En una muy dura y grave denuncia de casi de trescientas páginas, el Fiscal General Dr. Alberto Nisman acusó ante la justicia federal argentina a Cristina Fernández de Kirchner y a altos miembros de su gobierno de decidir, negociar y organizar la impunidad de los prófugos iraníes en la causa AMIA, con el propósito de fabricar la inocencia de Irán. Intereses geopolíticos y comerciales del gobierno de Cristina Fernández iban a beneficiarse con la fabricación de esta inocencia en relación con el terrible atentado terrorista que asesinó a ochenta y cinco personas y dejó más de cien heridos en 1994.
Nisman denunció la existencia de un sofisticado plan delictivo, destinado a favorecer ilegalmente y desvincular en forma definitiva y fraudulenta a los sospechosos iraníes por su participación en el atentado contra la sede de la AMIA. Además, probó que esta maniobra comenzó dos años antes de la firma del Memorando de Entendimiento -27/01/2013-, inmediatamente después de la muerte de Néstor Kirchner -27/10/2010-, y que la misma involucró a personal de la Secretaría de Inteligencia e incluyó negociaciones directas con unos de los principales acusados por el atentado, Mohsen Rabbani, ex agregado cultural de Irán en la Argentina.