Diciembre 26, 2024

Racismo e injusticia en el fallo del Gran Jurado de Missouri. Habrá un antes y un después afirman especialistas de la lucha contra el racismo en EE.UU.

Especialistas anunciaban una nueva era de luchas de los afroamericanos por sus derechos. La cólera aumenta en los Estados Unidos y también en Europa después de la decisión del gran jurado del Estado norteamericano de Missouri que decidió no juzgar “por falta de pruebas” al policía blanco que el pasado 9 de agosto asesinó en Ferguson, suburbio de St. Louis, a Michael Brown, un joven afroamericano de 18 años que estaba desarmado. Después de la lectura del cuestionado fallo por el fiscal del condado de San Luis, Robert McCulloch, la comunidad negra norteamericana salió a las calles en las grandes ciudades, mientras que las protestas en Missouri se tradujeron en incendios, disparos y 29 detenidos.

 

 

Las manifestaciones atravesaron el miércoles (26) el Atlántico y también se propagaron hacia Canadá. En Toronto, Montreal y Londres hubieron importantes manifestaciones.

 

Días antes otro policía asesinó a tiros a un niño de 12 años que portaba una pistola de juguete. El presidente Barack Obama pidió protestas pacíficas. Aún así en la noche del fallo (lunes 24) las protestas populares se extendieron a Nueva York, Chicago, Los Angeles, Washington y Oakland, entre otras grandes ciudades del país. En Missouri, el gobernador Jay Nixon difundió un comunicado en el que decretó el “estado de emergencia” y anunció un aumento de la dotación policial para controlar “los saqueos y disturbios”. “Sin justicia no hay paz” era una de las consignas de los manifestantes.

 

Después de 50 años de luchas por los derechos cívicos un policía puede asesinar impunemente a un joven negro. Es un hecho objetivo.

 

Esto prueba que las estructuras de la segregación racial están intactas, indican abogados especialistas. La gran mayoría de los afroamericanos tiene menos de 35 años y no obedecen a las figuras del establishment afroamericano como el reverendo Jesse Jackson que establecía las relaciones con las instituciones del Estado Federal. Todos los expertos indican como factor determinante en la violencia policial la cultura racista (anti afroamericana y anti hispana-latina) que predispone a la represión de las policías estatales y municipales de los EE.UU.

 

Los jóvenes afroamericanos crecen en el terror de ser hostigados y violentados por los cuerpos policiales. La policía norteamericana se ha paramilitarizado con armas y carros blindados reciclados de la guerra en Afganistán y en Irak, afirman los expertos e incluso el New York Times. Las tácticas represivas se han perfeccionado y militarizado. La comunidad negra, sobre todo la juventud, ha comenzado a discutir acerca de las formas de resistencia y autodefensa contra la policía en particular y el White Power en general, además de cómo luchar y enfrentarse a los grupos de supremacistas blancos como el Ku Klux Klan.

 

Los Black Panthers o Panteras Negras, la mítica organización revolucionaria de los años sesenta que luchó por una Nación Afroamericana en el mismo territorio de USA, ha levantado cabeza, comienza a reorganizarse y a reclutar en campus universitarios y en la comunidad afroamericana de las grandes ciudades, comentaba un experto en emisión de la emisora pública canadiense de televisión.

 

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