El papa Francisco dijo que analizará las críticas que han surgido en Estados Unidos por su postura anticapitalista y solicitó un diálogo constructivo antes de su viaje al país en septiembre. También le restó importancia a su participación en la reconciliación entre Estados Unidos y Cuba.
Francisco pasó gran parte de la semana pasada en Sudamérica —y antes de eso en varios discursos y dos documentos educativos clave— lamentando las injusticas del sistema económico global “estructuralmente perverso” de la actualidad, diciendo que pone a las ganancias por encima de la gente.
El Papa advirtió acerca de echar la culpa a sólo una de las partes en el marco de la crisis griega y tuvo una opinión favorable del gobierno del primer ministro Alexis Tsipras, del partido de izquierdas Syriza. “No entiendo mucho de esto, pero sería fácil decir: la culpa es sólo de uno”, opinó el religios.
“Los gobernantes que endeudaron internacionalmente a Grecia también tienen una responsabilidad”, afirmó. “Con el nuevo gobierno griego iniciaron una corrección que creo está bastante bien”, añadió el papa, quien confesó ser “alérgico a la economía” porque su padre era contador y, cuando no terminaba con su trabajo en la planta, lo llevaba a casa, sábados y domingos.
Pidió además que “no se pare” el proceso de paz en Colombia, cuyas negociaciones en Cuba atraviesan una fase delicada con la guerrilla de las FARC, en declaciones a los periodistas a bordo del avión papal.
“A mí me preocupa en este momento que no se pare el proceso de paz en Colombia. Debo decirlo: espero que vaya adelante. Estamos siempre dispuestos a ayudar. En tantos modos. Sería feo que no pueda seguir adelante”, dijo en el vuelo que lo conducía a Roma tras una gira de ocho días por Ecuador, Bolivia y Paraguay.
“Deseo y debemos rezar por Colombia, para que no se pare este proceso. Después de 50 años y muchos muertos, es que he oído que fueron millones los muertos”, recalcó.
Las declaraciones del papa fueron hechas durante la tradicional charla con los cerca de 75 periodistas que lo acompañan, entre ellos una decena de latinoamericanos.
El gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC alcanzaron el domingo un histórico acuerdo para desescalar el conflicto armado, que había recrudecido poniendo en riesgo el proceso de paz.
Interrogado sobre el éxito de las mediaciones que el Vaticano ha emprendido, en particular sobre la histórica reactivación de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba para quebrar más de medio siglo de enemistad, Francisco se presentó humilde.
“Lo que pasó entre Cuba y Estados Unidos no tenía un carácter de mediación. Había el deseo en una parte y también en la otra. Digo la verdad”, contó.
“Fue sólo buena voluntad de los dos países. El mérito es de ellos que han logrado esto. Nosotros no hemos hecho casi nada. Solo pequeñas cosas”, resumió.
El papa reconoció también que en Venezuela la conferencia episcopal trabaja para fomentar “un poco de paz allí”, dijo.