Noviembre 14, 2024

Las 25 Noticias Más Censuradas: Se profundiza el desastre nuclear en Fukushima

Continúa sin resolverse la debacle 2011 del reactor nuclear en Fukushima, Japón, a pesar de las garantías de las autoridades gubernamentales y de los principales medios de información de que la situación ha sido contenida y pese a la evaluación de la Agencia Internacional de Energía Atómica de Naciones Unidas afirmando que Japón ha hecho “progresos significativos” en la limpieza de la locación del reactor.

 

 

El continuo vertido en el Océano Pacífico de agua de refrigeración extremadamente radiactiva de la destruida planta nuclear, que comienza a ser detectada a lo largo de la costa de Japón, tiene el potencial de impactar porciones enteras del Océano Pacífico y de la costa occidental de América del Norte. Aparte de la posible liberación de plutonio en el Océano Pacífico, Tokyo Electric Power Company (TEPCO) admitió recientemente que la instalación libera todos los días en el mar grandes cantidades de agua contaminada con tritio, cesio y estroncio.

Si bien reconoce que el agua que aún permanece en los tanques de la planta de Fukushima está muy “contaminada”, una declaración de diciembre 2014 de la Autoridad de Radiación Nuclear del gobierno japonés confirmó la decisión de descargar ese remanente en el Pacífico. Aparte de la posible liberación de plutonio en el Océano Pacífico, TEPCO admitió que la instalación cada día está liberando en el océano agua contaminada con la friolera de 150 millones de becquerelios de tritio y siete mil millones de bequerelios de cesio y estroncio. Por contraste, el gobierno japonés no permite vender a sus ciudadanos más de 100 bequerelios por kilogramo. “Esta agua contiene plutonio 239 y su liberación en el océano tiene repercusiones tanto locales así como globales”, escribió Michel Chossudovsky en Global Research.

En agosto de 2014, TEPCO reconoció que casi todas las barras de combustible en el reactor 3 de la planta número 1 se habían derretido a consecuencia del terremoto y el tsunami, informó Sarah Lazare de CommonDreams, basándose en fuentes de prensa japonesas. Anteriormente, TEPCO había estimado que sólo el 63 por ciento del combustible nuclear del reactor se había derretido. La declaración de TEPCO también señaló que el combustible comenzó la fusión seis horas antes de lo que se creyó anteriormente. Ambos factores, escribió Lazare, harían más difícil la extracción y eliminación del combustible derretido.

Más de cuatro años después que el tsunami y el terremoto devastaran Fukushima, los medios corporativos no tratan la misma catástrofe en curso como de significativo interés periodístico. En cambio, el mayor desarrollo de la cobertura de los grandes medios corporativos se enfoca en si otros países, incluido EEUU, están adecuadamente preparados si llegara a ocurrirles un tipo similar de desastre nuclear. Ciertamente, ésta es una consideración importante, pero dramáticamente permanece sin registrar en la prensa corporativa la difícil situación de la gente japonesa desplazada por el desastre, por no hablar de su largo plazo, ni las consecuencias ambientales potencialmente globales.

En mayo de 2015, la Autoridad de Regulación Nuclear de Japón dio la autorización final para reiniciar operaciones a la central nuclear de Sendai, que es propiedad y está operada por la Compañía de Energía Eléctrica de Kyushu. Es la primera planta de energía nuclear de la nación en reanudar operaciones bajo las nuevas regulaciones del gobierno desde el desastre de Fukushima en 2011. Russia Today informó que “a pesar de las objeciones de casi dos tercios del público”, el primer ministro japonés Shinzo Abe “quiere plantas nucleares para abastecer aproximadamente 20 a 22 por ciento de las necesidades energéticas de Japón en 2030”.

 

·        Ernesto Carmona, periodista y escritor chileno, jurado internacional de Proyecto Censurado.

 

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