CIPER Chile, en una de sus investigaciones en 2013, destapó la olla de quiénes eran los empresarios que financiaban las campañas electorales sobre la base de los famosos gastos reservados. En este país de hipócritas y de “orarables prohombres” la investigación periodística los saca de sus casillas y ahora, por ejemplo, el ex senador y fundador de la UDI quiere acallar las voces de CIPER Chile con el secreto del sumario y amenazas de querella. El único periodismo que soporta la casta política es el de diarios del duopolio – El Mercurio y La Tercera – que, por lógica, informan sólo lo que a ellos les conviene.
En el informe de CIPER, por cierto, no aparece ningún pequeño empresario, sino los grandes empresarios: los Matte, (antes vendedores de tocuyo y hoy millonarios), los Luksic, los Del Río, los Solari, los Angelini y los Yarur – a esta lista les faltó agregar a los Délano, los Lavín, los Piñera, los Paulmann, los Edwards, y tantos otros, que conforman el grupo que llamamos “los dueños de Chile”.
Dentro de quienes aportan a los candidatos al Parlamento aparece, en primer lugar, Endesa-Chile, cuyo directorio acordó aportar un millón de dólares a las distintas candidaturas – quien fue mandatado fue Jorge Rosenblut, un personaje afín a los operadores de la Concertación-. A esta operación, le siguió Enersis, con US 2,5 millones – a este directorio pertenecía Pablo Yrarrázaval, Hernán Somerville, ex presidente de la Asociación de Bancos -.
La lista de CIPER sigue con el Grupo Luksic, que a través de la matriz de Quiñenco se sumó a los aportes reservados para las campañas; en su directorio figuraban Hernán Büchi y Gonzalo Menéndez, connotados pinochetistas. De este mismo Grupo, Cervecerías Unidas, también aportó.
El Grupo Angelini formó parte de los donantes al fondo de aportes reservados, a través de Corpesca. El Retail también estuvo presente con Falabella y SODIMAC. Los Bancos, a través del Grupo Yarur, por medio del BCI Factoring.
Sería mucho más transparente y honesto que el parlamento sesionara en el local de la Bolsa de Comercio, en calle Nueva York, y la presidencia de la república se trasladara de La Moneda a la Casa Piedra – local desde el cual predica, en la actualidad, el profesor Ricardo Lagos Escobar – el Presidente predilecto de los empresarios.
Conmueve comprobar cómo estos millonarios se han convertido en grandes filántropos, regalando millones de dólares a los “rotitos” candidatos, sin pedir nada a cambio; es que estos santos han seguido, a la letra, las enseñanzas del Padre Alberto Hurtado con el lema “dar hasta que duela”.
Sólo los ingenuos y apáticos electores pueden creer que, a través de su voto, están seleccionando a una persona que los represente, que se identifique con sus problemas, intereses, esperanzas y desesperanzas. ¿Por qué no nos dejamos de hipocresías y sinceramos nuestra realidad política, por ejemplo, llamando a cada comité parlamentario con el nombre de una empresa – comité Enersis, Endesa, Falabella, Colbún…-.
A lo largo de esta serie de artículos, creo haber probado que, en muchos casos, la casta política plutocrática equivale a los yanaconas de los grandes empresarios. Chile no es un país democrático, sino un gran emporio de almaceneros.
(Fuente: CIPER-CHILE, Los secretos de las empresas que financian la política, del 06/11/2013).
Rafael Luis Gumucio Rivas
04/10/2014