No deja de sorprender la persistencia de los líderes de la derecha chilena como Monckeberg, Coloma, Matthei y varios otros, que siguen utilizando un discurso tan básico y tan panfletario para hacer política con proyecciones electorales.
Cualquiera que los escuche, que no sea chileno, hablando sobre la realidad económica del país, pueden pensar que se trata de personas ignorantes, porque ninguno de ellos, incluido el propio ex presidente S. Piñera, se hacen cargo de reconocer sus posturas ideológicas con algún grado de dignidad, y decir que son neo liberales, los mismos que están produciendo el mayor fracaso económico de la historia mundial, política que ellos sustentan para privilegiar a los selectos grupos de altos recursos y sus grandes proyectos empresariales, a partir del cual ejercen el dominio económico, financiero y la avaricia para seguir concentrando la economía.
Decir que una mediana reforma tributaria de US$ 8.300 millones, o las transformaciones en educación u otras dentro del mismo modelo de economía, son las responsables de la huida de la inversión y la causa de la caída del PIB de Chile, es negar groseramente la realidad que conoce la ciudadanía y constituye un desprecio a la educación y a la comprensión lograda por los chilenos, pagada con alto costo y sacrificio humano.
Esa campaña que hacen, oculta lo que ellos representan. Les dio resultado para elegir anteriormente como presidente a Sebastián Piñera, pasando el primer año escarbando en los papeles, los actos del gobierno anterior de la Concertación para distraer a la opinión pública de lo que hacían, pero muy pronto, la ciudadanía notó que se regresaba con más fuerza a la política neo liberal aplicada férreamente durante 40 años, debido al deterioro y al desmantelamiento de los servicios públicos. Chile está convertido en una de las economías más abiertas del mundo, sujeta a los vaivenes y las crisis de las grandes potencias económicas, siendo ahora parte de los países “mortadela” del sándwich de los más poderosos.
Recientemente el Ministro de Hacienda Alberto Arenas convocó a reunión con la CPC, donde está la crema de la elite empresarial chilena, para concretar una alianza público-privada, lo cual vuelve a demostrar a quien quiera entender, que seguimos operando bajo el mismo modelo de economía y que no hay ningún regreso a un estado marxista o algo por el estilo. Los empresarios ya han adelantado cual será su “precio”, esto es, terminar con el “clima reformista” que ha marcado este año, de lo contrario, continuará el escenario de incertidumbre que se ha traducido en una menor inversión, (EL Mercurio, 27/8/2014, Cuerpo B2). Eso es una advertencia muy clara.
Estos acuerdos o “señales” para terminar con el “clima reformista”, indican que lenta e inexorablemente se irán postergando las expectativas que se formó la ciudadanía al elegir el actual gobierno, porque sorprende que para hacer grandes obras públicas hay US$ 28.000 millones, para Codelco US$ 4.000 millones, ampliar los recursos en crédito del Banco del Estado US$ 500 millones, la ENAP, etc., el dinero surge rápidamente y se destina sin que nadie en la derecha levanta la voz para criticar al gobierno. Obviamente, son obras que las realizará el sector empresarial privado con enormes ganancias y para uso de la población con mayor demanda agregada, los sectores medios y altos.
Un ex presidente de la Concertación, muy querido por el sector empresarial, quizás pensando en recoger “feed Back” para una opción presidencial futura, ha criticado la falta de voluntad política para impulsar las inversiones públicas con el sector privado, disputando el liderazgo al gobierno en ese mismo sentido, para lo cual ha dicho que con un “chasquido de los dedos” Ud., levanta miles de millones de dólares para realizarlas. Se trata de más y mejores oportunidades para los grandes empresarios, ¿Y por qué nadie hace un “chasquido de dedos” para levantar los millones que se necesitan para mejorar los miserables ingresos de los pensionados, o para aumentar la demanda agregada de una población sobre endeudada por las bajas remuneraciones? Pareciera que existe una especie de idolatría transversal al capital o una cercanía tangencial para que no se note el aprecio al neo liberalismo.
El Banco Central estima que la economía chilena tendrá un Pib de 2,5 %, el 2014 según la última evaluación. Como referente, en el caso de Perú, se estima que crecerá un 4%, sin embargo, en el primer trimestre del 2014 el Pib de Perú sólo creció un 1,7%, y viene cayendo del 7 y 6 % anteriores. La derecha chilena es maestra para desviar el foco del problema y su pensamiento lo sintetiza Juan Andrés Fontaine, “recuperar la confianza impulsaría la inversión”.
La realidad es que Chile, Perú, Brasil, Argentina, incluidos los países emergentes, India, incluso China, están siendo afectados por el mismo fenómeno neo liberal descrito ampliamente en todos los foros económicos y financieros mundiales. Esta terminado la fase expansiva de la flexibilidad monetaria en algunas potencias económicas, aunque hay zonas que vienen rezagadas con respecto a la emisión de dinero, como es el caso de Europa, donde el BCE ya ha inyectado más de un billón de euros (US$ 1,34 billones de dólares) y se prepara para agregar otro billón de euros de acuerdo a las opciones que se esgrimen, considerando la caída que sufren países como Francia, Italia y la propia Alemania.
En Estados Unidos, la Reserva Federal de Estados Unidos está dando indicios de que a partir del año que viene elevará las tasas de interés gradualmente, que es cuando se inicia la fase II, es decir, la parte delicada donde aparecen los efectos o las consecuencias de la expansión monetaria. Dos importantes hombres de banco, el gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King y el presidente del BCE, Mario Draghi, han dicho que la expansión esta fuera de control, “a confesión de partes, relevo de pruebas”, dicen los abogados.
La deuda mundial (fiscal) ha batido un nuevo récord para alcanzar los 100 billones de dólares (unos 72 billones de euros) al cierre de 2013. Según los datos del Banco Internacional de Pagos, el importe ha crecido un 30% desde el comienzo de la crisis. Los culpables han sido los gobiernos, especialmente los de los países desarrollados, que dispararon su deuda un 80% en la crisis para mantener el gasto público, es decir, las administraciones públicas son responsables del 43% de la deuda existente en todo el mundo, como paliativo para apoyar el modelo de economía y ahora deben un 80% más que antes de la crisis.
La zona euro es una línea plana, “los riesgos que rodean al panorama económico en el área euro siguen siendo a la baja”, declaró el presidente del BCE. Japón se hundió en el segundo trimestre. El Reino Unido sufre una deflación salarial, incluso los salarios son más bajos que en España. La economía estadounidense avanza a tropezones, como mucho. Un mundo preocupado por las crisis geopolíticas, donde existen cada vez más señales de que la economía está en problemas, pese a la abundancia de dinero, sigue vigente la posibilidad de un derrumbe de proporciones.
Martin Gilens (Universidad de Princeton) y Benjamin Page (Universidad Northwestern) analizaron 1.799 aspectos políticos en detalle y determinaron la influencia relativa que tienen en ellos las élites económicas. La democracia de EE.UU. sufre una larga enfermedad de más de 30 años, revela un nuevo estudio de investigadores estadounidenses que se publicará este otoño. Los ciudadanos corrientes ya no creen que sus voces puedan decidir algo en la política, dice el estudio sobre Estados Unidos. En Chile pasa lo mismo, lo hemos dicho en anteriores notas, los ciudadanos votan por un determinado programa y luego terminamos viendo abrazado al Ministro de Hacienda con los miembros de la CPC de Chile, o a un ex presidente de la concertación hablando a los empresarios sobre grandes obras. ¿Hay diferencias entre lo que sucede allá y acá? Es lo mismo, los anhelos de la población terminan siendo postergado por obra y gracia de los grandes acuerdos, “consensos” o las alianzas públicos-privadas con el capital.
Fred Block, profesor de sociología en la Universidad de California, y Margaret Somers, profesor de sociología de la Universidad de Michigan, han publicado recientemente el libro “El Poder del Fundamentalismo de Mercado: La crítica de Karl Polanyi”. La tesis central de Polanyi es que no hay tal cosa como un mercado libre, nunca ha habido, ni habrá jamás. De hecho él llama a la idea misma de una economía independiente de las instituciones gubernamentales y políticas, una “pura utopía”, utópico porque es irrealizable, y el esfuerzo para llevarlo a la existencia está condenado al fracaso, e inevitablemente producirá consecuencias distópicas, (una sociedad ficticia indeseable en sí misma). Polanyi sostiene que, “el intento de crear una sociedad de mercado es fundamentalmente amenazante para la sociedad humana y el bien común”. Lo que se está observando hoy.
Hay US$ 10,8 billones depositados en los bancos norteamericanos porque nadie de los sectores de altos ingreso en Estados Unidos está dispuesto a correr riesgos y la mayoría del pueblo norteamericano no está ahorrando, casi nada. Jacob Funk Kirkegaard, miembro del Petersen Institute of International Economics, cree que el principal problema que enfrentan los bancos centrales es que “los pilares del crecimiento económico mundial no están nivelados” y ha dicho, “olvídense de la perspectiva de que el consumidor estadounidense venga a rescatar a la demanda global”. La inflación se halla en retroceso en todo Occidente: el IPC de EEUU apenas alcanza el 2%, en Inglaterra se ubica en el 1,6%, en Japón roza el 1,3%, en la eurozona se halla en tan sólo el 0,4% y en España incluso experimentan una moderada deflación con – 0,3%, si es que las cifras oficiales no están alteradas.
El auge de Estados Unidos impulsado por una energía más barata ha generado esperanzas de un renacimiento del sector manufacturero, sin embargo, siguen perdiendo terreno frente a rivales en Asia y Europa. Sin un aumento fuerte y sostenido de las exportaciones, es poco probable que las fábricas estadounidenses tengan el tipo de resurgimiento que pronosticaron algunos analistas. Igualmente, lograr esa expansión es difícil debido a que China y otros países han implementado osadas estrategias de exportación y EE.UU. ha perdido trabajadores con destrezas manufactureras y proveedores después de trasladar la producción afuera de sus fronteras. China no es el único país que está dando la pelea. La brecha comercial de EE.UU. con las tres mayores economías de la zona euro, Alemania, Francia e Italia también se amplió. Por eso hemos dicho que nosotros somos la “mortadela” del sándwich y nos harán trizas, si no les damos todo lo que piden las grandes transnacionales, empezando por los nacionales y por eso se buscan acuerdos y consensos, sabiendo la derecha que “a rio revuelto, ganancias de pescadores”.
Para terminar, dice Polanyi, “la doctrina de libre mercado tiene como objetivo liberar a la economía de las “interferencias” del gobierno, pero Polanyi desafía la idea de que los mercados y los gobiernos son entidades separadas y autónomas. La acción del gobierno no es una especie de “injerencia” en la esfera autónoma de la actividad económica; simplemente no hay economía sin reglas y sin instituciones gubernamentales”.
Hace meses que se suceden las llamadas de atención de expertos, economistas o traders alertando de la existencia de una burbuja financiera a nivel global. John Hussman, de Hussman Funds, afirma que Wall Street ha alcanzado un nivel peligroso cuyo pinchazo podría ser más agresivo que el sufrido en el año 1929 y eso lo silencia la derecha.
Mario Briones R.