En la comuna de El Quisco cientos de familias se encuentran con el problema de no poseer un lugar donde vivir, de tener que arrendar casas que durante los meses de diciembre a marzo deberán desalojar si no pagan los altos costos que estas sufren como resultado de la época veraniega. A modo de ejemplo casas que valen 170 mil pesos durante los meses restantes, llegan a duplicar, triplicar y aún más su valor, lo cual significa un vivir errante de alto desgaste físico, emotivo y sicológico para estas familias, ya que esta es una realidad imposible de financiar.
El último catastro oficial realizado en la comuna de El quisco entregó que son cerca de 600 los allegados y que el último proyecto inmobiliario con características sociales se realizó en el 2004, Marina I y Marina II -que agrupan a 300 familias, y que lleva consigo una estafa al fisco por cerca de 1600 millones de pesos de parte del antiguo ex alcalde de esa comuna José Miguel Carrasco, padre de la actual alcaldesa Natalia Carrasco, quien encabeza las ordenes de demolición y desalojo para estas familias.
Como resultado de esta brutal realidad desde el 2013 se vienen dando una serie de tomas de terreno por parte de familias necesitadas con la finalidad de resolver autónomamente sus necesidades habitacionales. Así cerca de 36 familias ocuparon en aquel tiempo terrenos en el sector las canteras de El Quisco y durante el 2014 y febrero de 2015, 60 familias han ocupados terrenos en el sector de Punta de Tralca que pertenecen a la Iglesia Católica y al Centro de Estudiantes de Ingeniería de la Universidad de Chile, que llevan abandonados más de 60 años.
Queda en evidencia que todos aquellos que desde la institucionalidad han aspirado a puestos de poder con la finalidad de solucionar las carencias y necesidades sociales de los pobladores y pobladoras terminan por generar lucrativos negocios para su bien personal o quedan a servicio de los intereses de empresarios turísticos e inmobiliarios que lucran con la desgracia de los necesitados, o bien perspectivan una comunidad que segrega a quienes menos tienen. Así quedó demostrado en la intervención el día 7 de marzo de 2015 en la sesión extraordinaria del municipio de El Quisco en la cual el concejal Alfonso Gálvez Torres, expuso lo siguiente: “Necesitamos preguntarnos ¿qué comuna quiero?, si quiero una comuna con edificios para la gente más pobre de la comuna y más necesitada de la provincia, también de Santiago. Lo que estamos haciendo es que El Quisco se pone como • solución a los problemas habitacionales provinciales y de Santiago; si mañana tenemos estas habitaciones que van a empobrecer más nuestra comuna, ¿dónde van a venir los empresarios a invertir?, ¿dónde vamos a generar las fuentes de trabajo para esa gente?”. Con esto queda claro que la preocupación de los gobernantes es velar por los intereses económicos de grupos empresariados muchas veces asociados a oscuros negocios en los que ellos mismos se benefician. Recordemos caso Dávalos, Soquimich, la estafa de las farmacias, solo por nombrar algunos hechos”.