Francia ha tomado la delantera entre los países de la UE a la hora de normalizar sus relaciones con Cuba en la nueva etapa abierta en la isla especialmente desde que en diciembre pasado se inició el deshielo entre La Habana y Washington.
Como prueba de la buena sintonía franco-cubana, el ministro de Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, ha elegido París para arrancar este martes una gira por capitales europeas, mientras el presidente francés, François Hollande, será el primer jefe de Estado europeo en visitar La Habana en esta nueva etapa.
Bruno Rodríguez ha calificado de “histórico” el viaje de Hollande, que estará el próximo día 11 de mayo en La Habana. Fue el mismo término empleado por su homólogo francés, Laurent Fabius. Antes del encuentro entre ambos, el ministro cubano fue recibido por Hollande en el Palacio del Elíseo y, después, por el primer ministro, Manuel Valls, en otra doble señal del especial acercamiento entre los dos países.
Estos encuentros han estado precedidos de otros significativos pasos. En marzo del año pasado, Fabius visitó Cuba y fue recibido por el presidente Raúl Castro, un nivel reservado en contadas ocasiones para ministros de otros países. El español José Manuel García Margallo, por ejemplo, no fue recibido por Castro cuando acudió en noviembre pasado a La Habana. La de Fabius era la primera visita a la isla de un ministro de Exteriores francés desde 1983.
El mes pasado, el secretario de Estado francés de Comercio Exterior y Turismo, Mathias Felk, visitó Cuba acompañado de una amplia representación de empresarios franceses. Este martes, el ministro Bruno Rodríguez ha comentado que los dirigentes cubanos han encontrado “socios seguros” entre los empresarios franceses a la hora de “diversificar” las actividades económicas cubanas. Empresarios españoles han realizado este mes un viaje similar a la isla.
El ministro cubano ha destacado ante Fabius el clima de “verdadera proximidad” entre los dos países para añadir que La Habana quiere expresar su “gratitud” a París por el tradicional rechazo de Francia al bloqueo que Estados Unidos aún ejerce sobre Cuba. Fabius ha reiterado ese rechazo y ha prometido acompañar a La Habana para que logre “reintegrarse plenamente” en la vida internacional. Para ello, no solo Washington tendrá que levantar el embargo, sino que también la UE deberá modificar la denominada “posición común” vigente desde 1996 y que, a iniciativa del expresidente José Maria Aznar, ha mantenido a muy bajo nivel, hasta ahora, las relaciones de la UE con Cuba.
Los sectores en los que Francia ya está introducido en Cuba son el de la alimentación y distribución (Pernod-Ricard es copropietaria de Havana Club), el turismo (a través de Accord), la energía (Total o Alstom), la construcción (Bouygues) y las telecomunicaciones (Alcatel-Lucent gestiona la instalación del cable de fibra óptica entre Cuba y Venezuela).