No conoció a su abuelo, pero sabe que murió en la Cárcel Pública de Santiago como consecuencia de las torturas que le aplicaron sus propios compañeros de armas, luego de un golpe militar financiado por los banqueros, políticos, empresarios, aseguradoras y también…… la Cia.
Cuesta comprender que el hijo de la presidenta no haya logrado entender de qué van los negocios de los banqueros. Esos oscuros personajes no transitan en los carruseles ni comen manzanas confitadas. Suponemos que él debe entender que estos negocios que tanto encanto provocan, que incitan a que las hormonas corran desnudas, consisten fundamentalmente en comprar dinero barato y venderlo caro…….ese es UNO de los negocios de los banqueros.
Pero los banqueros tienen también su corazoncito decorado con fotos de los mejores hijos de la patria que adornan los billetes. Les gustan las altas y fastuosas columnas a la entrada de sus bancos, anchas escaleras de mármol, espejos por todas las esquinas. Nada de eso es casual, ni un berrinche de un arquitecto malas pulgas. Entrar a un banco es aquella sensación de pisar a una catedral. Todos suponen que en los subterráneos de aquel magnífico edificio hay montañas de dinero, billetes pegados uno al lado del otro que se hablan en silencio jugando a qué lugar irán a parar…..la verdad que no es así.
La gente que trabaja con dinero tiene características muy especiales. Administrar el recorrido que hacen los billetes es una pasión al parecer extremadamente cautivante. Digamos que los banqueros son una especie de viejo pascuero, reyes magos, magos y encantadores de serpientes que actúan en las plazas a las cuales la gente presume que son buenas personas. Los que prestan plata no hay dudas que tienen la varita mágica de la felicidad. No es verdad aquello que el dinero no hace la felicidad. Todos quieren tener dinero. Con dinero se compran televisores, pantallas gigantes, Tablet, ropa de marca, zapatillas color naranja, que son consecuencia de un entramado donde están justamente los banqueros.
Los dueños de los billetes se dedican justamente a instalar entre las personas esa necesidad de tener, eso de adquirir para ser alguien más, y esto incluye también a los que quieren ser presidentes, diputados, senadores y todo ese largo listado de eventuales y comprometidos servidores públicos……todos corruptos.
Nada asombra que a la derecha le gusten las monedas y los billetes. Ellos se juntan desde que son chicos en los mismos colegios, veranean en los mismos barrios frente al mar………pololean y finalmente terminan casados, para ir a la misma parroquia los domingos.
Pero también hay algo que sucede entre los que se denominan socialistas. Allá por los años sesenta les bajó una borrachera roja y le dio por salir a predicar la via armada para tomarse el poder y construir un modelo que algunos decenios se cayó de podrido y que nunca pudo dar respuestas a las urgencias de los más apurados de hambre y miseria.
Por estos tiempos a los socialistas les gustan los billetes, también es una alternativa que desde siempre le gustaron, en fin, pero por ahora les gusta vivir bien, comer mejor y pasear en autos caros, nada de malo tiene aquello. Finalmente Luksic también tiene la sangre roja y caliente. El pecado está en aquello de que la desigualdad bandera de campaña es la consigna en la marcha para recuperar el santo sepulcro.
Pero el problema mayor no está en el terreno rural que estaba casi listo de ser urbano, con notables ganancias, billetes más billetes uno sobre los otros.
Pero en esta historia hay un pecador………..el dueño del Banco Chile.
Los banqueros son los dueños de todo. De la vida y existencia de políticos y presidentes, son ellos los que llegan con muchos billetes en cajas de zapatos envueltos en papel de regalo. Por estos días la mediocre clase política chilena, toda la clase política, se cortan las venas para defender lo indefendible
Un asunto no menor y el fundamental es que NADIE habla del dueño del bco, finalmente él es el responsable de que haya permitido pasar por caja a la nuera de la presidenta. NINGUN político, ni de la derecha ni del centro ni de la izquierda condena a LUKSIC…….NADIE MUERDE LA MANO QUE LE DA DE COMER.
Cada día que pasa queda en evidencia de como la clase política es mano de obra barata para el sector más rico en una patria desigual, miserable, y pobre.