El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, anunció el sábado que Israel y Jordania acordaron medidas encaminadas a reducir las tensiones en un lugar sagrado en Jerusalén que han avivado la violencia entre israelíes y palestinos.
“Toda la violencia y la incitación a la violencia deben cesar. Los líderes deben liderar”, dijo Kerry a la prensa en la capital jordana tras reunirse con el rey Abdulá II y con el líder palestino Mahmud Abás El máximo representante de la diplomacia estadounidense dijo que las medidas incluyen monitoreo por medio de sistemas de videovigilancia las 24 horas y la reafirmación, por parte de Israel, del papel especial e histórico de Jordania como custodio del lugar, conocido por los judíos como el Monte del Templo y por los musulmanes como el Noble Santuario.
El rey sugirió esa supervisión, de acuerdo con Kerry, y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu la aceptó.
Israel se ha comprometido a mantener las reglas de culto en el lugar, y las autoridades israelíes y jordanas analizarán maneras de fortalecer la seguridad, dijo Kerry.
Kerry, quien se reunió con Netanyahu en Berlín el jueves, dijo que los líderes “expresaron su firme compromiso de poner fin a la violencia y restaurar la calma tan pronto como sea posible”.
“Espero que con base en estas conversaciones por fin podamos hacer a un lado algunas de las falsas suposiciones y percepciones” sobre el lugar sagrado, dijo Kerry. “Esas percepciones están avivando las tensiones y alimentando la violencia. Es importante para nosotros poner fin a la retórica provocativa y empezar a cambiar la narrativa pública que sale de esas falsas percepciones”.
La tensión en torno a la Explanada de las Mezquitas, un recinto elevado de 37 acres (14 hectáreas) venerado tanto por musulmanes como por judíos, ha sido uno de los puntos de fricción tras el brote de violencia. El complejo en la colina es un frecuente punto de inflamación y su destino es un tema central en el centro del conflicto palestino-israelí.
El viernes Israel permitió el acceso irrestricto al lugar, en una aparente concesión para tratar de calmar las tensiones, con lo que finalizaron pacíficamente las oraciones musulmanas en el importante santuario de Jerusalén, centro de semanas de enfrentamientos.
La violencia actual estalló a mediados de septiembre con choques en el santuario de Jerusalén, venerado por musulmanes y judíos y se extendió al resto de la ciudad, así como a los territorios palestinos de Gaza y Cisjordania.
La creencia generalizada entre los palestinos de que Israel intenta ganar presencia en el lugar, administrado por autoridades musulmanas, ha provocado choques allí que no tardaron en extenderse a otros lugares de Jerusalén, así como Cisjordania y la Franja de Gaza.
Israelí ha negado varias veces que intente cambiar el antiguo acuerdo sobre el lugar, que permite a los judíos visitar el recinto pero no rezar allí. Israel acusa a los líderes políticos y religiosos palestinos de mentir e incitar a la violencia.
Los palestinos afirmaron que sus temores se han visto alimentados por un aumento en las visitas al recinto de activistas judíos que reclamaban su derecho a rezar, incluidos miembros destacados de la coalición de gobierno del primer ministro, Benjamin Netanyahu.