El presidente estadunidense, Barack Obama, autorizó este jueves al Pentágono llamar a las reservas militares y a la Guardia Nacional en caso de que se requiera su ayuda en la lucha contra el ébola en África occidental, al tiempo que el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, dijo que hay 100 mil dólares en un fondo presupuestado en mil millones de dólares para hacer frente a la epidemia.
La ONU enfrenta graves problemas para recaudar los fondos necesarios en el combate contra el mortal virus, aseguró Ban Ki-moon y convocó a la comunidad internacional a aumentar los donativos para cumplir el objetivo de reducir la tasa de transmisión antes del primero de diciembre.
Ante la crisis sanitaria que ha desatado la fiebre hemorrágica, Obama firmó una orden ejecutiva que permite al gobierno convocar a más fuerzas y por periodos de tiempo más largos de lo autorizado.
Anunció que podría nombrar a unzar encargado de liderar la coordinación de la respuesta del país a la enfermedad, luego de reunirse con el gabinete responsable de atender el brote, y rechazó prohibir el ingreso de personas procedentes de los países más afectados por el virus al considerarlo como una medida contraproducente.
En días recientes, Estados Unidos prometió enviar hasta 4 mil elementos castrenses a África con el fin de proveer apoyo logístico y asistencia humanitaria para enfrentar el ébola.
La Casa Blanca detalló que las tropas no proveerán atención médica directa a los pacientes de ébola, que ha dejado 4 mil 493 muertos en Guinea Conakry, Liberia, Sierra Leona, España y Estados Unidos, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud.
Por lo pronto, dos escuelas fueron cerradas en Ohio, estado que visitó Joy Amber Vinson, segunda enfermera estadunidense contagiada del virus luego de atender al liberiano Thomas Eric Duncan. Vinson fue diagnosticada esta semana; el viernes pasado viajó de Dallas a Cleveland y retornó a la ciudad texana el lunes pasado, un día después de presentar fiebre.
Vinson fue diagnosticada esta semana; el viernes pasado viajó de Dallas a Cleveland y retornó a la ciudad texana el lunes, un día después de presentar fiebre.
Duncan falleció en el Hospital Presbiteriano de Texas, en Dallas, el pasado 8 de octubre; viajó a Estados Unidos procedente de Liberia para visitar a familiares. Días después de su llegada acudió a un hospital en Dallas al presentar los primeros síntomas, pero lo devolvieron a casa de su familia. Tres días después se presentó de nuevo en el hospital y fue diagnosticado con ébola a finales de septiembre.
En Texas, tres colegios suspendieron clases debido a que dos estudiantes y sus padres viajaron en el mismo vuelo que Vinson, de 29 años, y quien se encuentra en el Hospital Universitario Emory de Atlanta.
Nina Pham, primer enfermera contagiada en Estados Unidos y que también cuidó de Duncan, fue trasladada desde Dallas a los Institutos Nacionales de Salud en las afueras de Washington para continuar su tratamiento.
A los 75 trabajadores sanitarios que tuvieron contacto con Duncan se les pidió comprometerse por escrito a permanecer en sus casas. Una de las cosas que temo es que (el virus) continué propagándose en África. Entonces crecerá la amenaza para el sistema de salud de Estados Unidos, dijo el director del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, Tom Frieden, en respuesta a las críticas por las medidas de precaución fallidas del sistema sanitario estadunidense.
Un misionero español y un voluntario de Cruz Roja que atendieron pacientes de ébola en África, así como una mujer relacionada a la enfermera española infectada Teresa Romero fueron hospitalizados luego de padecer síntomas que pudieran ser del mortal virus.
En América Latina, Jamaica, Guyana y Colombia anunciaron que prohibirán la entrada a las personas provenientes de Liberia, Guinea Conakry y Sierra Leona, mientras que Haití instauró controles sanitarios en su frontera para prevenir el ébola.