El presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, ha asegurado que la artillería ha destruido una parte “significativa” de la columna de vehículos blindados rusos que se internó en territorio ucraniano durante la pasada madrugada. Sin embargo, el ministro de defensa ruso ha negado la incursión en suelo ucraniano y, por tanto, la supuesta destrucción de una parte de los blindados.
La información es muy confusa, ya que la ONU no ha podido confirmar el ataque ni la incursión, mientras que el secretario general de la OTAN,Anders Fogh Rasmussen, ha informado de que la alianza consideraba que se había producido una incursión de Rusia en Ucrania.
“Esto sólo confirma el hecho de que vemos un flujo continuo de armas y combatientes desde Rusia al este de Ucrania y es una clara demostración de la participación rusa en la desestabilización del este de Ucrania”, criticó Rasmussen durante una rueda de prensa en Copenhague.
Según recoge la agencia Reuters, el presidente ucraniano comunicó el ataque a la columna de blindado rusos al primer ministro británico, David Cameron, quien ha expresado su “honda preocupación por los informes sobre los vehículos militares rusos que cruzan la frontera” ucraniana.
Por otra parte, el portavoz militar de Ucrania Andriy Lysenko también ha asegurado ante los periodistas que las fuerzas ucranianas estuvieron rastreando a la supuesta columna de tanques rusos desde que cruzaron la frontera la madrugada del jueves. “Se llevaron a cabo las acciones adecuadas y una parte de ella (de la columna) ya no existe,” aseguró.
Reunión de ministros en Berlín
El Gobierno ruso ha negado que sus fuerzas hubieran entrado en Ucrania y acusó a Kiev de intentar sabotear una entrega de ayuda humanitaria que espera en la zona, mientras que otras potencias europeas acusan al Kremlin de provocar una escalada del conflicto.
En medio de esta confusión, el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Pavlo Klimkin, ha anunciado que se reunirá este domingo con sus homólogos ruso, británico y alemán en Berlín.
Mientras, los jefes de los gabinetes presidenciales de Rusia y Ucrania se han reunido este viernes, según ha informado el servicio de prensa del Kremlin a la agencia rusa de noticias Interfax.
El vicepresidente ruso, Serguei Ivanov, y el ayudante del presidente ucraniano, Boris Lozhkin, “han discutido una amplia gama de temas”, entre los que se encontraban el formato de las conversaciones entre los ministros de Exteriores de Francia, Alemania, Ucrania y Rusia este domingo en Berlín, asegura el Kremlim.
Por otra parte, el Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, reunido de urgencia este viernes en Bruselas para tratar diferentes conflictos abiertos en el ámbito internacional, ha concluido que cualquier acción militar unilateral por parte de Rusia en Ucrania se considerará una violación flagrante del derecho internacional.
Si Ucrania puede mostrar los restos de vehículos militares rusos capturados o destruidos en su territorio, ofrecería un argumento sólido en el que basar sus reiteradas denuncias sobre ayuda rusa con tropas y armamento a los rebeldes; y también podría desatar una nueva ronda de sanciones más severas contra el Kremlin.
Londres convoca al embajador ruso
Por su parte, el ministerio de Exteriores británico ha convocado este viernes al embajador de Rusia en el Reino Unido, Alexander Yakovenko, para “clarificar” las informaciones sobre la incursión de una columna de blindados rusos en el este de Ucrania.
El Foreign Office expresó asimismo que espera explicaciones del diplomático ruso sobre la “continua acumulación de equipamiento en la frontera” con Ucrania.
El ministro británico de Exteriores, Philip Hammond, afirmó desde Bruselas que está “muy alarmado ante las informaciones que apuntan a que vehículos militares rusos podrían haber cruzado la frontera” de Ucrania.
Hammond resaltó que “si hay cualquier personal militar ruso en Ucrania del este debe ser retirado inmediatamente o las consecuencias podrían ser muy serias”.
En un comunicado, el Ministerio ruso de Asuntos Exteriores acusó a las fuerzas ucranianas de intensificar los enfrentamientos contra los separatistas en el este a fin de sabotear lo esfuerzos por llevar ayudar humanitaria a las áreas controladas por los rebeldes.
Tras las noticias, los mercados financieros han reaccionado con alarma, generando una caída en las bolsas de Estados Unidos, Europa y Rusia y ha perjudicado al dólar, ya que los inversores han tomado como valor seguro el yen y el marco suizo.