de la provincia noroccidental de Gansu, vive solo. Sus hijos trabajan en ciudades como trabajadores migrantes. Su nieto estudia en la capital provincial de Lanzhou, y su esposa falleció.
Con 84 años de edad, Ma es demasiado débil para encargarse de las cinco ovejas que el gobierno le dio gratuitamente hace dos años.
La administración de la aldea encontró una solución: el financiamiento masivo basado en la equidad.
La Compañía Shennong, una empresa de cría y procesamiento de ovejas, recibió las ovejas de Ma en febrero pasado y prometió darle 1.000 yuanes como dividendo cada año, casi el equivalente al dinero que obtendría si criara a los animales por él mismo. Hasta ahora 40 hogares han seguido el ejemplo.
A las personas más pobres que viven con la asistencia económica del gobierno, la Compañía de Manejo de Inversiones Gansu Shengyuan, una firma local que tiene una planta de manufactura de ladrillos, una planta de mezcla de concreto y una granja de cría de ganado en la aldea, les entregan 1.000 yuanes como renta y 300 yuanes como dividendo cada año.
Otros aldeanos también pueden ser accionista invirtiendo de 500 a 6.000 yuanes en la compañía. Alrededor de 40 por ciento de los 447 hogares en la aldea se han sumado al programa de Shengyuan.
Hasta ahora, más de 80 por ciento de las familias de la aldea, incluidos los 99 hogares que viven por debajo de la línea de pobreza, se han convertido en accionistas de varias empresas y gozan de un promedio de 1.180 yuanes en dividendos desde principios de 2014, dijo Jia Yuanping, secretario del partido de la aldea.
Los ingresos promedio anuales para los aldeanos de Yuangudui fueron de 3.405 yuanes en 2014, más del doble que en 2012.
“Lo más importante es cambiar la mentalidad de los agricultores e incrementar su toma de conciencia con respecto a la economía de mercado”, declaró Zheng Jun, quien añadió que los dividendos que reciben impulsarán el espíritu emprendedor en la aldea.
Zheng mencionó que su compañía no hace labores caritativas sino que busca un crecimiento sostenible con la participación de los habitantes locales, y agregó que un ambiente sin contaminación es el mejor recurso estratégico que pueden obtener.
Shengyuan está invirtiendo más de 80 millones de yuanes para construir una planta de agua mineral en la aldea y se espera que produzca ganancias anuales de entre 60 millones y 100 millones de yuanes cuando esté terminada en mayo de 2016.
“Destinaremos 10 por ciento de las acciones de la planta a los aldeanos y los alentaremos más a convertirse en nuestros inversionistas en el futuro”, dijo Zheng.