La Confech, estudiantes secundarios, profesores y otras organizaciones sociales convocan a la primera gran manifestación de este año, marcada además por los casos de corrupción que afectan a distintos sectores. La presidenta de la FECH, Valentina Saavedra, dijo que la movilización exige que los movimientos sociales ocupen “un papel más protagónico en los cambios que se pretenden implementar”. Los organizadores cifran la asistencia en más de cien mil personas. Carabinros, dice 20 mil.
Desde las 11 de la mañana de este jueves se realiza en Santiago la primera marcha convocada en 2015 por la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), en conjunto con otras organizaciones de estudiantes secundarios, profesores, apoderados y otros sectores.
“Que Chile decida su educación” es el lema de la manifestación, que exige participación en las próximas reformas que emprenderá el Gobierno.
La movilización está marcada además por los distintos casos de corrupción que afectan al oficialismo y la oposición: “Ni corruptos, ni empresarios”, señalaba uno de los llamados a la marcha.
Desde las primeras horas de la mañana, miles de estudiantes y manifestantes comenzaron a concentrarse en el sector de Plaza Baquedano y luego avanzaron por la Alameda hacia el poniente. El recorrido autorizado por la Intendencia Metropolitana llega hasta la intersección de Alameda con Echaurren, donde se realizará el acto final. Al mediodía, la cabecera de la marcha ya alcanzaba el sector de Alameda con Ahumada, mientras los últimos manifestantes recién se acercaban al Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM).
En conversación con el programa Semáforo de Radio Universidad de Chile, la presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), Valentina Saavedra, dijo que “la movilización tiene entre sus motivaciones que los diferentes movimientos sociales puedan ocupar un papel más protagónico en los cambios que se pretenden implementar y, de esa manera, estar más cerca del lugar donde se toman las decisiones políticas en general”.
Hasta el momento las autoridades han especificado que son 20 mil las personas que en este momento se encuentran caminando por la Avenida Libertador Bernardo O´Higgins. No obstante, desde la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile aseguran que esta cifra supera las 100 mil personas.
Algunos sectores de la movilización piden la salida del presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (FEUC), Ricardo Sande, de la vocería de la Confech. Esto, porque en días previos, el dirigente había señalado que no adhería a la marcha y luego cambió de opinión, cuando estudiantes de la propia Universidad Católica votaron a favor de la movilización. “Estoy acá en mi deber de representante democrático de mi universidad. Creo que las posturas personales acá no cuentan, sino que cuentan otro tipo de cosas, como la voz de mis compañeros, así que en eso consiste mi presencia hoy”, afirmó Sande.
En la manifestación también participa el diputado y ex presidente de la FECH Gabriel Boric, quien declaró que “la política tiene que vincularse con la ciudadanía”.
Los asistentes comienzan a llegar al final del recorrido. Por calle Echaurren, alrededor del barrio universitario, la Confech montó un escenario en donde se desarrollarán los discursos de las distintas organizaciones.
En el escenario ya se encuentran los líderes estudiantiles y gremiales que se unieron a esta movilización.
“Los invito a que nos organicemos, nosotros no tenemos a ningún empresario detrás.”, aseveró Valentina Saavedra.
Con el término de los discursos, Manuel García realizará un espectáculo, aunque con el tiempo en contra. Ya que la Intendencia solo autorizó esta manifestación hasta las 14.00 horas. De todas formas el músico se tomó un tiempo para conversar con Radio Universidad de Chile. En la entrevista Manuel García dijo que “el país tocó fondo. Lo valorable es que la juventud y la ciudadanía puedan tomar una hoja en blanco y reflexionar.”
Mientras toca Manuel García, comienzan los primeros disturbios en el sector. Carabineros utiliza carros lanzaagua para dispersar a los encapuchados. Por esta razón Metro de Santiago decidió cerrar la estación República.