Diciembre 27, 2024

Lagos Escobar…..sandía calá

Me contaba un siquiatra, serio universitario formado y con diploma en los tiempos de la educación pública, laica, de calidad y gratuita, que habita en algún rincón del alma, en todos aquellos que han sido presidentes de la patria un profundo deseo de volver a serlo.

 

Me dice que no se trata de una recalentada paella a degustar con profundo afán por los bien afinados tonos de la canción nacional a la entrada de la casa de los presidentes, ni por los saludos de la guardia de palacio, tan gallardos ellos, eso no tiene nada que ver, el asunto es más profundo.

 

Posiblemente en aquella primera parte del día, cuando están frente al espejo con esas camisetas de tirantes que nos recuerdan al viejo barrio Patronato cuando se compraba la ropa por kilos, con miradas largas y más lejos aún se hacen masajes con gel de Aloe Vera en las bolsas que les caen bajo los ojos. Piensan que lo hicieron bien. Lamentarán que sus cercanos no hayan ejercido sus buenos oficios para una buena estatua de medio cuerpo, sabiendo que hay espacio suficiente en Santiago para aquello, o alguna plaza chiquita provinciana, digamos un asunto sencillo, algo más bajito que la de Arturo Prat.

 

Se sientan en la taza del baño y se hacen masajes para calmar las varices que se muestran cada día más evidentes. Levantan la cara para dejar el cuello al descubierto que ya flácido deja evidencias del calendario que están viviendo, algo parecido a un pavo viejo que no llegará haciendo gimnasia a la puerta del horno. Digamos asuntos de personas viejas, con sus años, con sus calendarios arrugados.

 

Debe ser posiblemente que la dictadura militar haya dejado en el céfalo de algunos ex presidentes, esa urgencia de ir más allá en los almanaques de los tiempos que le otorgaron los votos, sentir que en alguna esquina del corazón patriota está levantado el cartel……volveré, ustedes los indispensables.

 

El poder, o sea aquella migaja que les da el empresariado de Chile a los presidentes y a sus ungidos, eso casi los vuelve locos, y es tanto así, que en Chile es un país donde existen tres instancias legislativas: diputados, senadores y Casa Piedra. A toda la clase política chilena le interesa tener buenas relaciones con los empresarios, si hasta Guillermo Teillier se comió todas las galletas y los empolvados en las onces con Barrick Gold en una visita al país de la bandera de las estrellas y las barras…..junto a la presidenta.

 

Pasaré por alto cuando nuestro Nicanor centenario Parra se tomó un té con la mujer de Nixon, de eso hace ya bastantes años. Pero debo hacer públicos que la izquierda chilena, toda, completa y afinada hacían ejercicios para lapidar al poeta. En la actualidad izquierda saluda con manos limpias a empresarios y todo sucede como si nada fuera extraño…..es que nos parecemos tanto, han llegado a decir.

 

En esos mullidos salones/sillones de Casa Piedra todo se parece a circo romano. Todo se define con el pulgar hacia arriba, aunque allí no hay espadas, ni petos de cuero….hay buen café, mucha cámara, y la máquina del dinero entonando su cancioncilla, la misma desde tiempos inmemoriales, y con eso ya es suficiente.

 

Cuando un ex presidente es invitado para una conferencia entre empresarios a la tercera cámara de la patria, lo que se está evaluando es su capacidad mental para que pueda nuevamente intentar una carrera de medio fondo. Desde las confortables sillas de sus confortables salones, los ojos de los empresarios se ponen vidriosos, y entre esos tiempos que las pestañas se dejan caer, ven como si se tratara de la multiplicación de los peses….. el aumento de sus capitales.

 

Cuando un ex presidente como LAGOS ESCOBAR levanta el tono para decir que en Chile falta un líder, sus asesores están pasando el platillo para los gastos de una próxima carrera presidencial.

 

Los Matte, Angelini, Luksic y otros tantos punteros derecho, construyendo la política para los años siguientes a su regalado gusto y antojo. Todos ellos por sobre la reforma tributaria, bandoleros con un ejército de abogados tributaristas que entran y salen por las esquinas de la elusión/robo.

 

No hay dudas que un gobierno de cuatro años es poco tiempo. Posiblemente esa haya sido la carta escondida para que los que fueron ahora quieran volver a ser. Un loto a la medida, un raspe para uno solito.

 

Esto de volver a ser presidente una vez más no sucede solamente en Chile. En todo el mundo los que han sido ciudadanos número uno quiere volver a repetirse el plato. El planeta está lleno de ejemplos.

 

Ellos tan iguales……..

 

Teodoro Obiang ciudadano número uno de la República de Guinea Ecuatorial desde 1979, tiene esa suerte de ser reelegido, siempre que se presenta sale victorioso y por una cantidad más que considerable de votos. Todos los guineanos se vuelven locos cuando ven en la papeleta su nombre, algo parecido a los que van siguiendo a Lagos Escobar, queriendo saber incluso que perfume usa.

 

Teodoro un año antes de las siguientes elecciones convoca a todos los empresarios y se presenta. Entre sus gestos hay un dedo señero y clarificador. Ellos le conocen, hacen buenos negocios y lo bendicen. Algunas semanas antes de las elecciones visita al brujo de su pueblo natal, algo así como una Casa de Piedra en la mitad de la selva, algo más pequeña, quien entre humo le dice incluso el porcentaje del resultado electoral.

 

Posiblemente haya algo de Robert Mugabe en nuestra sandía calá. Algunos del mundo blanco lo llaman dictador, pero nada más alejado de la realidad, porque de manera insistente logra que su nombre esté en la papeleta y siempre asoma un mágico resultado, el 98% de todos los votos. Se comenta en los barrios pobres de la capital de Zimbabue, donde esos son pobres eternos, y tanto así, que ni siquiera el libro de recetas de Joaquín Lavín podría ser aplicado.

 

Ronda en el aire que algunos ex presidentes sin llegar a correr una maratón completa, se están colocando zapatillas para el medio fondo.  

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