Una coincidencia que refleja una coherencia histórica. El mismo día que se anunció la formalización de varios dirigentes y parlamentarios de la UDI por fraude al Fisco se conoció la condena de los oficiales del entorno de Pinochet por encubrir, en el llamado caso Riggs, las apropiaciones indebidas del dictador al erario nacional, 5 millones de dólares sólo en los bancos chilenos (Estado y Chile), 24 propiedades ,120 millones de pesos. La UDI y Pinochet unidos por su común afán delictual de apropiarse de lo ajeno.
Se ha dictado condena sobre el general Jorge Ballerino y otros cuatro más de su rango. Este general representó a Pinochet en el diseño de la transición, en tanto por el gobierno democrático el operador era Enrique Correa. Se entendieron muy bien y rápido, no podía ser de otra manera.
La plana mayor política, histórica e ideológica de la UDI va a ser sometida a proceso de investigación penal por fraude al Fisco. Alberto Cardemil, Jovino Novoa, Iván Moreira, Pablo Zalaquet y Felipe de Mussy, por ahora. Falta la niña, la mentirosa, pero de que viene, viene.
Caen por lo mismo, uniformados y cucalones; apropiarse delictualmente del erario nacional, robarse el dinero de todos los chilenos.
La UDI no debuta en esto de hacerse de lo ajeno, lo que ya tenemos años recordamos al maestro carpintero Cárdenas que ganó un premio millonario en la Polla Gol del que esquilmaron los jovencitos de la UDI que estaban partiendo.
Durante mucho tiempo la derecha nos vendio la idea de un general un poco rústico, que había cometido excesos en su amor militar a la patria. Falsa imagen, era un ladrón común y corriente como el más rapaz de sus colegas africanos o bananeros. Un Somoza o un Amín Dada que los norteamericanos abandonaron como a una bataclana vieja cuando no les fue útil.
Existe un libro del periodista Benedicto Castillo, “Pinochet el gran comisionista”, que da cuenta de la sólida trayectoria de Pinochet en esto de apropiarse de lo ajeno y hacer dinero como fuera, desde su contrabando de whisky cuando era oficial en Iquique o cuando vendía autos usados en la Escuela de Infantería de San Bernardo. Este libro histórico ha sido silenciado por la prensa oficial.
Como en una mutación histórica estrambótica, la UDI es padre e hija de Pinochet. Durante tres años Jaime Guzmán se dedicó a instigar el golpe de estado y la consiguiente masacre de lo más consciente de la clase trabajadora y los intelectuales chilenos.
La UDI y Guzmán se desarrollaron al amparo de Pinochet. Le sirvieron de tapadera ideológica también, la puesta en escena de Chacarillas como remedo rasca de los desfiles nocturnos de Goebbles.
Ahora, que se está escribiendo la historia, el ethos común del general Pinochet y la UDI se nos muestra nítido: unidos en la común voluntad de apropiarse de lo ajeno.