Este miércoles 24 de septiembre, al cumplirse 41 años del asesinato de Arnoldo Camú, se instaló una placa recordatoria en Amunátegui esquina Huérfanos, lugar donde fue ejecutado. La materialización de este acto, tan simbólico para todos los que han buscado por años la verdad y la justicia, ha sido posible gracias a la colaboración y apoyo de distintas autoridades, entre ellas Carolina Tohá, Alcaldesa de la I. Municipalidad de Santiago; Francisco Ugás, Secretario Ejecutivo del Programa de Derechos Humanos del Ministerio del Interior, y su asesor, Cristian Flores; José Antonio Gómez, Ministro de Justicia; y su asesor en DD.HH., Eduardo Paredes; y Alicia Lira, Presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos.
Arnoldo Camú Veloso nació en Santiago, en 1937. Ex alumno de los Liceos Amunátegui y Manuel de Salas, se incorporó a la Brigada Universitaria Socialista (BUS) mientras estudiaba Derecho en la Universidad de Chile. Como estudiante de Derecho, y luego en su calidad de abogado laboralista, desde el estudio jurídico de Eduardo Long Alessandri asesoró profesionalmente, a distintas organizaciones sindicales y laborales, entre ellas la Confederación de Trabajadores del Cobre, a los Empleados Bancarios y diversos sindicatos a nivel nacional.
En 1967, Arnoldo se incorpora a la “sección chilena” del Ejército de Liberación Nacional (ELN), fundado por el Che a mediados de los 60. Los elenos, conformados principalmente por militantes socialistas, constituyeron la base más sólida en ese proyecto. A la muerte del Che, se integra activamente a la guerrilla en Bolivia para ayudar a la reorganización de la misma junto a Inti Peredo
Después del triunfo de la Unidad Popular en septiembre de 1970, se retiró de la actividad profesional privada y ejerció como Asesor Legal de la Presidencia, apoyó la formación de los cordones industriales, la capacitación de los trabajadores; formó parte del Comité Editor del diario “Noticias de Ultima Hora” y participó en la constitución y el funcionamiento del GAP (Grupo de Amigos Personales de Salvador Allende).
El 11 de septiembre de 1973, en el marco de sus responsabilidades como Jefe Aparato Militar del Partido Socialista, dirigió al grupo de militantes de izquierda que resistió el golpe en las inmediaciones de la Población La Legua y de las industrias SUMAR e INDUMET. Después de finalizada esta resistencia simbólica, Arnoldo sintió que su misión era mantenerse en el país y, desde la clandestinidad, trabajar en la reestructuración de la fuerza partidaria.
Sin embargo, las fuerzas represivas de las Fuerzas Armadas desde antes del golpe ya lo tenían claramente identificado como un líder que les crearía múltiples problemas. Por esta razón fue perseguido hasta que una delación permitió su arresto y asesinato el 24 de septiembre de 1973, en el centro de Santiago.
“Llevamos 40 años en esta lucha, y hemos avanzado -muy lentamente- hasta alcanzar parte de la verdad. En estos años se han interpuesto 3 querellas. La primera no fructífero porque en 1987 se aplicó la ley de amnistía. Luego, en el 2001 una segunda demanda fue acogida haciéndose algunas investigaciones, pero sin mayores resultados. Sin embargo, las investigaciones realizadas como fruto de una tercera querella interpuesta en 2010, establecieron que los autores materiales del asesinato de Arnoldo fueron miembros de la Armada Nacional, los que en diciembre de 2013 fueron acusados y sometidos a proceso por el juez Mario Carroza como autores del homicidio… Como familia continuaremos buscando la plena verdad y la justicia”, dice Celsa Parrau, su compañera de toda la vida.