Diciembre 26, 2024

Lula, Mujica y la nueva América Latina

La VIII Cumbre de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) efectuada la semana pasada en Guayaquil y en Quito, Ecuador, reviste extraordinaria importancia.

 

En la misma se inauguró la sede del organismo continental en el complejo La Mitad del Mundo de la capital ecuatoriana, y estuvo precedida el miércoles 3 de diciembre por una conferencia magistral dictada en Guayaquil por el ex presidente brasileño Lula da Silva sobre ”La unidad y la integración latinoamericana y caribeña: pasado, presente y futuro”.

 

 

Al inicio de la Cumbre, el jueves 4, el presidente de Uruguay, José Mujica, recibió la presidencia pro tempore del organismo de manos del presidente de Surinam, Désiré Bouterse, y fue objeto de un cálido homenaje por parte del presidente anfitrión Rafael Correa, al que respondió con un discurso que alcanzó enorme repercusión. En la Cumbre se señaló que UNASUR es el reflejo del ideal bolivariano de la integración latinoamericana y caribeña, y quedó de relieve el papel muy destacado de la nueva América Latina en el mundo actual.

 

Lula da Silva evaluó el actual panorama del continente  y los desafíos inmediatos que deben superarse  a través de los mecanismos de integración. La idea central de su alocución es que ”Suramérica y el Caribe tienen posibilidades reales  de contribuir a un nuevo orden  político y económico global más justo, equitativo y equilibrado” y que en ese camino el principal desafío es ”construir un pensamiento estratégico de América Latina y el Caribe, un proyecto integrador que aproveche su formidable riqueza histórica, cultural y natural”. Destacó la necesidad de innovar en procesos de carácter inclusivo para alcanzar un verdadero proyecto integrador en la región, un continente potencia con una población de 600 millones de habitantes y un PBI superior a los 5 billones de dólares.

 

A su juicio, hay que apostar no sólo a una integración política y económica, sino de los pueblos de la región. Y subrayó que la mayor integración del continente se logrará cuando los pueblos se vean más involucrados y se superen las trabas burocráticas.

 

En este último aspecto, su exposición fue de extrema vivacidad. Dirigiéndose a Ernesto Samper, el ex presidente de Colombia que ocupa la secretaría general de la UNASUR, enumeró una serie de ejemplos concretos de trabas burocráticas de todo tipo que impidieron, en múltiples casos que detalló, la ejecución en la práctica de las decisiones adoptadas por los presidentes del bloque. Los ejemplos que expuso fueron concluyentes, y trajeron el tema a tierra. El comentario generalizado es que las palabras del líder del Partido de los Trabajadores fortalecieron las bases establecidas por los impulsores originales del organismo regional, los presidentes Néstor Kirchner de Argentina y Hugo Chávez de Venezuela, a los que se hizo especial mención. Resaltó en ese sentido que la integración no es el problema, sino parte de la solución; que los avances alcanzados en esa materia en los últimos años han sido muchos, pero que todavía resta mucho por hacer en ese terreno.

 

Uno de los principales logros del proceso integracionista destacó- es que en apenas 10 años  el comercio dentro del Mercado Común del Sur pasó de 15 mil millones de dólares a 66 mil millones de dólares. En ese mismo período, el intercambio comercial entre todos los países latinoamericanos y caribeños pasó de 50 mil millones de dólares a 189 mil millones de dólares. Agregó que esos avances en la integración fueron más allá de las relaciones comerciales, porque ahora los empresarios de nuestros países han aprendido a invertir en las naciones vecinas, y no solo a vender y comprar.

 

Otro logro muy significativo del bloque, integrado por Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela consiste en la creación del Consejo Suramericano de Defensa. ”Con tales medidas valientes, impensables para muchos, marcamos un territorio de soberanía, de diálogo y de paz en nuestro continente”, recalcó Lula. También indicó el pronto funcionamiento de la Escuela de Defensa Suramericana.

 

En el ámbito de la política integracionista, resaltó la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), como un espacio de cooperación democrática y sin la presencia de Estados Unidos ni de Canadá. ”Ahora somos 33 países con la misma voluntad de construir nuestros sueños y posibilidades”, señaló, estimando que nada de eso hubiese sido posible  de no haber sido por la llegada al poder de gobiernos progresistas en Venezuela, Bolivia, Ecuador, Brasil, Uruguay, Argentina, El Salvador, Nicaragua, entre otros países.

 

Consideró, no obstante, que los avances integracionistas no están a la altura del potencial de la región. Abogó también por aprovechar en forma conjunta su enorme riqueza hídrica, por integrar la red de gasoductos y oleoductos y las cadenas productivas, por aumentar la conectividad de banda ancha y por poner en funcionamiento el Banco del Sur. En este último aspecto insistió también el canciller ecuatoriano Ricardo Patiño, quien expresó que es urgente abrir y poner a funcionar el Banco del Sur.

 

La jornada de paneles y conferencias en Guayaquil que incluyó la conferencia de Lula se integró a la inauguración oficial de la nueva sede de la UNASUR, al día siguiente en Quito. Al respecto, Lula manifestó que ”la inauguración de la nueva y permanente sede de la UNASUR representa un paso extraordinario para concretar el sueño de integración de nuestros pueblos y países” y felicitó al presidente ecuatoriano Rafael Correa  por ser uno de los principales impulsores de este proyecto, de  modo que ”Quito se convierta en la capital de la integración”. Recordó como antecesores a los presidentes Néstor Kirchner y Hugo Chávez, que contribuyeron de manera activa al proceso de integración. ”Líderes de origen de países diferentes demostraron espíritu de fraternidad y compromiso  para el desarrollo y emancipación de los pueblos de América Latina y el Caribe. Fueron personajes fundamentales en el proceso de creación de la UNASUR, el fortalecimiento del MERCOSUR y la constitución de la CELAC”, aseveró.

 

Sostuvo asimismo que actualmente los países de Latinoamérica están construyendo un proyecto alternativo al neoliberalismo, basado en la democracia, el diálogo y la búsqueda de formas más justas de desarrollo. En su opinión, ”la crisis económica mundial tiene un efecto inhibidor  sobre las iniciativas de integración. Como si tuviéramos que esperar para volver a tratar la integración. Estoy convencido de que es precisamente lo contrario. Mientras más nos integremos, mejores serán las condiciones para enfrentar y superar la crisis. Nuestra capacidad de avanzar en la integración será determinante para como nuestros países enfrentarán una etapa de crisis. De forma separada somos más frágiles y juntos constituimos una potencia”.

 

Hizo especial referencia al tema de la paz, a partir del diálogo por la paz entre el gobierno de Colombia y las FARC desarrollado desde hace dos años en La Habana, que se vio interrumpido y que felizmente acaba de reanudarse, tras la liberación del general Alzate y sus acompañantes. Lula manifestó: ”Estoy convencido de que los enemigos de la paz en Colombia serán derrotados. ¡La paz se alcanzará!”. Y tras resaltar los éxitos de los gobiernos de las fuerzas de izquierda en varios países de Sudamérica formuló un llamado a consolidar a la región como ”un continente de paz”.

 

En sus palabras: ”Este continente, despreciado por tanto tiempo, será el continente donde prevalecerá la paz”.

 

* Publicista uruguayo, miembro de la Comisión de Asuntos y Relaciones Internacionales del Frente Amplio

 

 

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