El gobierno chino levantará las restricciones a la inversión extranjera en 27 negocios, que van del té verde a los motores de los aviones para uso civil, en la Zona de Libre Comercio (ZCL) de Shanghai, según anunció hoy domingo el Consejo de Estado, el gabinete del país asiático.
El área quedará temporalmente exenta de las limitaciones al capital foráneo en negocios como el transporte marítimo, el sector automovilístico, la aviación civil y el desarrollo de infraestructuras, apuntó un comunicado del Consejo de Estado. Según el documento, se permitirá que la participación de un inversor extranjero en una agencia de transporte marítimo de capital mixto en la ZLC de Shanghai exceda el 51 por ciento, frente al máximo del 49 por ciento que estipula la regulación actual.
Se permitirá a los inversores extranjeros establecer empresas de capital exclusivo en el emplazamiento para el manejo de cargas y la gestión de zonas de contenedores, negocios que la normativa actual sólo permite a las firmas mixtas.
Asimismo, se reajustarán un buen número de artículos restrictivos en el catálogo de guía para la inversión extranjera en la ZLC de Shanghai.
A las empresas extranjeras de capital exclusivo también se les concederá el derecho de acceder a los sectores abiertos solamente a las empresas mixtas, entre ellos, la investigación y el desarrollo de instalaciones para ferrocarriles de alta velocidad, trenes de pasajeros, el diseño de yate y cruceros de lujo, así como el desarrollo y la manufactura de piezas de motores para aviones civiles.
Además, la inversión extranjera también tendrá el permiso para entrar en la construcción y gestión de ferrocarriles, los transbordadores, los puentes y túneles vinculados a estos proyectos.
Se prohíbe que las empresas extranjeras produzcan el té tradicional chino, pero pueden hacer negocio en la ZLC de Shanghai a través de una compañía mixta con la parte china.
En esa ZLC se han establecido unas 12.000 empresas desde su puesta en marcha en septiembre del año pasado.
La zona, que abarca 29 kilómetros cuadrados, ha prometido el libre comercio, una mayor apertura financiera y menos controles gubernamentales en las actividades comerciales