Si Chile desea recuperar tasas de crecimiento más elevadas en un horizonte de mediano plazo los temas de Educación, Energía e Infraestructura son claves, dijo hoy en Santiago un alto representante del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Alejandro Werner, director del Departamento para el Hemisferio Occidental del FMI, señaló que actualmente la economía chilena se encuentra afectada por el ciclo de bajas de precios de las materias primas, principalmente metales, y también por la disminución de inversiones en minería, como varios otros países emergentes.
La economía chilena gira fuertemente en torno a la producción de cobre, su principal exportación, y ha sufrido los embates de la baja en su cotización por la desaceleración de China.
Pero Werner, quien participó en un seminario organizado por el Banco Central chileno, dijo también que ese comportamiento es parte de un ciclo que ha vivido el país, con uno de los mejores desempeños de la región en los últimos 25 años y que lo han llevado a que llegue al tope de su potencial de expansión.
“Chile ha sido el país que más ha crecido en la región en los últimos años. No creemos que el crecimiento en Chile sea mediocre. A cualquier país le gustaría tener un PIB potencial de 4,3 % como Chile”, dijo el ejecutivo.
Asimismo, descartó que el país haya dejado de ser un destino relevante para la inversión extranjera, en medio de la serie de reformas que está implementando el Gobierno de la socialista Michelle Bachelet, entre ellas, la más relevante, al sistema educacional para mejorar su calidad y garantizar su gratuidad en todos sus niveles.
“Chile no ha dejado de ser atractivo para invertir. La economía chilena sigue siendo muy abierta a los mercados internacionales y su sistema judicial es altamente predecible”, destacó Werner.
Agregó que “aun con sus problemas estructurales, Chile es el país con mayor calidad en educación e infraestructura en Latinoamérica” y uno de los más estables de la región.
A su juicio, las reformas que impulsa el Gobierno han generado incertidumbre como en cualquier país del mundo. “Lo mismo pasa en México, donde se hicieron reformas importantes pro competencia, en telecomunicaciones y energía”, indicó.
En cuanto al panorama regional, Werner dijo que el FMI mantiene sus últimas previsiones en que recortó su cálculo de expansión para América Latina al 1,3 % desde el 2 %.
Para 2015 el panorama se ve mejor, “aunque no con los niveles de crecimiento que se registraron en el período 2006-2013”, dijo.
En el caso de Chile, donde también aplicó una rebaja a su previsión de la expansión del PIB de este año desde un 3,2 a un 2 %, Werner dijo que igualmente se espera un repunte en 2015 y 2016.
“Estamos viendo una desaceleración económica que responde al ciclo de las materias primas, después de un crecimiento muy acelerado impulsado por factores domésticos como la reconstrucción después del terremoto (de 2010)”, dijo.
“Anticipamos una recuperación para Chile el próximo año. Creemos que el gobierno ha puesto el foco en los temas críticos del crecimiento de mediano plazo”, agregó.