La aprobación de la presidenta Michelle Bachelet registró en junio pasado el nivel más bajo de sus dos mandatos, anotando, según la encuesta Adimaark, es escaso 27 por ciento, en tanto la aprobación tocó el 68 por ciento. Comparativamente, estos registros son similares a los que tuvo Sebastiáan Piñera durante su peor época, marcada por las manifestaciones de los estudiantes.
Adimark interpreta esta nueva caída con varios episodios: A pesar de que la Copa América acaparó gran parte del acontecer noticioso del pasado mes, junio fue bastante agitado en otros ámbitos. Para el gobierno, el mes comenzó con la renuncia del ministro Insunza a la SEGPRES, quien alcanzó a estar en su cargo menos de un mes. El cargo se mantuvo vacante, con subrogación, y solo al finalizar el mes fue designado en su reemplazo el ministro Nicolás Eyzaguirre. Para el ministerio de educación se designó a la ministra Adriana Delpiano.
A lo anterior, de por sí anómalo (no hay antecedentes de una vacancia tan prolongada en un cargo del Comité Político del Gabinete, enfatiza Adimark), se sumó el debate por la reforma educacional, específicamente por el proyecto de carrera docente, que generó que más de 2.000 establecimientos educacionales se fueran a paro a lo largo del mes.
En otros temas de un mes bastante “espeso”, señala Adimark, en Santiago se decretaron ocho preemergencias por la mala calidad del aire, los choferes del Transantiago estuvieron en paro por demandas laborales, y la decisión de mantener fijo el horario de verano ha generado debates justo en el momento más duro, el solsticio de inverno.
En este contexto, “la Presidenta obtiene su peor evaluación comparando sus dos gobiernos, con un 27% de aprobación y un 68% de desaprobación . El 68% de desaprobación, es el nivel más alto en esta serie, e iguala la desaprobación que tuvo el ex presidente Sebastián Piñera en agosto de 2011 cuando las manifestaciones estudiantiles de ese año estaban en su clímax”.