El gobierno cubano espera que su economía crezca por encima del cuatro por ciento en 2015, según se desprende de declaraciones del ministro de Economía, Marino Murillo, publicadas hoy en el diario oficial “Granma”.
“Para el 2015 se proyecta un incremento del PIB (producto interno bruto) ligeramente superior al 4%, con lo cual se revierten las moderadas tasas anteriores y la tendencia a la desaceleración de los últimos años”, citó el periódico a Murillo al presentar el Plan de Economía de 2015 durante una reunión del Consejo de Ministros el pasado viernes.
Murillo, a cargo también de la comisión que ejecuta desde hace años las reformas de mercado en la isla socialista, confirmó que el PIB cubano crecerá previsiblemente un 1,3 por ciento este año, casi un punto porcentual menos del 2,2 por ciento previsto inicialmente.
El gobierno de Raúl Castro había reducido ya a finales de junio sus previsiones de crecimiento económico a un 1,4 por ciento debido a una “desaceleración económica superior a la esperada”.
Los problemas se debieron sobre todo al bajo desempeño en las industrias del azúcar y de la manufacturas en la economía planificada cubana, según detalló hoy “Granma”.
El gobierno de La Habana, por otro lado, gastó según lo previsto más de 2.000 millones de dólares en la importación de alimentos en 2014. Las previsiones económicas apuntan a un gasto de 2.194 millones de dólares en 2015, 137 millones más que este año.
Debido a sus agudos problemas de productividad, la isla importa cada año hasta el 80 por ciento de los alimentos que consume. Las reformas de mercado aplicadas en los últimos cinco años no han conseguido hasta ahora reactivar de forma significativa el sector agrícola.
Según datos publicado en “Granma” en 2013, el gasto en la compra de alimentos en el extranjero se ha incrementado desde los 1.500 millones en 2011 hasta los más dos 2.000 millones desembolsados actualmente.