El papa Francisco exhortó hoy, en la clausura aquí del II Encuentro Mundial de Movimientos Sociales, a poner la economía al servicio de los pueblos. Su Santidad, en medio de aplausos de los delegados presentes, insistió en que los seres humanos y la naturaleza no deben estar al servicio del dinero y llamó a decir no a una economía de exclusión en la cual el dinero manda.
Esa economía mata, destruye, destruye la madre tierra. No debería ser un mecanismo de acumulación sino la adecuada administración de la casa común. Su objeto no es únicamente asegurar la comida o un decoroso sustento. Una economía verdaderamente comunitaria debe garantizar a los pueblos dignidad y prosperidad sin exceptuar bien alguno, remarcó.
Al mismo tiempo insistió en que la economía debe facilitar el acceso a la educación, la salud, la innovación, las manifestaciones artísticas, el deporte y la recreación y debe crear las condiciones para que cada persona pueda disfrutar de una infancia sin carencia, tener derecho al trabajo y a una jubilación decorosa.
Esta economía no es solo deseable y necesaria, sino también posible. No es fantasía, podemos lograrlo. Los recursos disponibles en el mundo son más que suficientes para el desarrollo integral de todos los hombres y de todo el mundo, recalcó.
También explicó que el problema es que existe un sistema con otros objetivos, que además de incrementar irresponsablemente la producción, daña la madre tierra y les niega a las mayorías sus derechos.
La distribución justa de los frutos de la tierra no es filantropía, es un deber moral. Se trata de devolver a los pobres y a los pueblos lo que les pertenece, comentó el Papa, quien aclaró que la propiedad, cuando afecta los recursos naturales, debe estar siempre al servicio de los pueblos.
El Obispo de Roma insistió en que los movimientos populares tienen un rol esencial, no solo insistiendo y reclamando, sino creando. Ustedes son poetas, creadores de trabajo, constructores de viviendas, sobre todo para los descartados del mercado mundial.
El II Encuentro de Movimientos Sociales se inició el pasado martes con la presencia de mil 500 delegados de 40 países de todos los continentes