El presidente boliviano, Evo Morales, enfrenta en los comicios generales de este domingo el reto de superar lo conseguido en tres votaciones anteriores, en las cuales siempre sobrepasó el 50 por ciento de los sufragios.
En 2005, cuando resultó electo presidente de la República, Morales alcanzó el 53,74 por ciento de los votos, cifras inferiores a lo que le otorgan para las próximas elecciones la totalidad de la encuestas.
En 2009, al ganar los comicios para encabezar el Estado Plurinacional, luego de aprobarse la Nueva Constitución Política del Estado, el actual mandatario compiló el 64,22 por ciento de los votos, una cifra que, según sus propias declaraciones, espera sobrepasar esta vez.
El primer presidente indígena del país, enfrentó un referendo revocatorio en 2008 y salió adelante con el 67,43 por ciento del sufragio, cifras que hablan del nivel de aceptación de sus políticas de gobierno, desde que llegó al Palacio Quemado el 22 de enero de 2006, para convertirse en el presidente número 65 en la historia del país.
Los últimos tres sondeos de las empresas Estudios Mori, Tal Cual e Ipsos, dan a Morales ganador con comodidad en primera vuelta, con cifras que se acercan en algunos casos al 60 por ciento de la intención de votos y en otras rondan el 55.
En todas, aventaja en más de 40 puntos al candidato de Unidad Demócrata, el empresario cementero y otrora ministro de Planeamiento, Samuel Doria Medina, quien en los últimos días se dedicó, sobre todo, a atacar al tercero en los sondeos, el expresidente Jorge Tuto Quiroga, del Partido Demócrata Cristiano.
Ambos candidatos pretenden acaparar el voto de la oposición y de la llamada clase media boliviana y no perdieron la menor oportunidad de lanzarse sus dardos, incluso Quiroga culpó a Doria Medina de haber sido responsable del hackeo del sitio digital del diario El Deber para publicar una nota con su supuesta renuncia.
Morales, mientras, tuvo un final de campaña -cerró el miércoles- tranquilo y lanzó un mensaje esperanzador al país, incluso, la víspera se reunió con los dirigentes de los jubilados y dio instrucciones a su ministro de Economía para la búsqueda de financiamiento con el cual responder a demandas de los rentistas.
Al mismo tiempo, el mandatario llamó al pueblo a acudir en masas a las urnas con la intención de superar el 94 por ciento de asistencia de 2009, aunque en Bolivia el voto es obligatorio y las ausencias injustificadas pueden ser sancionadas.
El otrora líder cocalero le basta para reelegirse el 50 por ciento más uno de los votos y un margen del 10 por ciento sobre el segundo, de lo contrario será necesario efectuar un balotaje, previsto para el 7 de diciembre venidero.
De ganar los comicios, Morales cumplirá su primera reelección al frente del Estado Plurinacional, la única que establece la Carta Magna y deberá abandonar el Palacio Quemado en 2020, aunque, durante la campaña, los opositores adujeron que el presidente pretende llegar en el poder, al menos, hasta 2025.