El comandante del Ejército libanés, general Jean Qahwaji, comprobó hoy la disposición combativa de las tropas gubernamentales desplegadas en la localidad de Arsal, escenario la semana pasada de cruentos combates por una invasión de islamistas sirios.
Un comunicado de la dirección de información de las Fuerzas Armadas de El Líbano indicó que Qahwaji inspeccionó unidades en Arsal y los alrededores de ese poblado ubicado en el noreste de la Bekaa, fronterizo con Siria, y dispuso medidas para preservar la estabilidad de la región.
El oficial de alto rango se reunió con otros jefes castrenses a los que dio instrucciones para garantizar el despliegue dde las tropas e impedir una nueva incursión de milicianos “takfiristas” (terroristas sunnitas) del Frente Al-Nusra y del Estado Islámico (EI).
Según medios locales, el recorrido de Qahwaji por aquella zona limítrofe coincidió con maniobras de insurgentes sirios para negociar el canje de 36 soldados y policías libaneses capturados durante las escaramuzas de la semana pasada por milicianos islamistas presos en este país.
Un vocero del Frente Al-Nusra citado, sin identificar, por canales televisivos afirmó que buscar sellar un canje de prisioneros con autoridades libanesas y para ello entregaron a jeques y ulemas musulmanes un video con imágenes de siete soldados cautivos en aparente buen estado de salud.
Miembros del Comité de Ulemas Musulmanes actuaron como mediadores para la tregua en Arsal entre militares libaneses y extremistas sunnitas, así como para el posterior repliegue de estos últimos al otro lado de la frontera, y ahora intentan acercar posiciones para liberar a todos los detenidos.
Los incidentes violentos en ese poblado de la Bekaa se desataron el 2 de agosto por la irrupción violenta de los milicianos takfiristas con el alegado fin de rescatar a uno de sus integrantes apresado en un puesto de control fronterizo por pertenecer a un grupo yihadista.
Según el video comentado en Beirut, los irregulares exigieron al Gobierno libanés la liberación del ciudadano sirio capturado el 2 de agosto, identificado como Imad Ahmed Jomaa y que supuestamente se había afiliado al EI o DAESH (en árabe) tras haber desertado de Al-Nusra.
Además, reclaman la excarcelación de un número aún impreciso de islamistas compañeros de filas, pero hasta el momento los ulemas mediadores declinaron revelar pormenores de ese proceso.
Los cinco días de combates en Arsal causaron la muerte de 19 soldados y miembros de las fuerzas de seguridad interna (policías), así como decenas de insurgentes y al menos 10 civiles, según fuentes de aquella localidad que alberga a unos 47 mil refugiados sirios.