Miles de personas participaron este sábado en una manifestación en el barrio neoyorquino de Staten Island para exigir justicia por la muerte de un hombre de raza negra que murió por asfixia cuando era sometido por la Policía hace más de un mes.
Eric Garner, de 43 años, padre de seis hijos y asmático, murió el pasado 17 de julio cuando un policía le apretó el cuello con el brazo con una llave de estrangulamiento que está prohibida por la policía de Nueva York y de otros estados. Supuestamente detuvieron a Garner por dedicarse a la venta ilegal de cigarrillos, pero el vídeo de un testigo muestra la violencia de la detención y cómo la víctima se lamentaba cuando era sujetada por los agentes.
“Cometieron un error y tienen que pagarlo”, dijo la viuda de Garner, Esaw, al final de la marcha, que comenzó en el lugar donde pereció su marido y terminó frente a la oficina del fiscal del distrito de Staten Island, Dan Donovan, a cargo del caso.
La muerte de Garner ha generado críticas contra la Policía de Nueva York que se han visto alimentadas recientemente por las repercusiones de la muerte del joven negro Michael Brown por disparos de la policía de Misuri, el pasado 9 de agosto.
En la marcha en Staten Island realizada hoy participaron parientes de Garner, representantes sindicales, activistas sociales y vecinos de la víctima. Entre las figuras más importantes se encontraba el dirigente afroamericano Al Sharpton.
“No estamos en contra de la Policía, sino contra aquellos que rompen la ley, y que deben rendir cuentas por sus actos, como cualquiera”, afirmó el reverendo Sharpton, una de las figuras que más ha destacado en las protestas en Misuri.
La marcha de hoy de Nueva York, que comenzó con cierto caos por defectos de organización, se desarrolló sin incidentes. Se podían ver pancartas contra la brutalidad policial de Nueva York y a favor del respeto de los derechos humanos.
“Los policías son los criminales”, decían algunas de las pancartas que llevaban algunos de los participantes.
Con el lema “No regresaremos”, los participantes en la manifestación desfilaron por varias avenidas de Staten Island, ocasionalmente coreando lemas como “No puedo respirar”, algo que dijo Garner antes de que perecer asfixiado.
El caso generó indignación en Nueva York porque se suma a otros precedentes de brutalidad policial. La muerte de Garner está siendo investigada por la fiscalía del distrito de Staten Island, que anunció esta semana que convocará a un gran jurado para evaluar las evidencias sobre el caso, en un proceso que se espera comenzará en el próximo mes de septiembre.