El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció el domingo que el miércoles presentará su “plan de acción” para luchar contra el Estado Islámico (EI), y aclaró que no prevé enviar tropas terrestres ni pretende lanzar “el equivalente a la guerra en Irak”.
“La próxima etapa es pasar a una forma de ataque (…) Me reuniré con los líderes del Congreso el martes. El miércoles daré un discurso y describiré cómo será nuestro plan de acción”, explicó el mandatario en una entrevista a la NBC News difundida el domingo pero grabada el sábado en la Casa Blanca, un día después de su regreso de la cumbre de la OTAN en Newport (Gran Bretaña).
“El EI representa una amenaza debido a sus ambiciones territoriales en Irak y Siria. Pero la buena noticia que viene de la última cumbre de la OTAN es que el conjunto de la comunidad internacional entiende que se trata de una amenaza que hay que enfrentar”, afirmó.
En una reunión al margen de la cumbre el viernes, Estados Unidos y otros nueve países -Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia, Dinamarca, Australia, Turquía, Canadá y Polonia- hablaron de la creación de una coalición para luchar contra los islamistas del EI en Irak y Siria pero que excluye cualquier tipo de ofensiva terrestre.
En la entrevista en el programa “Meet the Press”, Obama insistió en que “no se trata de enviar 100.000 soldados estadounidenses”.
“Formaremos parte de una coalición internacional, realizando ataques aéreos para apoyar el trabajo que las tropas iraquíes y kurdas hacen sobre el terreno”, explicó.
“Vamos a debilitarlos. Reduciremos el tamaño del territorio que controlan. Y al fin de cuentas los venceremos”, añadió el presidente, que estima que necesitará más recursos de los que habitualmente consagra a la región.
Obama, que dará su discurso el miércoles en la víspera del 13 aniversario de los atentados del 11 de septiembre, confirmó que hasta ahora no tiene información de amenazas del EI en territorio estadounidense.
Pero si los yihadistas ultra-radicales logran “controlar franjas importantes de territorio, recaudar más armas y recursos y captar más combatientes extranjeros” podrían convertirse en una amenaza real para Washington, advirtió.
Desde el 8 de agosto, Estados Unidos está llevando a cabo ataques aéreos contra los yihadistas para frenar su avance en el norte de Irak, que en las últimas semanas han decapitado a dos periodistas estadounidenses y amenazan con hacer lo mismo con otro rehén británico.
Hasta ahora, las fuerzas estadounidenses habían limitado sus ataques a posiciones del EI al norte de Bagdad, pero este domingo abrieron un nuevo frente en el oeste del país para proteger la represa de Haditha, la segunda más importante de Irak para la producción de electricidad.