Noviembre 17, 2024

La letanía del ministro Eyzaguirre en El Mercurio

El Mercurio se ha mantenido en el tiempo como el vocero de las diversas fracciones de la clase dominante chilena. Incluso las orienta cuando andan como almas en pena en medio de los escándalos de corrupción y desalentadas en medio de la vorágine de los resultados negativos de las encuestas producto de los renuncios del gobierno.

 

 

Ahí, en el gran impreso (por la talla de sus hojas) los políticos que las representan se pavonean, confiesan y hacen sus lacrimosas “autocríticas” anunciadas. Esta vez fue el turno de Nicolás Eyzaguirre de irse de lengua (*); el actual Segpres, ex de Educación, ex director del FMI y del canal 13 de Luksic, ex ministro del Gobierno neoliberal de Ricardo Lagos y parece ser también, el político más cercano a la Presidenta Bachelet.

 

En resumen, Eyzaguirre no pudo ser más claro: le dijo a la derecha que tenía toda la razón. Es decir, que la NM gobernaría como ella lo haría. Pero no porque se lo hubiera ganado, sino por la fuerza de las circunstancias.

 

Como puede leerse en la larga letanía mercurial de Nicolás Eyzaguirre, cualquier pretexto es bueno para justificar la renuncia a las reformas prometidas en campaña. El economista es enfático en el tipo de argumentos generales del tipo sabihondos y de los otros marcados por el consabido toque de prudencia y del infaltable pragmatismo para renunciar a un programa que fue levantado con el sólo objetivo de ser palanca de poder, pero no para ser cumplido. Diseñado ex professo para ser traicionado en el momento oportuno. ¡Cómo si la ciudadanía no se hubiera dado cuenta!

 

En ese sentido, pasó desapercibida la declaración de Andrés Zaldívar en el mismo El Mercurio. Allí, el inefable senador DC le reclamaba a la derecha el cómo podían oponerse tanto a las otras reformitas si el ex ministro de Hacienda Arenas le había aceptado todo el paquete de enmiendas de cocina a la reforma tributaria. Ejemplo de la falta de voluntad política y de incapacidad técnica que se repite con todas las reformas.

 

Y los embusteros de gran calibre tampoco han faltado para oponerse a las demandas de los trabajadores: Andrés Velasco y Cortázar (DC) han llegado a decir que el reemplazo de trabajadores en huelga existe en Canadá. Lo cual es absolutamente falso e imposible considerando todas las circunstancias: el peso y la independencia de las federaciones sindicales que negocian por rama y la efectividad de los tribunales laborales.  

 

Pero si quien sigue gobernando es la lógica de la derecha (RN-UDI y satélites) con el modelo empresarial de capitalismo salvaje, no es porque aquella se imponga políticamente. No se impone desde el Ejecutivo –que está paralizado— ni conscientemente desde el parlamento donde no hay debates profundos ni tiene las mayorías, sino que desde los mecanismos rodados que han sido aceitados por todos los gobiernos posdictadura. Dinámica que cuenta con un aliado fundamental: el pensamiento único o subjetividad neoliberal que ha penetrado a toda la elite binominal.

 

No es que los tecnócratas y políticos de la NM sean pésimos economistas por no haber previsto la desaceleración capitalista, la baja de las commodities como el cobre, el endeudamiento de los consumidores, la recesión china y la baja de la demanda global, no. Ocurre que son simplemente economistas y políticos neoliberales que siguen sumisos las reglas de los poderes financieros y se someten ciegamente a los dictados de los mercados. Porque les temen. Y porque estos poderes reaccionan castigando a los insumisos.

 

Eyzaguirre es el ejemplo paradigmático del tecnócrata-político incompetente que no se preparó para realizar los cambios que la ciudadanía sigue esperando en educación. Una que sea pública, gratuita y de calidad. Pero que se enredó en su propia verborrea. Sin embargo, esta no es una tarea de titanes.

 

Reformas estructurales en el plano de la educación las han hecho en otros países políticos demócratas que han tenido la voluntad de hacerlas y que para eso trabajan con los documentos de las organizaciones de estudiantes, en contacto con una ciudadanía alerta y medios críticos. La incapacidad de llevar a cabo las reformas estructurales prometidas demuestra los grados de crisis de legitimidad y de autoridad (bien entendida) de todas las fracciones de la clase dominante chilena. Ahí donde se incluye la NM en su conjunto.

 

(*) http://impresa.elmercurio.com/Pages/NewsDetail.aspx?dt=06-09-2015%200:00:00&NewsID=344316&dtB=06-09-2015%200:00:00&BodyID=10&PaginaId=8

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