La Presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa, se refirió en particular al capítulo sobre el derecho a huelga en nuestro país del Informe 2014 sobre Derechos Humanos en Chile de la Universidad Diego Portales, afirmando que “no sólo es desoladora la situación de los trabajadores y trabajadoras, sino que debería darnos vergüenza, pues es increíble que un actor que es motor de desarrollo de la sociedad sea mirado con tanto desprecio”
“Si bien es cierto que la norma no asegura el cambio cultural, si es cierto que la norma ayuda a apurar ese cambio subjetivo que es necesario” expresó Figueroa y agregó que “el debate de reforma laboral no pasa solo por voluntad política, sino que tiene que ver con que un conjunto de muchos actores se sumen a esta demanda, que es buena para el sindicalismo, pero además para Chile”.
“Agradezco que se valore el rol del movimiento sindical, para hablar no solo de los temas que son de giro propio, lo que ha hecho la CUT es relevar y dar prestancia a un mundo sindical que se pone a disposición de los desafíos país” afirmó Figueroa.
Destacó que “aún en Chile hay trabajadores que para la legislación no existen, ya sea por omisión o por negación de derechos, como por ejemplo los temporeros, el área de la construcción o la pesca que no tiene consagrado el derecho a organización, o por ejemplo el caso del trabajo doméstico”
“Este debate no es solo laboral, sino que de dignidad, cuando decimos que lo que hay que construir en chile es un nuevo trato con los trabajadores, lo que estamos diciendo es que el trabajador no es un costo más de la producción, no solo es parte de la cadena productiva y se le agrega un valor, pero lamentablemente es concebido así por gran parte de los empleadores” concretó Figueroa.
Afirmó entonces que “cuando consideras al trabajador como un costo de producción, obviamente que no le concibes ningún derecho, porque no lo consideras como un sujeto, sino que como la propia ley lo hace, sobre la base de las fallas que tiene nuestra legislación laboral, se le concibe como un esclavo”
“Si no hacemos cambios profundos seguiremos teniendo al trabajador en estas precarias condiciones, y eso no solo no podemos permitir, porque el movimiento sindical puede ser un tremendo aporte en los procesos transformadores que estamos transitando” finalizó Figueroa.