‘Los últimos españoles de Mauthausen’, un libro del periodista español Carlos Hernández, cita documentos inéditos sobre la colaboración entre Franco y Hitler en la deportación de más de 9.000 españoles a campos de concentración.
Además de la muerte españoles antifascistas, solo la mitad de los cuales sobrevivieron a los campos de concentración nazis, el dictador español fue en parte responsable del asesinato de más de 50.000 judíos sefardíes (descendientes de los expulsados de la península Ibérica en la época medieval), informa el portal informativo español Eldiario.es
Según documentos nunca publicados pero hallados en varios archivos y bibliotecas por el autor (que perdió su tío en el campo de concentración alemán de Mauthausen), el germen de esta historia se remonta al 31 de julio de 1938. Aquel día la policía franquista y la Gestapo, la policía secreta nazi, acordaron agilizar los procesos de extradición a Alemania de españoles que se habían asentado en Francia al término de la guerra civil española y el intercambio de información sobre sus enemigos comunes.
El escritor divide a los españoles extraditados a la Alemania nazi en tres grupos: los que sirvieron en las filas del Ejército francés en la Segunda Guerra Mundial, los miembros de la Resistencia francesa, y los hombres, mujeres y niños refugiados en la pequeña ciudad francesa de Angulema. 5.180 de ellos murieron, 330 figuran como desaparecidos y solo 3.800 sobrevivieron.
Los judíos sefardíes
La responsabilidad de Franco en el exterminio de estas 50.000 personas, según cuenta el autor, está en el deseo de no ayudar.
“Antes de que el Gobierno alemán pusiera en marcha la solución final [es decir, su exterminio total], aprobó un decreto por el que se permitía a sus aliados repatriar a sus judíos”, cuenta el autor.
Pero en España se optó por una postura de indiferencia: la circular que se hizo llegar fue la de salvar exclusivamente a los judíos que pudieran demostrar su nacionalidad española, una condición muy difícil en ese momento para muchos.