Los fotógrafos de São Paulo trabajarán un día con un ojo tapado en protesta contra una sentencia judicial de segunda instancia condenando a un fotoperiodista que hace más de 14 años perdió su ojo izquierdo en un ataque de la policía militar durante la cobertura de protestas públicas.
El Tribunal de Justiça de São Paulo anuló la indemnización al fotógrafo y libró de responsabilidad a la policía militar del Estado Sao Paulo al anular una sentencia de primera instancia dictada en 2003.
El periodista gráfico Alex Silveira perdió la visión de su ojo izquierdo a los 29 años de edad, tras ser alcanzado por una bala de goma disparada por un policía militar mientras cubría para el diario Agora protestas realizadas en esa urbe el 18 de julio de 2000.
Silveira ganó el caso en los tribunales de primera instancia, pero en este mes de septiembre 2014 la segunda Sala Especializada de Derecho Público de la Corte de Justicia anuló la sentencia anterior que indemnizaba al periodista. Además, lo condenó a pagar las costas judiciales y los honorarios del abogado del Estado de São Paulo, que fue eximido de cualquier culpabilidad por las heridas ocasionadas al reportero gráfico.
La Corte atribuyó al periodista-fotógrafo la responsabilidad por lo ocurrido y, además, lo obliga a pagar las costas judiciales y los honorarios del abogado del Estado. La sentencia achaca al periodista “la culpa exclusiva del lamentable episodio del que fue víctima”, al haber permanecido en el lugar de los disturbios y no haberse retirado cuando el conflicto tomó proporciones agresivas y de riesgo a la integridad física.
Fotógrafos y reporteros gráficos de São Paulo acordaron cubrir uno de sus ojos durante un día de trabajo en señal de protesta contra la [in] justicia que castiga a Silveira por haber perdido su propia visión a causa de balas disparadas a mansalva por la policía militar. Foto-reporteros de diferentes medios de información se reunirán en la sede del Sindicato de Periodistas de São Paulo para decidir qué día realizarán su protesta.
“Es una decisión absolutamente improcedente y muy seria porque traslada la culpa a un profesional que estaba trabajando y lesiona su propia libertad de haber estado allí ejerciendo su profesión”, dijo José Luis da Conceição, vice-presidente de Arfoc-SP, asociación que reúne reporteros gráficos y cinematográficos. “La decisión instala un precedente muy grave, que inhibe a los profesionales de hacer su trabajo”, afirmó el dirigente.
Conceição dijo que su organización es contraria a cualquier tipo de uso de arma en manifestaciones y destacó que durante la serie de protestas iniciadas en junio 2013 varios otros profesionales terminaron siendo heridos.
Según un reporte de la Associação Brasileira de Jornalismo Investigativo (Abraji), más de cien periodistas fueron lesionados mientras cubrían las manifestaciones, la mayoría por agentes policiales. Entre ellos se encuentran el fotógrafo Sérgio Silva, quien también quedó ciego al ser alcanzado por “una bala perdida”, y la periodista de TV Folha Giuliana Vallone, alcanzada también por otra bala lanzada deliberadamente por un policía, aunque ella estaba visiblemente identificada como reportera.
Aunque la protesta con el ojo tapado todavía no se realiza, muchos colegas de Silveira están difundiendo fotos en que aparecen con uno de sus ojos cubiertos con la leyenda “Piratas Urbanos” en el tapa-ojo. Esta serie de fotografías está siendo realizada por Sergio Silva, victimado en sus ojos el año pasado.
El director del semanario uruguayo Búsqueda Claudio Paolillo, a nombre de la SIP solicitó a las autoridades judiciales de SP reconsiderar la anulación de una decisión que “se convierte en un precedente peligroso sobre la seguridad de los reporteros y la cobertura de eventos de interés púbico”.
Investigan asesinato de periodista brasileño en 2005
Por otra parte, se informó que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) investigará el asesinato del periodista brasileño Mario de Almeida Coelho Filho, atendiendo una solicitud de …2005. Paolillo dijo que la investigación de este asesinato ayudará “a crear una nueva cultura contra la impunidad que afecta a centeneras de casos de periodistas asesinados que todavía permanecen insolutos, en muchos casos por desidia de las autoridades”.
Coelho Filho había recibido amenazas de muerte cuatro meses antes del crimen. Le dispararon cinco tiros cuando llegaba a su casa, en Magé (región de la Baixada Fluminense, Río de Janeiro), donde también tenía la sede el periódico A Verdade, donde solía denunciar actos de corrupción y mal manejo del dinero público de parte de los miembros del ayuntamiento de Magé.