Grecia aceptó vender por mil 230 millones de euros (mil 370 millones de dólares) los derechos para operar 14 aeropuertos regionales a la empresa alemana Fraport-Sientel. El acuerdo es el primero de una ola de privatizaciones a las que Atenas se oponía hasta hace poco, pero que necesita hacer para acceder a más recursos de un rescate, y se oficializó en momentos en que el gobierno del primer ministro Alexis Tsipras flexibilizó el control de capitales y anunció que permitirá a sus ciudadanos transferir hasta 500 euros mensuales al extranjero sin pedir permiso.
La canciller federal de Alemania, Angela Merkel, se reunió con altos dirigentes de su partido en busca de apoyo para el tercer paquete de rescate financiero para Atenas, antes de una votación en el Parlamento este miércoles. Los parlamentos de España y Estonia aprobaron este martes el tercer paquete de rescate para Grecia por 86 mil millones de euros (93 mil millones de dólares).
El acuerdo en principio de Atenas con sus acreedores despertó una reacción positiva de la agencia calificadora de riesgo estadunidense Fitch, que subió la nota de deuda de Grecia en un escalón a CCC
. De todas maneras, los bonos griegos continúan en el nivel basura
.
El acuerdo alcanzado el 14 de agosto entre Grecia y las instituciones europeas sobre un cronograma para un tercer paquete de rescate redujo el riesgo de que Atenas no cumpla con sus obligaciones hacia el sector privado, se fundamentó.
La madrugada del próximo viernes, el gobierno griego entregará los aeropuertos, incluyendo varios en populares destinos turísticos, a Fraport, que opera la terminal de Fráncfort y otras en otras partes del mundo.
La concesión, valuada en mil 230 millones de euros (mil 370 millones de dólares), es la primera privatización en el gobierno de Tsipras, quien fue electo en enero con la promesa de rechazar las condiciones que impusieron los acreedores internacionales a Grecia a cambio de los dos primeros rescates.
El gobierno inicialmente prometió cancelar el programa de privatizaciones, pero Tsipras tuvo que retractarse de sus promesas electorales para poder acceder a un tercer rescate para el país por 86 mil millones de euros con el fin de pagar sus deudas y permanecer en la zona euro.
El gobierno restringió las transacciones bancarias a finales de junio para evitar una fuga de capitales luego del anuncio de Tsipras de un referendo sobre las condiciones de los acreedores para un nuevo rescate.
El cambio de posición del gobierno respecto de las promesas que había hecho antes de ganar las elecciones ha desatado una rebelión en el partido del gobierno, el izquierdista Syriza, e incrementado la posibilidad de que se convoquen elecciones anticipadas, que podrían ser el próximo mes.
Se prevé que el primer ministro pida un voto de confianza esta semana una vez que decenas de legisladores de Syriza votaron el viernes contra la ratificación del rescate en el parlamento.
Este martes Tsipras se reunió con su equipo de finanzas, pero el gobierno dijo que cualquier anuncio sobre acontecimientos políticos se haría el jueves, cuando Grecia debe saldar un pago al Banco Central Europeo que es necesario para recibir nuevos préstamos.
No se ha tomado una decisión sobre lo que sucederá
, indicó la vocera del gobierno, Olga Gerovassili a la estación de radio ateniense 9.84.