Este martes 6 de enero se cumplieron 67 años del discurso del poeta Pablo Neruda, quien defendió a los mineros de la explotación y represión a la que fueron sometidos durante el gobierno de Gabriel González Videla.
Fue aquel 6 de enero de 1948 cuando Neruda alzó su voz para denunciar las condiciones de vida de los mineros de Chile a quienes el Gobierno de González Videla reprimió brutalmente para evadir sus protestas.
En ese momento, el poeta, elegido senador por el Partido Comunista (PC) – organización política que González Videla y sus partidarios se proponían eliminar mediante una ley- pronunció ante el Congreso un discurso que denominó Yo Acuso.
“Yo acuso al señor González Videla de tomar medidas contra la libertad de opinión, como el caso de mi proceso de desafuero, y de tratar de acallar por medio de la censura más brutal, con medidas policiales y financieras, los periódicos El Siglo, El Popular y otros seis más, que fueron órganos oficiales de su candidatura y el fruto de muchos años de lucha del pueblo chileno”, pronunció Neruda.
Con este discurso histórico, el poeta acusó a González Videla de ser un dictador, como Leonidas Trujillo, en República Dominicana, e Higinio Moriñigo, en Paraguay.
Durante el pronunciamiento también asoció a estos personajes con Harry Truman, el presidente que hacía menos de tres años había lanzado la bomba atómica sobre Hiroshima y Nagasaki. Lo acusó, además, de muchas traiciones, falsedades y lo colocó ante la opinión pública como un falso demócrata.
“¿Cómo es posible, señor Presidente, tolerar que nuestros compatriotas estén entregados a esta explotación ignominiosa?”, manifestó Neruda en el Senado de su país.
“Yo acuso al Presidente de la República de falta de fe en su país, lo acuso de solicitar y soñar con empréstitos extranjeros, con la quimera del oro, aun a costa de recibir el país las peores humillaciones, en vez de formular una política grande, digna y amplia, que dé trabajo a los obreros chilenos y empresas a los industriales de nuestro país. Es de la profundidad de la patria de donde se sacan los recursos. Chile no quiere ser un país mendigo”, expresó Neruda.
Carta íntima para millones de hombres
Meses antes, el 27 de noviembre de 1947 Neruda publicó en el diario El Nacional, de Caracas, un texto que denominó Carta íntima para millones de hombres, puesto que en Chile existía censura de prensa desde el 4 de octubre de ese año.
Con la publicación de esta carta, el Gobierno lo procesó por injurias al Presidente, y Neruda, quien entendió que una resolución adversa de los Tribunales significaría una orden de arresto en su contra, leyó en el Senado este largo discurso, conocido como Yo Acuso, que lo llevó a mantenerse en la clandestinidad.
“He sido acusado de calumniar y de injuriar al Presidente de la República. Rechazo y rechazaré estos cargos hasta el final de mi vida. He hecho el juicio político e histórico de un político que se sentó a mi lado en esta Corporación, que fue elegido por los mismos votos que a mí me eligieron. Cuando salió de este recinto para llegar a la Presidencia, el país conoció el esfuerzo de mi partido para darle una victoria que trajese libertad, honor y progreso a nuestra patria”, dijo.
“Ya iré, cuando pasen estos momentos de oprobio para nuestra patria, a la pampa salitrera y les diré a los hombres y mujeres que han visto tanta explotación, tantos martirios y tantas traiciones: ‘Aquí estoy, prometí ser leal a vuestra vida dolorosa, prometí defenderlos con mi inteligencia y con mi vida si esto fuera necesario. Decidme si he cumplido y dadme o quitadme el único fuero que necesito para vivir honradamente, el de vuestra confianza, el de vuestra esperanza y el de vuestro amor’, manifestó el poeta.
Tras la lectura de aquel sentido pronunciamiento en enero de 1948, Neruda comenzó a ser perseguido por lo que se ocultó junto a su esposa en casas de amigos y partidarios durante los 13 meses siguientes.
Lo destituyeron del cargo en septiembre de 1948 y el PC fue prohibido con el dictado de la Ley de Defensa Permanente de la Democracia, llamada ley “maldita” por sus adversarios. Se eliminaron 26.000 personas de los registros electorales, y con ello se les negó su derecho al voto.
Esta difícil travesía de Pablo Neruda culminó cuando en 1949 cruzó la Cordillera de los Andes con destino a Argentina, camino que cumplió montado a caballo. El reconocido poeta relató esta dramática huida de Chile en la ceremonia de premiación del Premio Nóbel de Literatura que obtuvo en 1971.
AVN