Noviembre 18, 2024

La desigualdad terminará por romper el saco

Las cifras oficiales y las declaraciones de los directivos de la FED, señalan que la economía norteamericana se ha fortalecido y que avanza lentamente, convencidos de estar saliendo de la crisis. No obstante, los indicadores más recientes, como el indicador del consumidor (The conference Board), uno de los principales indicadores que predicen la disposición al gasto del consumidor, señala una caída en Abril de 95,2 frente al 102,5, esperado.

 

 

En ese mismo sentido, el Baltic Dry Index, que monitoriza las tasas del transporte de las principales materias primas a granel por mar, se desplomó a un mínimo histórico en febrero. El SCFI indicador que monitoriza las tarifas de envíos a los puertos del norte de Europa se desplomó a 67% desde hace un año, datos que muestran a Estados Unidos enterrando la nariz y que de no producirse cambios notoriamente positivos en los próximos meses, podríamos estar en presencia de un estancamiento secular, similar a lo experimentado por Japón, caracterizado por una deflación persistente y con un endeudamiento que podría alcanzar el 244% del PIB a finales de 2015 y más de una década de crecimiento acumulado en un PIB sensiblemente inferior al norteamericano.

 

Es probable que durante el presente año, se defina el camino que seguirá la economía mundial con una FED que está dividida entre los que urgen por subir las tasas y otros que no ven condiciones para hacerlo. Las opciones que están en juego, tienen que ver un soslayado riesgo financiero producto de las burbujas. Los optimistas son funcionales al sector financiero, bancario o de las transnacionales, es decir, el 1% de los más ricos, que creen ya pasamos la crisis del 2008 y que vivimos un proceso normal con algunos altibajos.

 

Irónicamente los economistas P. Krugman y D. Summers reconocen estas burbujas de activos inducidas por la FED y las ven como nuestra única esperanza. De hecho, Summers argumentó en un discurso pronunciado ante el FMI que el mundo de hoy necesita burbujas sólo para lograr algo cercano al pleno empleo. El columnista del New York Times, Paul Krugman, manifestó un razonamiento engañoso similar en su blog diciendo que las; “Burbujas pueden ser necesarias para compensar la insuficiente demanda, el alto desempleo y lento crecimiento.” Un pecado piadoso.

 

La competencia se está dando a grandes niveles, entre las grandes corporaciones y transnacionales, que ven una oportunidad para ser más grandes. Al respecto están las conversaciones sobre opciones para un acuerdo entre British Petroleum y Exxon que capitaliza US$ 353.000 millones, a lo que se opone el gobierno Británico. Empresas como Total, BP o ConocoPhillips o como Anadarko, Occidental Petroleum o Tullow, con miles de millones de dólares de capital estudian unificarse, por nombrar algunas del ámbito energético. Las autoridades, los grandes grupos y sus seguidores creen que las razones de la debilidad de Estados Unidos, se debería al crudo invierno en Norteamérica, a Grecia, a los rusos, o al petróleo, etc., factores puntuales que cambiarían en los próximos meses.

 

Este positivismo que viven los sectores de mayor riqueza, ha contagiado a parte de la población de EE. UU., que ha optado por cambiar sus vehículos más antiguos por grandes camionetas 4×4, pensando que la grandeza de Estados Unidos, las bajas tasas y el petróleo barato, están de regreso para quedarse. Y como todo debe ser en grande, grande es la deuda formada en los bonos de la deuda automotriz. Más del 14 % de los préstamos, de acuerdo a Skopos Financial, de Irving Texas, corresponden a prestatarios sin ninguna calificación que han originado una nueva deuda “Sub Prime automotriz”, que emergerá con fuertes impagos si la FED sube las tasas.

 

En Europa, los grupos optimistas no dejan de expresar su complacencia frente a la expansión cuantitativa del BCE por la emisión de € 1,1 millón de millones de euros, al considerar que los resultados son mejores a lo esperado. Incluso ven como señal positiva que España esté dentro del “cuadro de honor” de los países que están emitiendo deuda con tasas negativas, es decir, cuando son los inversionistas quienes deben pagan por prestar dinero. La zona euro se desaceleró en abril, aunque sigue creciendo a un mayor ritmo que el año pasado. Los rendimientos de los bonos del gobierno alemán son negativos desde los plazos más cortos hasta el bono a 9 años. Es la misma Alemania que tiene 7,5 millones de trabajadores alemanes, uno de cada cinco, que carecen de un empleo estable a tiempo completo y cuya cifra no para de crecer. Esto significa que poner dinero en Alemania para los próximos 9 años, implica pagar por prestar, un absurdo que corresponde sólo a una especulación contra el BCE, el cual deberá salir al rescate de Europa si se paraliza la economía, si Grecia sale del euro o si se enfría la economía de Estados Unidos.

 

Los bajistas creen que vendrá un ajuste importante. La especulación en los mercados con tipos negativos son síntomas de una especulación desatada acorde con la intervención de los bancos centrales que produce deflación. El profesor Antal Fékete, fundador de la Nueva Escuela Austríaca de Economía, ha explicado que las operaciones de mercado abierto de la FED ocasionan que se genere una especulación “libre de riesgo” en el mercado de bonos. Los hechos están confirmando la teoría. Cada vez que los precios de los bonos caen, suben sus rendimientos, los especuladores aprovechan para tomar posiciones comprando más bonos con liquidez que reciben prácticamente gratis debido a las bajas tasas, pues saben que para que la fiesta siga, la FED y otros Bancos Centrales no tiene más opción que seguir emitiendo y volver a recomprar después esos bonos más caros, con menor rendimiento. No hay escapatoria, es el círculo vicioso deflacionario que vive Japón, Europa, incluido Gran Bretaña por los bajos resultados del primer semestre 2015, y que podrían sumar a EE. UU, que están dando indicios de una expansión monetaria poco exitosa, excepto para el 1% más rico, que sigue aumentando su riqueza.

 

La base para estimular la economía en Estados Unidos fue creada con una colosal deuda, la cual permitió financiar el déficit fiscal del gobierno, dos guerras y todo el aparato bélico disperso por el mundo para sostener un modelo que se está agotando y que no puede financiar los gastos federales para sostener la hegemonía, que ahora compite con Rusia y China. Desde los tiempos de R. Reagan, pasando por Bush padre y Bush hijo, se otorgaron grandes ventajas a un modelo que se dedicó a desmantelar el gasto social y a desregular las actividades financieras, hasta formar una burbuja en la construcción, que luego explotó como la crisis de la deuda Sub Prime 2008, con un efecto dominó en los instrumentos de deuda financiera, que detonaron en casi toda la banca mundial, la que debió ser rescatada con fondos públicos, todo dentro de una política pensada y planeada fríamente para que así ocurriera.

 

El rol de China en dicho período de expansión, fue una gran capitalización de su aparato productivo exportador montado sobre una industria con ventaja en los costos salariales bajos, e incluso sumando empresas estatales muy contaminantes y poco eficientes, que recibieron importantes créditos para financiarlas. El auge en la demanda de materias primas estimuló las exportaciones de los países emergentes hacia China, especialmente de Asia, oportunidad que le permitió a China exportar productos a bajo costo al mercado de Estados Unidos, Europa y a gran parte del mundo, generando enormes excedentes comerciales, con un efecto adicional, de paso produjo la desindustrialización en los países ricos, excepto los centros de mayor tecnología.

 

China sufre hoy vicios similares a los ocurridos en Estados Unidos o Europa. Tienen una gran burbuja en la construcción, y otra en la deuda. Una gran deuda pública, de empresas y en las familias que a mediados del 2014, sumaba US$ 28 millones de millones, es decir, un 282 % de la producción económica total del país. Datos recientes señalan que algunas fábricas estatales como, Baoding Tianwei Group Co., han dejado de pagar la deuda interna. En el rubro de la construcción, Kaisa Group Holdings Ltd., se convirtió en el primer desarrollador inmobiliario chino en no pagar la deuda en dólares. Es un hecho, la economía China se ha desacelerado, pero creciendo oficialmente a un 7 %, aunque se sospecha sea menor, no obstante, y aun cuando caiga en medio punto o un punto más, la gran diferencia con respecto a las economías occidentales es que el gobierno Chino tiene un gran margen de maniobra para controlar la crisis y posee reservas por US$ 3,73 millones de millones de dólares.

 

Para manejar la crisis Sub Prime, Estados Unidos emitió cantidades superiores a los US$ 4,5 millones de millones de dólares, con el objetivo de reactivar la economía, excesos que en la base monetaria han amplificado la fortuna del 1% de los más rico a través de las sucesivas expansiones de crédito a costo 0, manteniendo a la mayoría de la población restante estancada o en depresión provocando una desigualdad similar o peor a la existente en 1929, con burbujas como parte de la solución. Lo dice, Paul B. Farrel, “La burbuja de la desigualdad se está acelerando, peor que en 1929, o incluso 1789. La brecha de la desigualdad se encuentra ahora en los niveles de 1929, lo que hace que la apuesta del Partido Republicano con el futuro de Norteamérica sea un verdadero “asalto a la clase media”. El Partido Republicano sigue haciendo fuerza para agregar más y más beneficios a los ricos, mientras que recorta incentivos al resto de la población, que en realidad es la base real de la economía de Estados Unidos.

 

El economista, premio Nóbel de economía, Joseph Stiglitz, no es de los optimistas cuando dice: ” A Estados Unidos le gusta pensar de sí mismo como una tierra de oportunidades.”Pero hoy en día los números muestran que el sueño americano es un mito … ensanchamiento de la brecha … la tendencia clara es una concentración del ingreso y la riqueza en la parte superior, el vaciamiento de la media, y el aumento de la pobreza en la parte inferior “.

 

No será posible anticipar el día en que las bolsas se hundan para corregir el desequilibrio financiero que amenaza al mundo globalizado, sólo es posible seguir el camino del crédito, el de la deuda. Como el crédito es artificial, pues está basado en un dinero que no está representado por nada, cuando la burbuja del crédito explota, los inversores van abandonando los activos menos líquidos y tratando de adquirir los activos más líquidos. En tiempos de A. Greenspan y B. Bernanke cometieron el error de no entender que detrás de las deudas hipotecarias de la vivienda, estaba la población que financiaba el consumo, con créditos hipotecarios de sus casas, multiplicando la crisis 2008.

 

La mayoría de la población no sabe de todo esto, pero si conocen y sienten la dura realidad que les está tocando para sobrevivir. Ahora, el nuevo error puede ser que no crean que puedan ocurrir revoluciones. Las revoluciones se desencadenan por sorpresa y arrasan, como la revolución francesa que expulsó un sistema de desigualdad social y de altos impuestos que los estamentos privilegiados (nobleza y clero) no tenían obligación de pagar. Fue una lección que tiene más de 226 años y que puede estar olvidada. Lo que no perdonarán las masas enfurecidas, como aquellas que fueron capaces de hacer rodar la cabeza de un rey y a más de 40.000 ejecutados, que la desigualdad que destrozó a la Francia del siglo XVIII, puede resurgir en el futuro apoyadas por la tecnología y la cibernética, uniendo a los desplazados, los pobres y a los de cuello y corbata, el 90%, dispuestos a cobrar la cuenta de las injusticias.

 

Mario Briones R.

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