Grecia se encuentra a las puertas de lograr su tercer rescate desde 2010 y de esta manera escapar de la bancarrota, mientras aún resta la aprobación de su Parlamento de los tratos con los acreedores.
El acuerdo de Atenas con los acreedores internacionales pondrá fin a la incertidumbre económica en la nación helena, afirmó el miércoles el primer ministro griego, Alexis Tsipras, antes de un pronunciamiento del Parlamento sobre el asunto.
La votación parlamentaria de hoy avala el otorgamiento a Atenas de un rescate ascendente a 86 mil millones de euros.
Tal aceptación prevé una entrega inmediata de 10 mil millones de euros a los bancos griegos, así como una revisión de los objetivos presupuestarios con inclusión de ajustes suaves, y un déficit primario del 0,5 por ciento.
Los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro se reunirán el viernes para decidir sobre la concesión del tercer paquete de rescate a Grecia, según anunció el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijjselbloem.
El gobierno de Tsipras presentó un proyecto de ley de 400 páginas, tras haber pactado con sus acreedores los principales aspectos de las reformas exigidas a cambio del rescate.
Los 300 diputados griegos estudian el largo catálogo de reformas que podría endurecer aún más las condiciones de vida de los helenos, tras seis años de crisis y dos planes de ayuda internacionales.
Para el ministro del Interior, Nikos Voutsis, el acuerdo es difícil y contiene medidas recesivas que complicarán el crecimiento de una economía afectada por la entrada en vigor, a finales de junio, de un estricto control de capitales.
El ministro de Economía, Yorgos Stathakis reconoció que 2015 volverá a ser un año de pequeña recesión, adjetivo demasiado optimista, según analistas.
La economía griega, que retomó la senda del crecimiento en 2014 tras seis años de recesión, sufrirá una caída de su Producto Interno Bruto de 2,3 por ciento en 2015 y de 1,3 por ciento en 2016.
El documento en debate parlamentario establece un rescate de 82 mil a 86 mil millones de euros, acompañado de un programa de tres años de duración, durante los que los socios de Grecia exigen al país que emprenda una detallada y amplia lista de reformas y ajustes.
Entre esas medidas figuran una segunda fase de reforma del sistema de pensiones que limite y desincentive las prejubilaciones, y que eleva a 67 años la edad de retiro de manera gradual hasta 2022.
También incluye más cambios en el IVA, impuesto al valor añadido, y el sistema fiscal, con la desaparición de beneficios fiscales a los agricultores.
El acuerdo técnico aumenta el ritmo del programa de privatizaciones heleno, incluyendo el inicio de la licitación de los puertos del Pireo y Salónica para octubre próximo, y establece como objetivo obtener seis mil 400 millones de euros hasta 2017.