Septiembre 20, 2024

Interpelación: la UDI se disparó a los pies

La figura de la interpelación es una figura típica del Chile a medias, una institución parlamentaria en un país monárquico-presidencial. En el sistema parlamentario, las interpelaciones son semanales e implican, en algunos casos, la salida del Primer Ministro o de alguno de los miembros del gabinete. 

 

Es lógico que en Chile, si el interpelado es inteligente, salga siempre ganando – como fue el caso de Nicolás Eyzaguirre frente a su inter(peladora), María José Hoffmann -. La única facultad fiscalizadora del Ejecutivo que tiene la Cámara de Diputados es la acusación constitucional, pero para lograrla, es necesario tener la mayoría parlamentaria en ambas Cámaras, requisito que la a actual oposición no cumple.

 

La estrategia la UDI, partido totalitario y fascista, consiste en hegemonizar a la oposición sometiendo a sus aliados a sus designios. Es cierto que cuando se está en la posición de crítica al gobierno, quienes son más radicales y decididos tienen más ganancias que los tibios y pusilánimes, como ha ocurrido en la mayor parte de la historia republicana de Chile: así fue, por ejemplo, en la “tocora” – todo contra los radicales – o en la alianza de todos contra Ibáñez, en que siempre ganaban quienes sostenían razonamientos más radicales contra el Ejecutivo.

 

La UDI pretendió reafirmar su postura como partido hegemónico de la oposición, pero le está saliendo “el tiro por la culata”, pues la única oposición que existe en Chile, hoy por hoy, es la de los Walker, los Martínez, los Pérez Yoma, los Aylwin, los Brunner, los Correa, los Velasco, en suma los antiguos conservadores concertacionistas.

 

 

 

La UDI, con la reaparición de la histérica facistoide, profiriendo insultos incoherentes y llenando de caca a sus adversarios – caso genial para ilustrar los estudios psicoanáliticos de S. Freud – sumado el video “yo me rebelo”, donde muestra a todos los niñitos y no tan niñitos de Jaime Guzmán lanzando pericos tendenciosos contra la Nueva Mayoría y, si por añadidura, tomamos la interpelación del 26 de noviembre, pretendió reafirmar su postura como partido hegemónico de la oposición, pero le está saliendo “el tiro por la culata”, pues la única oposición que existe en Chile, hoy por hoy, es la de los Walker, los Martínez, los Pérez Yoma, los Aylwin, los Brunner, los Correa, los Velasco, en suma los antiguos conservadores concertacionistas.

 

La “inter-peladora”, que lució un cuidadoso peinado de peluquería – no se le movía un pelo, como a los actores de películas antiguas de cowboys – y un traje negro, muy elegante, más para un matrimonio que para un acto republicano del Congreso – trató de presentarse como “la voz de los sin voz”, instalando en las tribunas una barra de acarreados militantes de la UDI, junto a un grupo de sostenedores, supuestas víctimas de la reforma impulsada por el “pérfido” ministro Eyzaguirre. El juego de hacer hablar al público, con nombre y apellido incluido, que utilizó a destajo el profesor Lagos, en sus discursos en el 21 de Mayo, con la mentada “señora Juanita”, está más tocado que la comparsita, ya no impresiona a nadie, pues se sabe que es puro circo y utilización objetivación de las personas – esta vez, los momios incluyeron, además, a un mapuche sostenedor reaccionario -.

 

Un detalle muy divertido y contradictorio en este circo es que la UDI terminó defendiendo ¡quién lo creyera!, la educación pública, cuando Augusto Pinochet, los traidores de la Concertación y el ex Presidente Sebastián Piñera la destruyeron, convirtiéndola en un mierdero impresionante.

 

La Diputada Hoffmann hizo ver su ignorancia en la materia y sólo se limitó a increpar al ministro, una y otra vez, por no responder a sus preguntas y sobre todo por no mirarla directamente a los ojos – es cierto que no los tiene feos – pero tanta coquetería frente a los razonamientos contundentes del ministro, sus lamentos pasaban a segundo plano.

 

De la interpelación de ayer, el único logro fue de que, además del lucimiento del ministro Nicolás Eyzaguirre, fue reunificar a los partidarios de la reforma educacional – incluso, el diputado Gabriel Boric, que tiene sólidos argumentos de crítica al ministro por su incapacidad para integrar a los movimientos sociales al diálogo y determinación de las políticas de la reforma – reconoció la buena actuación su solidez argumentativa.

 

En resumen, la UDI logró que hasta el menos letrado de los ciudadanos fuera capaz de captar muy bien que el único objetivo de este partido reaccionario, fascista y conservador consiste en continuar con la educación de mercado, muy bien expresada por su líder, el fatuo millonario Sebastián Piñera cuando dice que “la educación es un bien de consumo, que se compra y se vende en el mercad…”. Si bien Nicolás Eyzaguirre ganó este round, aun resta lo más importante, que dice relación con la educación pública y la carrera docente y, sobre todo, aplicarse a solucionar la falla principal de esta propuesta de reforma: su incapacidad para reencantar a los movimientos sociales.

 

Rafael Luis Gumucio Rivas

27/11/2014                    

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