La pobreza es uno de los factores importantes para el crecimiento del extremismo y la comunidad internacional debe trabajar para erradicarla con el fin de eliminar sus caldos de cultivo, dijo hoy en la sede de la ONU un enviado chino.
Wang Min, representante asistente de China ante la ONU, hizo la declaración durante un debate de la Asamblea General sobre el fomento a la tolerancia realizado para discutir estrategias prácticas para alentar las sociedades inclusivas y para combatir el extremismo.
Tras señalar que el extremismo violento y el terrorismo son los enemigos comunes del mundo, Wang dijo que la comunidad internacional debe unirse y realizar esfuerzos conjuntos para combatirlos y usar todos los medios necesarios para cortar su fuente de financiamiento.
‘Los esfuerzos para combatir el terrorismo y el extremismo violento no deben adoptar una doble moral y mucho menos vincular el terrorismo y el extremismo con grupos étnicos o religiones específicos’, dijo.
Además, Wang señaló que la comunidad internacional debe trabajar en favor de la armonía entre civilizaciones, culturas y religiones diferentes a través de promover el diálogo y los intercambios entre ellas.
‘Sólo a través de la comunicación y el diálogo podrán las diferentes civilizaciones, culturas y religiones disolver los malentendidos y coexistir en armonía’, dijo.
‘Debemos tratar las diferentes civilizaciones, culturas y religiones como iguales y promover el respeto mutuo entre ellas’.
‘China seguirá apoyando de manera firme y participando de manera activa en los esfuerzos internacionales para promover el diálogo y la cooperación entre civilizaciones, culturas y religiones diferentes y cooperará con los demás países para combatir de manera decidida el terrorismo y el extremismo violento para así hacer una mayor aportación al fomento de la paz, la estabilidad y la prosperidad mundiales’, agregó.