Diciembre 26, 2024

Las andanzas de un tonto

Comienza a circular la verdad en el caso que intentó crear el diputado Felipe Kast con su supuesta detención y malos tratos sufridos en Cuba.

 

 

Como se sabe, el diputado ultraderechista visitó La Habana y participó en una marcha de las Damas de Blanco, colectivo a sueldo de los sectores ultraderechistas con asiento en Miami. Numerosas veces se ha denunciado documentalmente que ese grupo de mujeres solo las mueve el financiamiento que reciben de las agencias que buscan desestabilizar el gobierno de la isla.

 

En cualquier país del mundo, agentes nacionales que reciban financiamiento, órdenes y orientaciones de potencias extranjeras, cometen un delito que, en el caso de chile es castigado a duras penas, según lo establece el Código Penal.

 

Pero Felipe Kast, ni corto ni perezoso, con el ánimo de hacerse el lindo con la alicaída derecha nacional y sus cavernarios financistas, se agregó a la demostración habanera la que fue reprimida por la policía, siendo detenido junto con las personas que participaban en la protesta.

 

De ahí en adelante la afiebrada casta mentirosa de Kast, hace su aparición para inventar una versión en la cual es acorralado por grupos de choque del régimen de Castro, para luego ser detenido,  golpeado, humillado  y luego expulsado del país.

 

Por cierto, los medios de comunicación de la ultraderecha chilena, casi todos los que existen, se  hicieron eco de la denuncia del honorable acusando a Cuba de violar sus derechos humanos más elementales.

 

Hace un par de días, el honorable ultraderechista, cuya familia está involucrada en la detención, tortura, muerte y desaparición de chilenos durante el golpe de Estado, se entrevistó con otro anticomunista, el canciller Heraldo Muñoz.

 

En esa oportunidad Felipe Kast le exigió a la autoridad que presentara una nota de protesta ante el gobierno cubano por la humillación que había sufrido el diputado, cuya extirpe nazi ha quedado develada hace muy poco.

 

Diligente y disponible, el canciller habría llamado a La Habana para notificar la presentación de la protesta, pero hasta ahí no más llegó la historia.

 

Las autoridades cubanas fueron muy claras: si Santiago presentaba esa nota de protesta, La Habana haría público el completo video que registró a Kast desde el momento en que es detenido hasta que fue puesto en el aeropuerto de regreso a Chile, y en el cual por cierto, no aparece ningún mal trato, abuso, humillación o golpiza como lo denunciara el diputado.  

 

Santo remedio. Hasta ahí  no más llegó la bravata mentirosa, fraudulenta y cobarde de un honorable.

El canciller, obligado ante esa evidencia, no tuvo  más opción que negar la nota diplomática para evitar un chascarro mayor. El montaje canalla de Kast, había sido develado como lo que es: una mentira de cabo a rabo.

 

Quizás le alcance el ejemplo vivido para saber que con Cuba no se juegan esos albures estúpidos. Le ocuparía leer solo un poco de la historia reciente de la revolución cubana como para caer en cuenta que si ha logrado sobrevivir durante más de cincuenta años será porque ha sabido combatir a sujetos con algo más de entendederas que el diputado.

 

Una cosa es ser fascista y otra ser tonto. Lo peor, es cuando esas dos lacras humanas toman expresión en un solo sujeto. Como el caso del diputado de la república de Chile Felipe Kast.

 

 

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