La Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) rechazó continuar en los debates con el Gobierno sobre una futura reforma educacional, al tiempo que convocaron a nuevas protestas el 9 de septiembre. El distanciamiento de la Confech a la instancia de diálogo promovido por el ministro de Educación, Nicolás Eyzaguierre, se debió a “profundas discrepancias” por el tono que lleva la reforma, según expresaron sus dirigentes.
Ricardo Paredes, portavoz de la Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Cones), anunció asimismo que este sector de enseñanza media se sumará a la manifestación convocada para el 4 de septiembre por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).
La CUT convocó a un paro nacional el día 4 para ejercer presiones hacia una profunda reforma laboral, dijo el gremio en comunicado oficial.
En la marcha, que abarcará a todo el territorio del país, estarán asimismo los trabajadores del Cobre agrupados en su sindicato CTC y que comprende a los sectores estatal y privado.
La presidenta de la Federación de estudiantes de la Universidad Católica, Naschla Aburman, subrayó que el intercambio con la Nueva Mayoría, la alianza en el poder, no asegura que sus conclusiones sean vinculantes con la reforma educacional.
Dos de las caras más visibles durante las luchas estudiantiles en Chile en 2011, ahora en calidad de parlamentarios, apoyaron la decisión de la Confech.
La diputada Camila Vallejo (Partido Comunista), aseguró que en su labor parlamentaria está la responsabilidad de que las posiciones de la agrupación estén consideradas en las indicaciones o en nuevos proyectos.
Gabriel Boric, diputado independiente y militante de la Izquierda Autónoma, opinó que no se puede correr el riesgo de impulsar una reforma educacional que no cumpla con las expectativas y necesidad de la población.
Sin embargo, el ministro Eyzaguirre minimizó la postura de la Confech. “Ellos tendrán sus propias razones (…) lo bueno es que sí su testimonio quedó a lo largo de estos diálogos”.
La administración de Michelle Bachelet adelanta transformaciones que permitan avanzar hacia una enseñanza gratuita, de calidad y sin lucro, la cual se financiaría con el alza planeada de impuestos.