Noviembre 19, 2024

Chile no da ni la hora: máximo desajuste horario

Chile es el único país en el mundo en que su gobierno, por decreto, obliga a sus habitantes a iniciar sus actividades en la penumbra de la noche y bajo el penetrante frío de la madrugada, fijando como permanente el horario de verano. Medida adoptada vulnerando la normativa del Tiempo Universal Coordinado que indica que debería retrasar su horario en dos horas. Y, lo más importante, quebranta mecanismos fisiológicos neuronales y endocrinos propios de todo ser humano, perjudicando la salud y la calidad de vida, especialmente del sector más vulnerable: los niños pequeños. Esta errónea decisión fue increíble, dado que existe sólido consenso científico en considerar inadecuado mantener el horario de verano durante todo el año atendiendo que la luz natural es clave para activar los procesos biológicos del cuerpo. La situación equivaldría al absurdo que un gobierno, para evitar cambios, decretara que la población usara ropa de verano durante todo el año. Con toda razón, José Maza, premio nacional de ciencias, califica la medida como “una soberana tontera”.

 

 

La supuesta causa de esta equivocada determinación, radicó en que el ministro supuestamente carece de conocimientos de fisiología y que pasó por alto la normativa del Tiempo Universal Coordinado. Es de suponer que no hubo olvido de esta regulación internacional, sino que un deliberado sentido de autonomía de su parte. Desestimó que la gran mayoría de los países se guía por el UTC desde hace muchos años. Él pretendió innovar y establecer una nueva pauta según sus propias percepciones y sin consultar a expertos. Debido a esta antojadiza gestación, era obvio presagiar las resistencias que iba a provocar el mantener el horario de verano por todo el año. De algunas de sus declaraciones, podría deducirse que consideró que si los habitantes de las regiones cercanas a los polos podían sobreponerse a las adversidades del frío y la obscuridad de sus mañanas, por qué no lo lograría el resto de los chilenos. Ya lo hacen los magallánicos, al igual los residentes de países que él admira como Finlandia y Noruega. Erróneamente, estimó que los inconvenientes ocasionados al cambiar la hora dos veces al año eran mayores. Otra posible hipótesis es que quizás pretendió igualar nuestro horario con el argentino, sin percibir que esto generaba un error. Argentina se encuentra desfasada en relación al Tiempo Universal Coordinado, pues no cumple con el huso horario que le corresponde y adelanta sus relojes en una hora. Este incumplimiento ocasiona serias críticas de algunos de sus científicos, como el destacado fisiólogo de la Universidad de Buenos aires, Daniel Cardinali.

Muchos países en el mundo cambian su hora en verano para aprovechar mejor la luz natural y economizar energía. Algunos han retrotraído este cambio, volviendo a su horario normal, de acuerdo con el Tiempo Universal Coordinado. Ninguno ha cometido el desacierto de mantener el horario de verano por todo el año como lo ha hecho Chile. Los turistas que visitan el país, se asombran que el gobierno incurra en el despropósito de convertir en noche las primeras horas de la mañana. En ninguna parte está obscuro a las 08:00. Comparan la hora que tienen en sus países y constatan que Chile está adelantado en dos horas respecto al suyo Algunos ejemplos son Lima, Montevideo, Río de Janeiro, Recife y muchos otros. Por otra parte, ciudades ubicadas en la costa oeste de Norteamérica, como Nueva York, Filadelfia, Toronto y otras tienen un hora menos al adoptar horario de verano, al retornar al de invierno diferirán en dos horas. Se da la incongruencia que un habitante de Arica, que parte de su ciudad a las 08:00 hacia Tacna, arriba a ella a las 07:00, después de una hora de viaje. Esto, porque Perú se atiene a la normativa UTC, como la gran mayoría de los países.

Opiniones de destacados científicos sobre el tema horario.

El eminente astrofísico, José Maza, premio nacional de Ciencias 1999, fue categórico al emitir su opinión contraria a la mantención del horario de verano. Afirmó: “es una soberana tontera”. “Poner para siempre -3 no resiste lógica, a lo más, el país debería usar el horario de invierno, pero lo ideal sería retrasarlo dos horas, de acuerdo a su longitud”. Agregó: “Tenemos el mismo huso horario que en el oeste de Brasil. La inmensa mayoría de los países que no cambia el horario en el año, vuelven al horario de invierno y no al de verano” Se declara partidario de ajustarse al huso horario -5 que le determina el Tiempo Universal Coordinado. Hizo un poco de historia, relatando que en 1912, en la Conferencia Internacional de la Hora, celebrada en París, se decidió adoptar un nuevo Sistema universal de horarios para terminar con el caótico mecanismo imperante hasta entonces, donde cada nación y, en algunos casos, ciudad, definía la hora que le daba la gana. Chile, por razones misteriosas, en 1918 adoptó el huso horario -4, pese a que le correspondía -5”

Francisco Ocón, responsable de la página Horamundial.com, con sede en Islas Canarias, censuró el horario adoptado por Chile: “Me parece muy raro y un despropósito. Según mis datos, Santiago está a 4 horas y 42 minutos de Greenwich. Le corresponde por lo tanto el -5. Creo que el error que cometieron es ignorar lo que significa el horario de invierno, que es el horario estándar en el mundo, el que geográficamente le corresponde a cada país y en donde se supone que al mediodía el sol está en su cenit. Pero en Chile, ahora el sol llega a su cenit a las dos de la tarde. Hay 150 países que no cambian la hora, pero están con horario de invierno”

Walter Avdaloff, profesor de neurología de la Universidad de Chile, director del instituto del Sueño Neurodiagnos, desaprobó el nuevo horario: “Las consecuencias de este desfase para los niños son nefastas. Desde hace cincuenta años que los estudios de la medicina del sueño vienen diciendo lo mismo, que el reloj biológico sigue funcionando en la obscuridad y que cuando una alarma nos dice que debemos despertar de noche, nuestra mente dice que deberíamos seguir durmiendo. Estamos sincronizados con la luz, con despertar de día, y la falta de estimulación lumínica que se está produciendo, está provocando somnolencia. Existen cuadros depresivos directamente relacionados con la disminución de las horas de luz en invierno y que el desfase actual no hará sino empeorar la situación”.

John Ewer, profesor del Centro Interdisciplinario de Neurociencias de la Universidad de Valparaíso, coincide con Avdaloff y declara: “Las consecuencias de este desfase horario para los niños son nefastas. En primer lugar, hay que tener presente que los niños duermen más. No es que sean flojos y se queden pegados en la cama. No. Los seres humanos de menor edad están biológicamente programados para dormir más horas que los adultos. Además estamos sincronizados con la luz del sol. Aunque prendas diez mil ampolletas, eso no se compara con el sol. Y, si para un adulto es nefasto levantarse sin luz, para un niño es aún peor, porque va a estar alerta mucho más tarde. ¿Y se supone que queremos que nuestros niños aprendan? ¡Pero si los niños en estas circunstancias no van a aprender nada! Estamos hablando de por lo menos dos horas perdidas”.

La psiquiatra, Carmen Gloria Betancur, presidenta de la Sociedad Chilena de Medicina del Sueño, opina “lo mejor es volver al horario de invierno, porque el reloj que interesa es el biológico, el que se ha visto alterado con el inicio de las actividades a obscuras. La luz del sol detiene la producción de melatonina, una hormona neuronal que facilita el sueño; cuando se frena, la persona se activa. El despertarnos con tanta obscuridad, hace que nos levantemos todavía con secreciones de melatonina alta, y esa es una de las razones por la que andamos más somnolientos por las mañanas y nos cuesta mucho empezar. Fisiológicamente no es bueno seguir como estamos, porque nos obligan a despertar en un momento en que todavía no nos llega la señal ambiental de tener que despertarse. Si, en condiciones normales, una persona tarda una hora en estar totalmente despierta, con la mantención del horario de verano ese proceso ha aumentado al doble. La mayor queja de las madres es cuánto les cuesta levantar a sus hijos. Los profesores refieren un mayor ausentismo, atraso en llegar a clases y que a los niños les cuesta partir en la mañana” Plantea evaluar el impacto del GTM-3 en la accidentabilidad, las enfermedades respiratorias y en el funcionamiento cognitivo, rendimiento, atrasos y ausentismo escolar, porque los niños son más susceptibles a presentar alteraciones”

Principales afectados por la mantención del horario de verano

Los niños acuden en plena obscuridad a sus establecimientos educacionales, con sus mecanismos fisiológicos neurales y hormonales aún no aptos para sus actividades, acusando somnolencia, desconcentración e irritabilidad, perjudicando sus aprendizajes. Los más afectados son los párvulos que normalmente necesitan muchas horas de sueño. El ausentismo ha aumentado notoriamente en kínder y pre kínder. Sus padres justifican la inasistencia por la dificultad para despertar a los niños, por el riesgo de sacarlos al frío de la madrugada y que contraigan enfermedades respiratorias.

Es ilustrativo el caso de los pequeños de Lampa, que fue motivo de un reportaje de La Segunda, que relata: “En la comuna de Lampa, donde la temperatura es varios grados menos que en Santiago, la situación de los escolares es dramática. El conductor del vehículo que los transporta, Luis Gutiérrez, se queja que los niños duermen en su vehículo y que tiene doble trabajo: pasarlos a buscar y despertarlos en forma suave. Una madre, María Martínez, dice indignada; Yo haría una marcha para que quiten esta cuestión de ir al colegio de noche. La profesora de kínder, Bárbara Contreras, del colegio San Juan, lamenta que los niños llegan cansados y congelados, por lo que los recibe con una estufa y una ampolleta Calor-Luz. La subdirectora, Daniela Candia, comenta: “Esto los afecta en su rendimiento: ya los niños ni siquiera hacen desorden, porque están dormidos y congelados y cuando suena la campana, se ponen a dormir en la sala de clases”

Las familias de altos ingresos, simplemente, lleva a sus niños más tarde al colegio. Los dueños reclaman que este retraso altera su programación. Sin embargo, no se atreven a exigir puntualidad pues arriesgan el retiro de los infantes y, con ello, pérdida de de las grandes ganancias que proporciona la educación en Chile. Ante este problema, algunos establecimientos han retrasado la hora de inicio de clases.

Es penosa la situación de la gente modesta, forzada a vivir muy alejada del centro de la ciudad, en terrenos de menor valor, ante el incontrarrestable poder de las inmobiliarias. A veces demoran varias horas en llegar a su lugar de trabajo. Al salir de sus casas, en completa penumbra, está expuesta a ser víctima de delincuentes, a sufrir el intenso frío de las primeras horas de la madrugada, con las consiguientes enfermedades respiratorias, y a ser víctimas de accidentes de tránsito que ocurren con mayor frecuencia por falta de luz.

Otro grupo especialmente perjudicado por la mantención permanente del horario de verano, es el de los pacientes indigentes y de bajos y medianos ingresos. Ellos están obligados a atenderse en los policlínicos del deteriorado sistema de salud público. Deben concurrir a estos centros de atención primaria, para sacar número, muy temprano en la madrugada, soportando intenso frío y la obscuridad, para lograr ser vistos por un médico o atendidos por otro profesional de la salud. Por supuesto, esto perjudica enormemente a las personas enfermas.

Los conductores de vehículos son otra colectividad afectada por el nuevo horario. Se ven forzados a manejar en la obscuridad, sin recuperar aún el estado de plena vigilia. En estas adversas condiciones deben enfrentar el conducir en la hora punta de la mañana, de gran congestión y embotellamientos. Esto les ocasiona gran tensión por la natural dificultad visual por la falta de claridad. Temen colisionar con otro móvil o atropellar a un peatón o ciclista que no cuenta con elementos reflectantes.

También los adultos mayores se han visto especialmente afectados. El funcionamiento de sus organismos ha estado durante muchos años regulado por la luz natural. Pueden adaptarse al cambio de horario de verano al de invierno, pero no a la carencia de luz en las mañanas en su despertar. Por esto presentan frecuentemente serias alteraciones del sueño, debiendo recurrir comúnmente a benzodiazepinas que producen adicción.

El importante sector frutícola se queja de negativas consecuencias de la mantención del horario de verano. El 4 de junio, la Federación de Productores de Frutas de Chile informó que el actual huso horario había causado retraso en las labores de los campos por falta de luz y que no era factible colocar iluminación artificia de forma efectiva. Afirmaron que esto les hacía perder 45 minutos diarios a los trabajadores, mermando así la productividad en un 15% la. Juan Carolus Brown, presidente del gremio, hizo notar que aquello afecta sobre todo a la zona central que concentra la mayor producción para la exportación.

Reacciones de los medios de comunicación ante el nuevo horario.

La misma noche, del 28 de enero, en que el ministro Pacheco comunicó la mantención del horario de verano, la periodista y presentadora de noticias del canal 13 de televisión, Constanza Santa María, acertadamente predijo las serias perturbaciones que la medida iba a provocar al avanzar el otoño y especialmente en invierno. Destacó los efectos perniciosos sobre los niños pequeños. Se hizo a si misma la pregunta: ¿A quienes habrá consultado el ministro Pacheco para cometer este gran error?. Fue una sagaz precursora de la ola de críticas que se desencadenarían posteriormente al finalizar el verano.

La mayoría de los medios de comunicación han dado cabida a numerosas críticas sobre la mantención del horario de verano y también a la publicación de cartas en contra de la medida. Los periódicos del consorcio de El Mercurio han sido especialmente activos en acoger opiniones adversas. Científicos, como John Ewer, ha contado con amplia tribuna en la prensa y en los canales de televisión.

El diario La Tercera, el 25 de mayo, publicó un editorial bajo el título: “Efectos de mantener el horario”. En él comentaba: “Hoy el país opera bajo un horario de verano extendido, ampliando la diferencia respecto al huso horario que le correspondería de acuerdo a los estándares globales y generando la crítica de muchas personas, escolares incluidos, que desarrollan sus actividades más temprano bajo la más completa obscuridad. La tradicional fotografía oficial del gabinete ministerial de Cerro Castillo, tomada este año bajo potentes focos e iluminación especial, constituye un buen reflejo de este impacto. Sería ilustrativo conocer los informes y estudios que tuvo en consideración el gobierno para optar por extender el horario de verano, cuando varios expertos sostienen que lo recomendable habría sido optar por el huso de invierno y permanecer con ese horario el resto del año”

El 17 de junio, El Mercurio publicó un editorial titulado: Horario de invierno por decreto. Formula la pregunta: ¿Cabe negarse a evaluar detenidamente los alcances de una resolución de gran importancia en la vida cotidiana de las personas, aduciendo que el decreto supremo que la establece tiene vigencia de dos años?… El ministro de Energía ha dicho que no corresponde evaluar la medida hasta cuando finalizará la vigencia del decreto respectivo. Negarse ha revisar la evidencia que induzca a revisar los efectos de la decisión adoptada sería incomprensible para la opinión pública… Hay quienes denuncian que la permanencia del horario de verano ha afectado negativamente el desarrollo de las actividades escolares, como también las labores del agro y de la construcción, y llaman a la autoridad a reconocer que fue una decisión errada. Esta debió someterse a un mayor debate público y probablemente ser materia de una resolución de mayor jerarquía que un Decreto supremo”.

El domingo 14 de junio, El Mercurio publicó en primera página, en grandes caracteres, el resultado de una reciente encuesta de la Universidad del Desarrollo, destacando que un 63% rechazaba el nuevo sistema horario impuesto por el Gobierno. Luego, en página interior, informaba que la falta de sueño reparador, inseguridad al salir de las casas en la mañana y el aumento de las cuentas de luz eran algunos de los argumentos que los santiaguinos esgrimían para apoyar la idea de volver al sistema anterior, cuando se distinguía entre horario de verano y de invierno. Enseguida, en grandes gráficos mostraba los datos obtenidos. En ellos se observaba que Solo un 25% estaba conforme en mantener el horario de verano en forma permanente Un 53% deseaba volver al sistema diferenciado. Un 11% optaba por tener un solo horario, pero el de invierno. 11% ns/nc. Un 59% opinaba que su cuenta de electricidad le había subido como producto del nuevo sistema horario.

Acciones en contra del horario de verano permanente.

El 17 de junio el alcalde de Melipilla, Mario Gebauer, presentó en la Corte de Apelaciones un recurso de protección contra el ministro de Energía, Máximo Pacheco. En la presentación manifiesta que la mantención del horario de verano lesiona derechos constitucionales. Considera que el Estado propicia la delincuencia con este horario. Que las comunas más desfavorecidas han sido las rurales, como Melipilla, porque muchos trabajadores y estudiantes cumplen sus labores en otras comunas, lo que significa salir de sus casas totalmente a obscuras. Menciona que hay un colegio que atrasó su horario de entrada y otros evalúan seguir sus pasos, lo que perjudica el ingreso al trabajo de sus padres. Desaprueba que el ministro plantee que el horario de verano mejora la calidad de vida, pues estima que es lo contrario. A esta causa se sumaron varios alcaldes de la Región de O´Higgins y el de Cerrillos.

El 16 de junio, la vicepresidenta de RN, Paulina Núñez, integrante de la Comisión de Energía y Minería de la Cámara de Diputados, acudió a la contraloría General con el fin de revertir la decisión ministerial de mantener el horario de verano en forma permanente. Dentro de la Alianza, los diputados de la UDI Ernesto Silva, José Antonio Kast y Jaime Bellolio no dejaron pasar la oportunidad de criticar los errores del gobierno y, el 20 de junio, exigieron que se retomara el horario de invierno, basados en que, “al revés de lo planteado por el ministro Pacheco, se ha constatado que ha habido más delincuencia en las mañanas y no ha habido menos consumo de energía”

En el sitio internet, www.change.org, existe una campaña para reunir firmas para respaldar una petición a la presidenta Michelle Bachelet y al ministro Pacheco para que el país retorne al horario de invierno. Inicialmente se fijó como meta juntar 2.500 firmas, pero muy pronto alcanzó la cifra y decidió que se ampliara a 5.000. Actualmente está superando las 3.300.

El 2 de junio, apareció la noticia que la bancada DC había propuesto volver a modificar el horario dos veces al año, considerando “el enorme deterioro en la calidad de vida de los chilenos y chilenas que deben salir de noche de sus casas”. Luego de la entrevista que el ministro dio a La Segunda en que declaró que solo en el 2017 se revisaría el nuevo horario, el diputado Ricardo Rincón calificó tal afirmación como “lamentable” e insistió en retornar al antiguo horario.

Argumentación del ministro Pacheco.

Entrevistado el 31 de mayo por Las Últimas Noticias, el ministro Pacheco afirmó: “El cambio de horario es una decisión definitiva, está bien tomada y estamos convencidos de que hay un proceso de ajuste, porque hubo un cambio, pero esto va a probar sus bondades”. Insistió en que la idea del cambio de invierno era que se ahorraba energía y que ahora con la modificación de los hábitos de consumo de electricidad, no tenía sentido mantenerlo. Manifestó que tomó la decisión en base a los siguientes hechos: “cambiar el horario tiene costos de administración, cambia el metabolismo al cambiar la hora de despertar, obliga a sincronizar los aparatos electrónicos y genera un trastorno generalizado. Lo que concluimos es que no era necesario tanto trastorno a la vida de las personas. Al preguntarle qué pasaba con los chicos que partían al colegio a obscuras, respondió: “Desde el punto de vista de la educación, las horas de mejor rendimiento son las dos primeras de la jornada, porque tienen mayor concentración. Las más difíciles para el profesor son las últimas. Este horario permite que las horas de luz acompañen hasta más tarde la jornada” Ante la aseveración del periodista que había estudios que indicaban que el mejor desempeño se daba cuando la jornada comenzaba con la luz, Pacheco expresó: “yo no soy ministro de Educación. En esto usted puede tener un argumento para ajustarse a lo que es su preferencia horaria y no vamos a lograr darles en el gusto a todos, pero sí le puedo decir que la gran mayoría de los chilenos quería horario único y que, por último, las horas de luz no las dictamos nosotros” Ante la objeción: “pero las administran”, el ministro replicó: “Aquí hay cuatro cosas. Una, que la medida es neutral desde el punto de vista de la energía. Dos, que ayuda a la jornada escolar, ya que en la mañana hay mayor rendimiento y en la tarde los niños vuelven con luz a hacer sus tareas. Tercero, que desde el punto de vista de la salud esto permite disfrutar más de la jornada post laboral, con actividades deportivas y vida de barrio. Cuarto, que para la ocurrencia de delitos las horas más críticas son las de la tarde; si hay luz hay menos peligro. Por último, con el horario único hay ahorro, porque las horas de electricidad más caras son las que van entre las 188:00 y las 21:00: si se extiende la jornada de luz en la tarde ese gasto disminuye”. Interrogado sobre si la obscuridad matinal podía generar accidentes de tránsito, el ministro manifestó: “Los estudios muestran que hay menos accidentes con el horario único. Son esas dos semanas de ajuste de las personas al nuevo horario las que producen accidentes” Requerido sobre problemas en los sectores productivos, su respuesta fue: “En la industria no ha habido impactos porque, como hemos dicho, esto no incide sobre el uso de la energía. A eso se suma que los sistemas de turno anulan cualquier repercusión”. Ante la consulta si había hecho una evaluación de la medida, el ministro contestó: “Hemos monitoreado de cerca el tema a través de los estudios de opinión, de cartas a los diarios, de programas de TV, etc., y claro en el tema hay opiniones”.

El 15 de junio, el diario La Segunda entrevistó al ministro de Energía. El titular fue: “Pacheco dice que en dos años se verá si se mantiene o se modifica el horario”. Declaró el ministro que las razones que tuvo para mantener el horario de verano fueron: “en el invierno dar más horas de luz al final de la jornada era mejor para la salud, para la educación, para la seguridad, y también para las actividades deportivas y extracurriculares… Una persona que tiene la capacidad de realizar actividades deportivas tiene mejor salud. Una persona capaz de caminar por los parques o salir a pasear con sus niños, es una persona que obviamente tiene mejor calidad de vida, mejor salud. Al preguntarle sobre la situación de los consultorios en que las personas enfermas debían acudir a estos en horas de mayor frío y obscuridad, su respuesta fue: “eso es parte, justamente de los temas que estamos monitoreando. Estamos viendo de qué manera eso puede estar generando alguna dificultad. Sobre la misma circunstancia en los niños y su seguridad, dijo: “Es un tema a debatir. Por eso es que esta es una discusión que está abierta al seguimiento, al monitoreo. Se necesita como sociedad un debate democrático. Me doy cuenta de que ahí hay un punto de vista y obviamente lo estamos evaluando. La experiencia, hasta ahora, que nosotros seguimos revisando, es que, en general, la gente apoya la medida que está motivada por el bienestar. Somos un ministerio que se ha caracterizado por todas sus políticas públicas con diálogo y participación social. Estamos trabajando con centros de estudio, con universidades, distintas organizaciones que han manifestado su interés en participar en esta discusión y, de esa manera, resolver esto. Requerido si se podría volver al horario de invierno, respondió: “Este decreto está firmado por un período de dos años y ese decreto va a vencer. Cuando venza, se dirá si se mantiene o se modifica el horario de verano al de invierno”. Al finalizar la entrevista, el ministro contempló satisfecho el atardecer santiaguino, a través del ventanal de su sala de reuniones y exclamó: “6.30 de la tarde, y mire qué maravilla”.

Comentario acerca de las declaraciones del ministro.

De la lectura de las declaraciones del ministro se puede apreciar su obstinación en mantener el horario de verano durante todo el año, desoyendo las múltiples críticas, aún las provenientes de científicos especializados y de gente corriente que se siente afectada. Llega al extremo de aseverar que el horario por él implantado mejora el rendimiento escolar, idea refutada por la generalidad de los expertos. Realmente los niños ingresan semidormidos, incapaces de mantener la la concentración por no recuperar aún el estado de vigilia. Igualmente controvertible es que este cambio es favorable para la salud y que favorece realizar actividades deportivas. Como se ha visto, es todo lo contrario. La actividad física en las tardes está contraindicada en ciudades como Santiago, Temuco, Osorno, Coihaique y tantas otras, por su alta contaminación ambiental. El pretender monitorear por dos años los serios inconvenientes que ha provocado la mantención del horario de verano, resulta nefasto para los niños y enfermos de escasos recursos. Ellos no pueden esperar que se corrija tan desafortunada determinación que empeora seriamente su calidad de vida.

El 21 de junio, el ministro Pacheco anunció que había conformado un comité de profesionales de los ministerios del Interior, Economía, Agricultura, Salud, Educación, Transportes y Energía para monitorear y evaluar la medida. Esta acción es evidentemente una acción dilatoria para evitar la pronta anulación de su horario y salvaguardar su prestigio y decaída imagen pública derivada de su obstinada posición. La conformación de tal comité resulta superflua ya que la implantación permanente del horario de verano es evidentemente errónea, yendo más allá de toda duda científica razonable. Sería como nombrar un comité de científicos para verificar si es realidad que la tierra gira alrededor del sol.

La presidenta debería asumir una posición activa en corregir tan desfasado horario. Ella figura como coautora, al firmar el decreto respectivo. En su calidad de médico, no puede ignorar que se ha trasgredido principios básicos de fisiología, con lo que se ha perjudicado especialmente a los niños pequeños y a las personas más desvalidas. Por su estadía en diferentes países, tampoco debe desconocer la normativa internacional de husos horarios que ellos respetan al fijar su hora. Le cabe cumplir con lo declarado a la radio colombiana W, el 24 de junio, en que expresó: “Chile es un país que identifica los problemas y los enfrenta directamente para corregirlos”.

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