“La pobreza aún no está en la mira de muchos de los encargados de formular políticas en Chile, pese a la impresionante gama de programas para luchar contra ella. Está aún por verse si el actual programa político y social del gobierno – enfocado en la clase media- prestará suficiente atención a la tragedia de quienes viven en la pobreza”.
Son las declaraciones del Relator Especial de las Naciones Unidas Philip Alston, experto independiente designado por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU para monitorear e informar sobre situaciones de extrema pobreza y derechos humanos en el mundo, al cierre de su visita oficial a Chile.
Alston señaló que “Chile es un modelo para la región de América Latina en cuanto a su compromiso con los derechos humanos, su elevada tasa de crecimiento económico y sus innovaciones sostenidas en materia de política social. Sin embargo”, continúa tolerando niveles de pobreza y desigualdad demasiado elevados para un país miembro de la de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)”.
“Las persistentes desigualdades resultan en una sociedad altamente segregada, en la que áreas residenciales separadas, establecimientos educacionales separados y mercados de trabajo separados sirven para arraigar el privilegio y asfixiar la movilidad ya que los niveles tan elevados de desigualdad en Chile son incompatibles con el pleno respeto de los derechos humanos”, subrayó el experto de la ONU.
Para el Relator Especial, “reducir la desigualdad y superar la pobreza no es sólo un asunto de política fiscal ni de reforma educacional”. En tal sentido, explicó que la lucha contra la discriminación de género y otras formas de exclusión debe ser parte integral de un programa de reforma.
“Se requiere de reformas a la legislación laboral para permitirles a los sindicatos defender los derechos de los trabajadores eficazmente”, dijo. “La participación de la mujer en la fuerza de trabajo se debe facilitar mediante un conjunto de medidas que incluyan mejores servicios de asistencia en los barrios y mejor compensación económica para las mujeres que no reciben remuneración por su trabajo de cuidado del hogar”.
Asimismo, el experto hizo un llamado a la adopción de medidas para reducir la alta tasa de embarazo adolescente, especialmente entre las más pobres lo que requeriría de sostenido para reconocer y promover los derechos sexuales y reproductivos, un asunto de derechos humanos tanto como complemento necesario a la reforma del mercado de trabajo”.
Ahora bien, los derechos de los pueblos indígenas representaría el ‘Talón de Aquiles’ de la historia chilena del siglo XXI.
“La respuesta del Estado de Chile a los problemas ampliamente reconocidos de exclusión, marginalización y discriminación ha sido poco sistemática y tibia y los esfuerzos por eliminar la extrema pobreza en Chile no podrán tener éxito sin un enfoque concentrado en la situación de los pueblos indígenas”, explicó el relator.
El Sr. Alston llamó a la adopción de un plan específico e integral contra la pobreza y la pobreza extrema, así como a la creación de mecanismos de coordinación más eficaces. Pero observó que es poco probable que esto se logre solamente por los esfuerzos del Ministerio de Desarrollo Social.
“Existe la profunda necesidad de una entidad con la responsabilidad, autoridad, fondos y recursos para coordinar políticas sobre derechos humanos transversales del Estado en su conjunto”, dijo alentando a que se avance en la creación del nuevo Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. “Sin embargo, el proceso no parece haber avanzado y requiere de reactivación”.
El experto agregó que, una vez creada la nueva estructura Ministerial, será necesario asegurar que los derechos económicos, sociales y culturales sean parte integral de su mandato.
Durante su visita oficial de nueve días, el Relator Especial se reunió con el nuevo presidente del Senado, Patricio Walker, y diversos funcionarios de gobierno, dirigentes de la sociedad civil, académicos, representantes de organismos internacionales y personas que viven en situación de pobreza.
Sus conclusiones y recomendaciones finales serán presentadas en un informe al Consejo de Derechos Humanos de la ONU en junio de 2016.
Lea la declaración completa de cierre de misión del Relator Especial: http://acnudh.org/?p=23549