El presidente de la tienda gremialista tuvo un rol clave en la decisión del gobierno de Sebastián Piñera de dar pie atrás y ceder a las presiones de la industria que rechazaban la creación de un plan que no hacía diferenciaciones por sexo o edad de los afiliados. Decisión que favoreció al grupo Penta, controlador de la Isapre Banmédica, conocida como “el bastión de la UDI”.
A mediados de noviembre de 2012, el entonces ministro de Salud, Jaime Mañalich, presentaba una indicación al proyecto de ley que modificaba el sistema de Isapres incorporando un Plan Garantizado de Salud (PGS), que ponía la lápida a la idea original de terminar con la discriminación por sexo y edad que el propio Tribunal Constitucional (TC) había declarado inconstitucional dos años antes.
La indicación, ingresada al Congreso a través de un oficio del Presidente Sebastián Piñera, terminaba con el planteamiento original de crear un Plan Garantizado de Salud con un precio único, sin diferencias entre hombres y mujeres ni preexistencias para los afiliados de una misma aseguradora privada, y volvía a la matriz de lo que se intentaba cambiar, que era la fijación de precios por tramos. Fórmula que sustenta el corazón del negocio de las Isapres.
De paso, terminó matando el proyecto. Según el diputado Marco Antonio Núñez (PPD), la iniciativa “iba dirigida a que se estancara el proyecto porque no tiene ningún sentido. El Tribunal Constitucional ya había declarado que no era posible aumentar los precios y hacer diferencias por sexo o edad y si bien se aplanaba el número de categorías, finalmente seguía la misma lógica. Así que el proyecto murió por inanición. En la Sala se votó y no hubo capacidad política para seguir impulsándolo”.
El cambio en el timón del gobierno y de la cartera liderada por Mañalich fue leído como un triunfo de la industria. Y tuvo a un aliado clave en el Congreso: el actual presidente de la UDI, Ernesto Silva Méndez.
DEFENDIENDO LA INDUSTRIA
El proyecto que pretendía crear una tarifa plana para todos los usuarios de las aseguradoras privadas de salud, ingresó al Congreso en diciembre de 2011. Siempre fue un tema complejo, ya que desde las Isapres la iniciativa era vista como un misil al sistema.
Un año antes de llegar al Congreso con la indicación que generaba cuatro tramos de edad para diferenciar los cobros de las aseguradoras de salud, Mañalich levantaba una férrea defensa a la idea de terminar con esta histórica discriminación, señalando que se terminaría “con estos temas odiosos de preexistencias por sexo o por edad, que hasta ahora son el talón de Aquiles del sistema”
El parlamentario, reelecto en 2013, tiene una gran cercanía con el mundo de las Isapres de la mano del Grupo Penta, dueña de la Isapre Banmédica, conocida como “el bastión de la UDI”.
Pero la presión de la industria fue más fuerte. Según Núñez, “Mañalich fue superado. Estaba de acuerdo inicialmente y al final no pudo imponer su criterio”.
En la Comisión de Hacienda, donde se discutió, Ernesto Silva lideró la ofensiva de la UDI para que el espíritu del negocio de las Isapres no cambiara.
El parlamentario, reelecto en 2013, tiene una gran cercanía con el mundo de las Isapres de la mano del Grupo Penta, dueña de la Isapre Banmédica, conocida como “el bastión de la UDI”.
Penta, ligada a Carlos Alberto “Choclo” Délano y Carlos Eugenio Lavín, hoy está en la mira de la Fiscalía en medio del Pentagate, que ha generado nerviosismo dentro de la tienda de calle Suecia, principalmente por su hebra política, que apunta a presuntas irregularidades en el financiamiento de campañas electorales, y que ha puesto en cuestión la forma en que opera el financiamiento de campañas, especialmente en lo relativo a los aportes reservados, detrás de los cuales hay grandes empresas.
Según una investigación de El Mostrador, el partido que mayores aportes tiene históricamente por esta vía, tanto en las elecciones parlamentarias como presidenciales, es la UDI.
Fuentes del Congreso explican que “Silva fue clave, porque fue el que más insistió en que se mantuvieran los tramos. Larroulet, entonces ministro de la Segpres, hoy de regreso en la Universidad del Desarrollo, jugó un papel muy importante, ya que defendía los puntos de vista de Silva desde La Moneda”.
La Universidad del Desarrollo es el otro gran nexo familiar, político y de negocios de Silva con el grupo Penta.
El propio Silva admitía en ese tiempo que fue uno de los diputados que solicitó al gobierno presentar esta indicación.
El holding Banmédica es el activo más valioso de Empresas Penta. Con una valorización bursátil de US$1.356 millones, surgió de la fusión de Banmédica –de propiedad de Eduardo Fernández León– con Vida Tres, de Penta, en 2000. Cada uno posee un 28,74% de esta isapre que es un prestador integrado, dueño del 100% de las clínicas Santa María, Dávila, Vespucio (La Florida), Ciudad del Mar (Viña) y Bío Bío; centros de salud como Avansalud y Vida Integra; Help y Home Medical Clinic; una isapre y tres clínicas en Colombia y una clínica y un laboratorio en Perú. El año pasado ganó US$ 81 millones.
Según un estudio encargado por la Fiscalía Nacional Económica a la Universidad de Valparaíso, relativo a la integración vertical en el sector, el año en que se presentó la polémica indicación, Banmédica y Vida Tres formaban parte de los cinco actores que controlaban 96,2% del mercado, en el puesto número uno con 25,2%.
El “Choclo” Délano, histórico financista de la UDI, es tío político de Silva, a través de su madre, María Cristina Méndez, hermana de la esposa de Délano.
El padre del parlamentario, Ernesto Silva Bafalluy, fallecido en 2011, también estaba fuertemente vinculado al empresario. Fue director de varias empresas del grupo, así como accionista controlador del holding Banmédica, y dueño de la isapre del mismo nombre y de Vida Tres. Así como presidente de la AFP Cuprum.
En la declaración de patrimonio que realizó en 2010, Silva Méndez registraba 12.100 acciones en Banmédica, de las que se habría deshecho, según se desprende de su nueva declaración de patrimonio de 2014.