Noviembre 28, 2024

Jovino Novoa: un pillín “ideológicamente falso”

Nada

más repugnante que el contraste entre el drama que viven nuestros compatriotas en el norte de Chile – sólo claman por una mínima ayuda solidaria de un gobierno, en estos días paralizado e ineficiente – y las miserables y patéticas declaraciones de una casta política corrupta y miserable, dentro de la cual, uno de los personajes más desagradables es Jovino Novoa, fundador de la UDI e íntimo amigo de Jaime Guzmán, además de contarse entre los miembros de confianza del gabinete del cerdo, Augusto Pinochet. Para vergüenza de Chile y sus instituciones, fue varias veces senador e, incluso, presidente de esa inútil corporación. Hoy, este personaje aparece implicado en el escándalo PentaGate, bajo la acusación de haber utilizado un completo block de boletas ideológicamente falsas, mediante las cuales favorecía a candidatos de su gusto y, claro está, del sector más reaccionario de la UDI.

 

Este prohombre del partido fascista mafioso ha elegido la estrategia según la cual la mejor defensa es un buen ataque, razón por la no economiza improperios constantes contra la Fiscalía y, a diferencia de Carlos Eugenio Lavín y Carlos Alberto Délano, ha hecho uso de su derecho de guardar silencio que a la hora del juicio, se podría transformar en un búmeran, pues no contaría con la atenuante de la colaboración eficaz – aunque por la baja penalidad de los delitos por los cuales se le acusa, es casi seguro que no irá a la cárcel -.

 

Así la situación y seguro de la impunidad de la que ha gozado por décadas, sin siquiera haber respondido a la justicia como cómplice pasivo de la dictadura, se da el lujo de declarar ante los medios de comunicación que “la arista política del caso Penta es ideológicamente falsa y que “la prensa fue instrumentalizada y no se daban cuenta de que les estaban filtrando información a conveniencia del Fiscal…el show mediático no ha respetado la presunción de inocencia y ha pasado por encima de la dignidad de las personas y del debido proceso”.

 

El cinismo y prepotencia que profesa el líder de la UDI podría haber tenido éxito en otra etapa de este repugnante período histórico, llamado “transición a la democracia”, pero hoy, con una ciudadanía un poco más despierta y mucho menos dispuesta a que le meten el dedo en la boca y la manipulen como a borrego, lo más posible es que este “ilustre caballero” de Chile sea, al menos, formalizado por un Juez de Garantía, y así tragarse su soberbia y altanería.

 

No habrá ningún remedio para solucionar la actual grave crisis institucional sino media la “jubilación anticipada” de los veteranos y vitalicios jerarcas políticos y plutocráticos. Uno de los primeros que debe acogerse a este beneficio – según el siútico Sebastián Piñera “jubilación equivale a júbilo” <vaya a contarle esta estupidez al pensionado que recibe menos de $100.000 mensuales> – es Andrés Zaldívar, un padre conscripto, que se las da “cocinero” de proyectos de ley, que haría perfecta compañía en el juego de bridge a Jovino Novoa y a otros tantos, que no tan viejos, ya muestran signos de serias debilidades cognitivas, pero una gran astucia para asaltar el erario público con artimañas de viejas rameras.

 

¡Basta ya! Hoy más que nunca se hace imprescindible la convocatoria a un plebiscito revocatorio para poner fin al actual parlamento – sus miembros deberán ser sometidos a un juicio de residencia por haber sido incapaces de poner coto a la corrupción dentro y fuera de esa institución – y, a la vez, la instalación de una Asamblea Constituyente, a fin de fundar una nueva república.

Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)

30 de marzo de 2015

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