“This Changes Everything: Capitalism vs. the Climate” (Esto cambia todo: El capitalismo contra el clima) es el título del libro recientemente publicado en inglés por Naomi Klein. La intelectual-militante y escritora canadiense ya había escrito en 2007 “La Doctrina del Shock” (*) donde explicaba con lujo de análisis cómo la implantación del neoliberalismo responde a un programa de ingeniería social y económica que ella identifica con el apelativo de «capitalismo del desastre». El Golpe de Estado de Pinochet en Chile, por ejemplo, fue el medio utilizado por los economistas “Chicago Boys” de la PUC y otros, al servicio de la oligarquía dominante, para aplicar un “tratamiento de shock” a la economía y a la sociedad chilena en su conjunto. Lejos de ser el camino hacia la manoseada “libertad”, como dicen los fascistas de la UDI nostálgicos de la Dictadura, el capitalismo no se desarrolla de manera “natural”. Son los grandes empresarios y los gobiernos capitalistas los que aprovechaban los periodos de crisis (acompañados de angustia, incertidumbre, miedo y sufrimiento) económicas, guerras, desastres naturales, ataques “terroristas” y epidemias, para saquear los intereses públicos y llevar a cabo todo tipo de reformas neoliberales a favor de los mercados capitalistas globales tanto productivos como financieros y que terminan siempre favoreciendo a las grandes empresas y a las multinacionales, sostiene Naomi Klein.
En “Esto cambia todo: El capitalismo contra el clima”, de manera brillante, Naomi Klein sostiene que en la actualidad el sistema económico neoliberal le ha declarado la guerra a nuestro planeta Tierra. Con las emisiones globales de dióxido de carbono en un máximo histórico, es imprescindible hacer cambios radicales. “No se han hecho las cosas necesarias para reducir las emisiones, porque son cosas que están en conflicto con los fundamentos del capitalismo desregulado, la ideología reinante o neoliberalismo desde que comenzamos a luchar para encontrar una salida a esta crisis”, escribe Klein.
Daniel Tanuro (**), teórico francés del Ecosocialismo comenta el libro de Naomi Klein en estos términos: “El libro que Naomi Klein ha consagrado al cambio climático es ya un acontecimiento. La autora de la “Doctrina del shock” se dedica en él a una denuncia en toda regla de la lógica del crecimiento capitalista, de la avaricia de las multinacionales del petróleo, del carbón, del cobre y del gas natural, y de la sumisión de los gobiernos a sus intereses […] Cambiar el clima de la tierra de una forma que será caótica y desastrosa es más fácil de aceptar que la perspectiva de cambiar la lógica fundamental del capitalismo basada en el crecimiento y la búsqueda de beneficios”, escribe Klein (p. 89). Para ella, la actitud negacionista de los climato-escépticos (el grupito de los neo-darwinistas chilenos de Büchi, el ex candidato presidencial de Pinochet para la “transición) no cae del cielo sino de su justa comprensión del hecho de que luchar seriamente contra el calentamiento global necesita un cambio radical de política. Con más regulación, más sector público, más bien común, más democracia. Con otros valores que los de la competencia, de la acumulación y del cada uno para sí”. Se trata de “una obra mayor, cuyo impacto será seguramente importante”, agrega Tanuro.
El libro cae en el momento justo, ahora que sabemos que la conferencia sobre cambio climático COP20 que se celebró en Lima cerró el domingo 13 de diciembre (2014) con un acuerdo de mínimos que finalmente firmaron el viernes pasado por la madrugada 195 países presentes tras prolongar el encuentro unas 30 horas. Las organizaciones ecologistas lamentaron la vaguedad de “un texto peligrosamente débil”. El borrador de propuestas para el nuevo pacto sobre el clima se adjunta a la declaración. Los países fijan allí los requisitos para que todos presenten sus compromisos individuales para luchar contra el calentamiento global. El objetivo último era limitar el calentamiento de la Tierra a un máximo de dos grados Celsius. Según los estudios de la ONU, para conseguirlo habría que reducir las emisiones de gases de efecto invernadero entre un 40% y un 70% hasta 2050 y a casi cero hasta finales del siglo. China y Estados Unidos fueron un obstáculo constantes para llegar a acuerdos serios responsables. Y Chile podría ser uno de los grandes afectados con el aumento del volumen de los océanos debido a su largo litoral poblado y frágil.
En entrevistas en la televisión Naomi Klein, refiriéndose al título de su nuevo libro, afirma: “Bueno, el cambio climático cambia todo. Y lo cambia todo porque estamos rumbo hacia un calentamiento de entre cuatro y seis grados centígrados. Hemos llegado a 0.7 o 0.8 grados centígrados, y ya estamos viendo sus efectos. Una vez llega el calentamiento a ese nivel, los modelos comienzan a ser imprecisos. Quiero decir, los científicos del clima no saben qué esperar. Las cosas empiezan a comportarse de una manera no lineal. Lo cambia todo en cuanto a nuestro mundo físico, si nosotros simplemente hacemos lo que estamos haciendo y seguimos por este camino.”
El argumento que Naomi Kein expone en su libro, según sus propias palabras, es el siguiente: “Tenemos la oportunidad de salir de ese camino, pero para hacerlo, tenemos que cambiar casi todo, o algunas cosas realmente fundamentales, acerca de nuestro sistema económico. La buena noticia es que las cosas que tenemos que cambiar, muchos de ellas no funcionan de todos modos. Tenemos que hacer grandes inversiones en la esfera pública, lo que crearía millones de buenos empleos. Tenemos que invertir en salud, en educación, en las ciencias. Y al hacerlo, vamos a abordar uno de los problemas más difíciles que enfrentamos, que es la grave desigualdad de la riqueza. No podemos luchar contra el cambio climático sin hacer frente a la desigualdad en nuestros países y entre nuestros países. Así que el argumento que estoy exponiendo esta realmente lleno de esperanza. Creo que si no respondemos al cambio climático con la decisión que nos están pidiendo los científicos, si respondemos de acuerdo con la ciencia, tenemos la oportunidad de rehacer nuestra economía, la economía mundial, para llegar a algo mejor. Pero esto no va a ser el tipo de cambio que viene de lo alto; va a ser el tipo de cambio que se exige por parte de los movimientos sociales desde abajo. En la presentación de su libro Naomi Klein era bastante enfática al declarar “ “el sistema capitalista es un sistema que está en guerra contra la vida natural. Hay que cambiar este sistema porque está completamente cubierto de sangre y de sus innumerables crímenes e injusticias”.
¿El poder revolucionario del cambio climático?
El título está bien elegido comenta Daniel Tanuro: “This changes everything”, esto lo cambia todo. Naomi Klein llama a la izquierda, a los ambientalistas, los progresistas, a aprovechar la oportunidad que se les ofrece en este difícil contexto. Pues “la verdad sobre el cambio climático, escribe, sólo incomoda a quienes se satisfacen con el statu quo” (alusión al título de la película de Al Gore: “Una verdad incómoda”). Para los demás “si ha habido alguna vez un momento para plantear un plan para curar al planeta, curando también nuestras economías achacosas y nuestras comunidades destrozadas, es éste” (p. 155). La crisis medioambiental añade su “urgencia existencial” a todos los problemas. Por consiguiente, “ofrece un discurso global en el que todo, desde la lucha por buenos empleos a la justicia para los inmigrantes, pasando por las reparaciones de las fechorías históricas como la esclavitud y el colonialismo, puede integrarse en el gran proyecto de construir una economía no tóxica, a prueba de shocks, antes de que sea demasiado tarde” (p. 54).
Brillante y convincente, Naomi Klein cree en el “poder revolucionario del cambio climático” continúa Tanuro, “y tiene mil veces razón. Levanta una crítica implacable y muy convincente contra las grandes asociaciones medioambientales –algunas de las cuales son acusadas de haberse fusionado con el sistema. Como alternativa, aboga por la construcción de movimientos de masas. La autora admite que “el tipo de contrapoder que tiene una posibilidad de cambiar la sociedad a una escala parecida a lo que se necesita no existe por ahora” (p. 156). Pero ve signos anunciadores en las movilizaciones radicales contra el extractivismo y los grandes proyectos de infraestructuras, que se multiplican por los cuatro puntos del globo. El hecho de que los pueblos indígenas jueguen a menudo un papel clave en estas movilizaciones es para Klein una fuente de esperanza, pues esos pueblos tienen una visión de su relación con la naturaleza distinta de la dominación y del control absoluto,típicos del capitalismo y, más en general, de la cultura occidental desde la Ilustración”.
De forma más fundamental, es un libro tensionado. La propia autora confiesa que “This Changes Everything” : “Es el libro más difícil que haya jamás escrito, porque la investigación me ha conducido a buscar respuestas radicales. No tengo duda alguna de su necesidad, pero me pregunto todos los días sobre su factibilidad política” (p. 26). De hecho, Klein oscila entre una alternativa anticapitalista autogestionada y descentralizada, ecosocialista y ecofeminista, y un proyecto de capitalismo verde regulado, basado en una economía mixta relocalizada e impregnada de una ideología del cuidado y de la prudencia. Esta tensión se manifiesta en toda la obra.
Daniel Tanuro no escatima en elogios para el libro “This Changes Everything: Capitalism vs. the Climate” de N. Klein: “Un soplo revolucionario atraviesa la conclusión, en la que Klein pone en paralelo la lucha –¡como Marx en El Capital!– la lucha contra el esclavismo y la lucha contra la apropiación capitalista de los recursos (p. 458 y sig). Y concluye el teórico ecosocialista: Compartimos la convicción de Naomi Klein de que un momento así vendrá, que coincidirá con una impugnación radical de la ideología de la dominación y que “la verdadera cuestión está en saber lo que las fuerzas anticapitalistas y democráticas harán de ella, la fuerza y la confianza con la que la aprovecharán” para “no sólo denunciar el mundo tal como es, sino para construir el mundo que nos mantendrá a todos en vida” (p. 466). Más allá de las reservas y de los debates que puede suscitar entre ecosocialistas, la obra de Naomi Klein es una contribución mayor a su lucha.”
(*) https://www.youtube.com/watch?v=Nt44ivcC9rg
(**) http://www.vientosur.info/spip.php?article9640