Noviembre 23, 2024

Los veteranos del Senado

Con mucha razón, Arturo Alessandri Palma quiso eliminarlo de la Constitución de 1925. A mi modo de ver, el bicameralismo no tiene ningún sentido en un país unitario, como Chile, donde ambas cámaras representan a las regiones y desempeñan, prácticamente, las mismas funciones, excepto el que la cámara de diputados tiene un rol fiscalizador y el senado actúa como jurado.

 

 

Al senado se le ha atribuido el papel de una especie de “consejo de ancianos”, integrado por veteranos gotosos y calmos, en que la sensatez se mide por las canas que ostentan estos padres conscriptos. En el caso específico de las reformas propuestas por Michelle Bachelet, la cámara de diputados las despacha favorablemente y, el “consejo de ancianos” las transa con la derecha – así ocurrió con la reforma tributaria, que no es ni la sombra del proyecto original -.

 

En este bendito país, el alfa y omega de la democracia es la transacción, que trata de mantener, permanentemente, un empate que deje contento a todas las mafias políticas y siga manteniendo la propiedad de Chile en manos de los pocos “privilegiados” y de sus sirvientes lobistas de la ex Concertación.

 

Por desgracia, en nuestro sistema político se conjuga el poder de un presidente-monarca con un senado conservador convertido, en la actualidad, en el muro especialmente construido para hacer imposible cualquier reforma.

 

Por su parte, Ignacio Walker, presidente de la Democracia Cristiana, ha anunciado que el proyecto educacional que pretende poner fin al lucro, al co-pago y a la selección será transado por la derecha en su trámite en el senado. Hay que ser muy ingenuo para creer que los democratacristianos de derecha defienden ideas o están interesados en proteger a los apoderados y padres de familia; un estudio del CIPER Chile prueba que los famosos sostenedores, en su mayoría, no constituyen una familia de profesores, que tiene uno o dos colegios como única propiedad, sino que un conjunto de siete grupos que han lucrado con aportes fiscales, es decir, dinero que pertenece a todos los chilenos, dentro de los que se ubica el grupo Oliva, perteneciente a Walter Oliva, un connotado dirigente democratacristiano que, en 2013, recibió recursos públicos que ascendieron a 6.890.000, y sus ingresos totales se elevaron a 8.440.000 por el co-pago.

 

El senado, institución inútil, que consume un presupuesto enorme de la nación y, además, sólo sirve para retardar los proyectos de ley, se ha convertido en la cueva donde los oligarcas se regocijan manteniendo sin cambios el statu quo del Chile actual.

 

La convocatoria a una Asamblea Constituyente se hace, hoy por hoy, más necesaria que nunca, pues con la existencia del actual senado y del tribunal constitucional es prácticamente imposible lograr un país democrático. La tarea ahora es refundar la república.

 

 

En el nuevo Chile que todos anhelamos deberá existir una Asamblea Nacional de 150 miembros, todos elegidos sobre la base de un sistema proporcional, además de un régimen político de equilibrio de poderes entre el Ejecutivo y el Legislativo y, de esta manera, poner fin a la monarquía presidencial y al Chile de castas.

 

Rafael Luis Gumucio Rivas

01/11/2014

 

 

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