El Vaticano cerró el primer tratado que reconoce formalmente al Estado palestino y que aborda las actividades de la Iglesia católica en áreas controladas por la Autoridad Nacional Palestina (ANP), informó la sede católica este miércoles.
El acuerdo apunta a aumentar la presencia y las actividades de la Iglesia católica y su reconocimiento a nivel judicial, dijo el viceministro de Relaciones Exteriores del Vaticano, monseñor Antoine Camilleri, quien lideró la delegación de seis personas de la Iglesia romana en las negociaciones sobre el tema.
El acuerdo sobre el lugar de la Iglesia en los territorios palestinos expresa también el apoyo del Vaticano a una solución del conflicto entre israelíes y palestinos en el marco de la fórmula de dos estados, agregó Camilleri en una entrevista con el diario L’Osservatore Romano.
El texto del tratado fue finalizado y será firmado oficialmente por las autoridades respectivas en el futuro próximo, indicó un comunicado conjunto difundido por el Vaticano.
Funcionarios de la Santa Sede destacaron que aunque el tratado es significativo, en realidad no constituye el primer reconocimiento del Vaticano, pues ya está catalogado como Estado de Palestina en nuestro anuario oficial, aclaró el portavoz Federico Lombardi.
El 29 de noviembre de 2012, la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) adoptó una resolución en la que reconoce a Palestina como un Estado observador no miembro. La medida fue bienvenida en su momento por el Vaticano, que tiene exactamente el mismo estatus ante la ONU.
El acuerdo fue anunciado días antes de que Francisco se reúna con el presidente palestino, Mahmoud Abbas, quien planea asistir a una misa el domingo en la que se canonizará a dos monjas palestinas que vivieron en los siglos XIX y principios del XX.
Durante una visita de tres días a Medio Oriente el año pasado, Jorge Bergoglio deleitó a sus anfitriones palestinos al referirse a ellos como el Estado de Palestina, en respaldo a su búsqueda incesante de ser reconocidos como un Estado pleno por el resto de los países, entre ellos Israel.
El presidente del Congreso Judío Europeo, Moshe Kantor, calificó al tratado de desafortunado, y señaló que disminuiría las posibilidades de una resolución pacífica negociada del conflicto y envalentonará a los extremistas.
Abraham Foxman, de la Liga Anti Difamación, dijo que el tratado era prematuro y que socavaría una solución negociada al conflicto entre los dos estados.
En una entrevista con el periódico oficial del Vaticano, L’Osservatore Romano, Camilleri dijo que esperaba que el tratado ayude indirectamente al Estado palestino en sus relaciones con Israel.
Sería positivo si el acuerdo pudiese de alguna manera ayudar al establecimiento y reconocimiento de un Estado de Palestina independiente, soberano y democrático que conviva en paz y de forma segura con Israel y sus (otros) vecinos, señaló Camilleri.
A su vez, la fiscal de la Corte Penal Internacional advirtió a Israel que si no proporciona información fiable para su investigación preliminar sobre posibles crímenes de guerra en territorios palestinos podría verse obligada a decidir si lanza una investigación completa basada sólo en acusaciones palestinas.
Fatou Bensouda dijo en una entrevista con Associated Press que todavía no ha recibido ninguna información de los dos bandos con respecto a la crisis de Gaza del pasado verano. Hizo hincapié en que la entrega de los datos requeridos era en el el mejor interés de ambas partes.
Bensouda abrió una investigación preliminar a mediados de enero luego de que la ANP aceptó la jurisdicción de la corte, que data de antes de la guerra del año pasado en la franja de Gaza, donde murieron más de 2 mil 200 palestinos, incluyendo cientos de civiles. En Israel perdieron la vida 67 soldados y seis civiles.