Diciembre 26, 2024

Tres y Cuatro Alamos: Prisión de niños funciona en ex centro de la DINA

Tres y Cuatro Alamos, el más grande centro de torturas, detenciones legales e ilegales y de exterminio de personas que existió en Chile entre 1974 y 1977, con el advenimiento de la “democracia” se transforma en prisión de niños. Esta es otra faceta de los atentados contra los derechos de niños y jóvenes. A cargo del Sename (Servicio Nacional de Menores), allí se encierra a unos doscientos setenta menores, cifra variable.

Visitamos el lugar y vimos a los adolescentes participando en una actividad. Recorrimos las heladas celdas de concreto y baldosas, sin calefacción. De algunas de ellas se sacó a presos políticos que desaparecieron para siempre. Fue destruido el pabellón donde estuvieron las mujeres.

 

Se estima que por allí pasaron seis mil detenidos políticos. Este centro es el único que subsiste, porque los demás fueron borrados del mapa (Chacabuco, Isla Dawson, etc.). Corresponde -a juicio de los ex presos- transformarlo en un sitio para la memoria, la paz y los derechos humanos.

 

Asombra la indiferencia con que los gobiernos posteriores a Pinochet aceptan esta situación. En octubre de 2013, el Premio Nobel de la Paz, el argentino Adolfo Pérez Esquivel, denunció que el ex centro de detención y torturas conocido como Tres y Cuatro Alamos era utilizado como centro de detención de menores. Lo visitó junto un grupo de ex presos políticos de ese centro y organizaciones sociales de la comuna de San Joaquín.

 

Osiel Núñez, presidente de la Corporación Tres y Cuatro Alamos, ha dicho: “Nos planteamos hacer de 2014 el año de la recuperación de todo el campo como sitio de memoria; que la totalidad de este campo sea declarado monumento histórico nacional”. Considera que “lo más importante dentro de una prisión son precisamente las celdas, los lugares donde tenían que permanecer por largas horas los prisioneros”. Los presos políticos víctimas del golpe de Estado de 1973 no soñaron ni en las más atroces de sus pesadillas que ese campo de concentración iba a ser convertido en centro de reclusión de niños por la Concertación, que proclamaba el advenimiento de la democracia. Por ese motivo, no puede ser declarado monumento histórico nacional.

 

En los años de la dictadura estuvo en manos de la Dina y de Carabineros. Hasta hoy, sólo una parte del sitio ha sido declarada Monumento Nacional, la que no ha sido entregada a ningún organismo de derechos humanos.

 

Viviana Díaz, Premio Nacional de Derechos Humanos 2010, ha dicho: “Considero que es muy importante y necesario para el país conocer lo que ocurrió, más aún en un recinto que fue de los primeros en que se empezó a traer a los compañeros que eran detenidos después del golpe militar. Chile entero y la nuevas generaciones deben saber lo que ocurrió. Yo espero que pronto el Servicio Nacional de Menores sea trasladado de este lugar y el recinto sea traspasado a la Corporación, donde pueda constituirse esto en un museo o en lugar de estudio para las nuevas generaciones, para contribuir al nunca más”.

A Cuatro Alamos llegaban algunos detenidos directamente, luego de su aprehensión, pero lo común era que fueran enviados allí desde otros recintos de detención y tortura. Por lo general, no se reconocía la detención de las personas que permanecían recluidas en Cuatro Alamos. Allí estuvieron entre otros Laura Allende, Luis Corvalán, Tito Palestro, Ernesto Araneda, Fernando Flores, Manuel Cabieses, Marcia Scantlebury, Jorge Montealegre, Angela Jeria y Osvaldo Andrade. Algunos presos desaparecieron desde este lugar, como el sacerdote Antonio Llidó, Pedro Merino Molina o Flavio Oyarzún Soto.

 

Este centro transitorio de incomunicación administrado por la Dina funcionó desde abril de 1974 hasta 1977. Ubicado en Canadá N° 5359, cerca del Metro Pedreros, contaba con doce celdas pequeñas, una celda grande y oficinas. Todas formando parte de un conjunto al interior del campamento de Tres Alamos, aunque aislado del resto, que era administrado por Carabineros. Su jefe era el coronel Conrado Pacheco.

 

Los prisioneros que permanecían en Cuatro Alamos podían ser vueltos a llevar a centros secretos de detención y tortura o ser sacados para acompañar a los agentes de la Dina a practicar detenciones, si las circunstancias lo requerían. En ese estado de espera o “disponibilidad”, esos detenidos podían pasar largo tiempo. Aquellos a quienes no se necesitaba volver a interrogar o utilizar para practicar detenciones, y que ya se habían recuperado del trato sufrido en otros recintos, eran trasladados a Tres Alamos o a otro recinto reconocido. A partir de ese momento podían recibir visitas y ser incluidos en la lista oficial de detenidos.

 

Al comienzo Cuatro Alamos pretendió ser un recinto secreto de reclusión. Con el fin de guardar el secreto, los prisioneros eran ingresados con la vista vendada y su puesta en libertad se producía mediante su abandono en la vía pública, luego de ser sacados también con la vista vendada. Con el tiempo, en la práctica se hizo imposible mantener dicho secreto y las autoridades reconocían en ocasiones a Cuatro Alamos como pabellón de incomunicación de Tres Alamos.

 

El personal a cargo de Cuatro Alamos dependía de la Dina pero no cumplía funciones operativas. Estaba dirigido por un oficial de Gendarmería, Orlando Manzo Durán, agente de la Dina. También participaban agentes como Carlos Carrasco Matus, conocido como “Mauro”, quien fue detenido y hecho desaparecer por la misma Dina en marzo de 1975.

 

MUJERES PRESAS

Las mujeres estuvieron en el peor pabellón del campamento, uno de madera que disponía de un patio pequeño. Estaba a cargo de Carabineros. Al comienzo hubo alrededor de noventa mujeres. En ese campo nacieron tres guaguas.

 

Entre cientos de mujeres detenidas y torturadas durante la dictadura, muchas estaban embarazadas al momento de su detención. En Cuatro Alamos estuvieron Cecilia Miguelina Bojanic Abad, detenida junto a su esposo Flavio Oyarzún el 2 de octubre de 1974, cuando tenía cinco meses de embarazo: testigos la vieron por última vez con vida en Cuatro Alamos; Jaqueline Paulette Droully Jurick, 24 años, detenida el 30 de octubre de 1974, con tres meses de embarazo, fue vista por última vez cuando agentes de la Dina la sacaron junto a su esposo de Cuatro Alamos; Gloria Lagos Nilsson, madre de tres hijos y embarazada de tres meses, fue tomada como rehén para presionar a su compañero, militante del MIR que se había fugado de la Dina: fue vista en Cuatro Alamos en septiembre de 1974.

Laura Allende, madre del secretario general del MIR, Andrés Pascal, estuvo presa en Tres Alamos. En el campo contiguo, Cuatro Alamos, estaba Gastón Pascal, padre de sus hijos.

 

Se sabe que entre las mujeres incomunicadas estuvo Lumi Videla Moya, asesinada en la tortura. Su cadáver apareció en los jardines de la embajada de Italia. Su hijo de cuatro años, Dagoberto Pérez Videla, fue torturado en presencia de ella y de su padre, Sergio Pérez Molina.

 

Los detenidos fueron víctimas de ultrajes. Algunos fueron torturados en parejas y en forma increíble. Tal es el caso de Humberto Edgardo Mewes y su esposa Adriana Urrutia Asenjo; a ella le pasaron un vehículo sobre las piernas; él, enfermo del corazón, sufrió varias crisis cardíacas por la tortura con electricidad.

 

TRASLADO DE MENORES

A UN LUGAR DIGNO

Según el Compendio Estadístico 2013 del Instituto Nacional de Estadísticas, de un total de 84.384 niños, niñas y adolescentes en la Red Sename, 477 lo fueron en el area de adopción, 70.090 en el area protección de derechos y primera infancia y 13.817 en el area de justicia juvenil.

 

A juicio de la Corporación Tres y Cuatro Alamos, los menores hoy presos en este recinto podrían ser trasladados al Centro de Detención Preventiva y Cumplimiento Penitenciario Especial Punta Peuco. El recinto tiene una estructura ampliable. Cuenta con una docena de cabañas, en las cuales hay dos habitaciones, baño, living, calefacción, acceso a Internet y teléfono, además de áreas verdes, piscina, cancha de tenis, etc. Allí se podría impartir a los menores educación y preparación en diversos oficios al instalar talleres especializados.

 

El complejo penitenciario Punta Peuco, en la comuna de Til Til, está bajo administración de Gendarmería. Fue creado en 1995 por el presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle, ya que se necesitaba un lugar para que cumplieran su condena los implicados en el caso Letelier. El decreto 580 del 14 de junio de 1995, que crea el recinto, fue firmado por la ministra de Justicia, Soledad Alvear.

 

El actual ministro de Justicia, José Antonio Gómez, cuando fue ministro en el gobierno anterior de Bachelet, viajó por centros penitenciarios de Europa y llegó con buenas ideas para los menores detenidos, sobre la base de educación, trabajo, integración social. Ahora podría impulsar en Punta Peuco el mejoramiento de sus condiciones de vida y el fin de los abusos a menores detenidos.

 

VIRGINIA VIDAL

 

Publicado en “Punto Final”, edición Nº 813, 19 de septiembre, 2014

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