Sin publicidad alguna y a pocos días de concluir su rol como vicepresidente ejecutivo de HidroAysén Daniel Fernández hizo una gestión fundamental en la oficina de partes de la Dirección General de Aguas en Coyhaique. Ese día, el 4 de septiembre, como gerente general Aysén Energía –empresa creada por HidroAysén para generar electricidad por fuentes renovables en la región y según señalaban así abaratar el costo de las tarifas- se desistió de derechos de agua solicitados en dos ríos: el Mañihuales (expediente 1102-1566) y La Paloma (expediente 1102-1566).
Con esta acción la empresa dio un paso para ir sepultando su promocionada oferta, recogida por la resolución de calificación ambiental favorable de mayo de 2011, tendiente a entregar energía barata a los habitantes de Aysén incorporando a la matriz local centrales hidroeléctricas y eólicas.
Fue en 2008 cuando Hernán Salazar, en la época gerente general de HidroAysén que luego fue reemplazado por Fernández, hizo el anuncio en la zona. La fórmula escogida fue instalar una serie de pequeñas centrales de ERNC y eólicas, esquema en el cual los 23 m3/s del río Mañihuales y 29 m3/s del río La Paloma eran fundamentales.
Sin embargo, esto queda en nada al conocerse las resoluciones 615 y 617 del 29 de septiembre de este año donde Giovanna Gómez, directora regional de la DGA, acoge el desistimiento de Fernández. Casualmente Gómez ejercía como asesora legal de la Comisión Nacional del Medio Ambiente en Aysén cuando el 7 de noviembre de 2008 dicho servicio, durante una sesión de la Comisión Regional del Medio Ambiente presidida por el ex intendente Selim Carrasco, desestimó rechazar el proyecto por falta de información esencial y relevante, como señalaba un importante número de organismos del Estado.
El representante de la Agrupación Mañíos y Baguales de Mañihuales, Erwin Sandoval, expresó que “esto es la muestra irrefutable de que a HidroAysén solo le interesa su mega proyecto y que no existe ni existió nunca un verdadero compromiso con Aysén”. Indicó que “como mañihualinos estamos contentos de no tener que lidiar con una sociedad tan nefasta como la que constituyen Endesa y Colbún a través de HidroAysén o Aysén Energía. Y este es un gran momento para tomar decisiones que beneficien a la región a través de las ERNC y no como ofrecimientos mezquinos para hacer mega proyectos, sino como una verdadera matriz regional para nuestras reales necesidades”.
En tanto el coordinador de la Coalición Ciudadana por Aysén Reserva de Vida, Peter Hartmann, planteó que “es un reconocimiento de que todo era marketing, con promesas imposibles de cumplir en la práctica y más aún en un tema que le corresponde resolver al Estado”. Puntualizó que “durante años se dedicaron a desprestigiar y ningunear las renovables no convencionales para luego proponer ‘energía barata’ en base a estas, acaparando más derechos de agua mediante empresas palo blanco. Esto es el reconocimiento del final de HidroAysén como EIA por lo menos”.