Su molestia e indignación expresó el diputado de la lzquierda Ciudadana (IC) Sergio Aguiló por la acción que calificó como “insólita y un despropósito” contra los tres sacerdotes jesuitas de la Iglesia Católica José Aldunate, Mariano Puga y Felipe Berrios, impulsada por el arzobispo Ricardo Ezzati en el Vaticano por criticar el rol de la Iglesia Chilena frente al matrimonio homosexual y defender a los pobres.
“El pueblo, no sólo católico de Chile, conoce la trayectoria de lucha por la dignidad, la vida y los derechos humanos, especialmente hacia los más pobres, excluidos y perseguidos, por parte de los 3 sacerdotes acusados por el arzobispo Ezzati, por lo que su acusación es totalmente ridícula y una falta de respeto hacia la comunidad. Aquí el único que debiera ser acusado es el propio Ezzati”, aseveró Aguiló.
Puga dijo que la Iglesia en vez de destruir el concepto de clases, lo fortaleció con colegios para los pobres, para indígenas y otros para la clase alta. Aldunate en tanto, se manifestó a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo. Felipe Berríos ha expresado “que no hay que ser muy sabio para darse cuenta de que no es querido por ciertos sectores de la Iglesia”.
Aguiló indicó que “Ezzati se equivoca rotundamente al cuestionar a estos 3 sacerdotes que tienen una trayectoria ejemplar en la defensa de la vida durante la dictadura, sobre todo en los momentos más difíciles de persecución y asesinatos masivos. Tanto el sacerdote Mariano Puga de 83 años como José Aldunate de 96 años, expusieron su vida, para defender a los perseguidos y a las víctimas de las más graves violaciones a los derechos en dictadura, siguiendo la línea del cardenal Raúl Silva Henríquez, gracias a lo cual se pudieron salvar muchos chilenos. Aldunate creó el Movimiento Contra la Tortura Sebastián Acevedo y Puga (el cura obrero) trabajó con los más desposeídos”.
Destacó que Felipe Berríos “representa una nueva visión dentro de la conservadora Iglesia católica chilena, diciendo lo que piensa y cuestionando a los obispos por estar alejados del pueblo. Se fue a África a servir a los más excluidos y abandonados, cosa que debiese ser admirada y no perseguida como lo hace Ezzati”.
Por último, Aguiló dijo que “nunca hemos visto al arzobispo en alguna población, viviendo en carne propia lo que es la pobreza, menos aun defendiendo a las víctimas de violaciones a los derechos con el coraje que le conocimos a los padres Mariano Puga y José Aldunate. Además Ezzati en vez de ponerse del lado de las víctimas de los curas pedófilos como ellos mismos han relatado y a quienes nunca visitó, se puso del lado de los victimarios, como lo hace con Karadima, a quien visita constantemente. En el caso del joven Daniel Zamudio nunca lo visitó en los más 30 días que agonizó en la posta central, ¿es eso propio de un cristiano?”.
“Ezzati representa a la Iglesia de la Edad Media, seguramente le gustaría que volviera la Inquisición para perseguir a quienes como Cristo se han puesto del lado del oprimido y no de los poderosos. Porque eso representan Aldunate, Puga y Berríos” e insistió en que Ezzati es el único que debiera ser acusado, porque se está apartando de los nuevos tiempos y las nuevas reformas de la iglesia impulsadas por el Papa Francisco, quien llamó a no discriminar a homosexuales y a los obispos a que dejen de lado la opulencia y riquezas”.